El del Veneto decide sacar su clase a relucir en otro espectacular final de etapa
En los 206 kilómetros que el pelotón ha tenido que recorrer desde Città Sant´Angelo Village hasta Porto Recanati, totalmente llanos con la salvedad de las dificultades de Macerata y Potenza Picena -ambas de 3ª categoría-, esta vez sí que la etapa de transición, de descanso casi necesario, era una evidencia. Máxime cuando la escapada del día se formaba durante la primera hora con tres corredores que no pondrían en jaque, como así ocurriera ayer, a los capos que copan el top10 de la Classfica. Flens (Rabobank), Kaisen (Omega Pharma – Lotto) y Krivtsov (Ag2r – La Mondiale) se distanciaba con suficiencia para luego ir muriendo ante el empuje de un pelotón sediento de volata.
En el momento en el que Garmin-Transitions y Team HTC-Columbia se pusieron a colaborar en cabeza, los casi 10 minutos que obtuvieron de renta los valientes del día comenzaron a reducirse de modo irremisible y tan proporcional a las pocas posibilidades que les iban quedando de victoria final en la localidad de la provincia de Macerata. Especular con un final tan propicio como el de hoy, tan escaso como necesario para los equipos de los velocistas, siendo ayer repescados muchos de ellos por la organización tras quedar fuera de control, no podía ser una opción. Así, a 15 kilómetros de meta y próximos a Potenza Picena, los escapados fueron engullidos en una etapa que seguía el guión de tantas otras que ya se han visto. Fuga, caza y sprint masivo.
Nada más lejos de la realidad. Tras un intento de Failli (Acqua), secundado por Bisolti (Colnago) y Pinotti (Team HTC-Columbia), del grupo se destacan en la ascensión Vinokourov, Nibali, Basso, Pozzato, Garzelli, Cunego y Scarponi. Los damnificados de ayer de cara a la general, salvo el arcobaleno Evans, enajenado e histérico propinándose codazos con Righi mientas la carrera se iba por delante, contestando un día después en la única posibilidad del día de poner en dificultad a los que ayer les pusieron en jaque. Una continuación de este sálvese quién pueda, de este toque a zafarrancho que se ha dado desde Holanda y que está teniendo una extensión gloriosa en territorio italiano y que puede terminar ofreciendo una última semana de carrera excepcional y para el recuerdo.
Después de obtener algo más de 20 segundos de renta, la leve reacción de varios equipos consiguió reducir la ventaja para que ésta no terminará siendo significativa pero sí suficiente para que la fuga se llevara la etapa. Y en estos finales con grupos reducidos la clase de Pippo Pozzato prepondera sobre el resto de corredores con normalidad, y el del Veneto terminó por levantar los brazos por delante de Voeckler y Pineau, que habían enlazado con cabeza de carrera también.
Caldo de cultivo perfecto el que suponen estas circunstancias, este mini golpe en la mesa por parte de la Cossa Italiana -más Vinokourov- para las etapas que se avecinan el fin de semana. Monte Grappa y Monte Zoncolan; dos jueces suculentos ante la actitud que los gallos del corral están teniendo en todas y cada una de las etapas de este Giro tan fascinante como imprevisible.
Javier Cepedano.
Es normal que cuando se pusieron a tirar Garmin y HTC se redujeran las diferencias. Estaban descansados. Ambos equipos se dedicaron en la etapa de l’Aquila a proteger a sus esprinters y entraron con cinco y cuatro corredores, respectivamente, fuera de control.