Tener un espacio, una oportunidad para expresar las opiniones, sentimientos u objeciones personales tiene que ir de la mano del sentido común, siempre necesario cuando al otro lado hay un gran público atento a las palabras que salen, se comentan o se escriben con la repercusión, para bien o para mal, que ello puede acarrear. Más aún se debería tener especial cuidado con temas polémicos que suelen rodear una situación que cuanto menos se comente o se ponga en duda mucho mejor.

Este texto es una crítica a la retransmisión del Tour de Francia vivida en Televisión Española por parte de Carlos de Andrés y Perico Delgado, dos grandes profesionales que han dado mucho al ciclismo pero que se equivocaron reiteradamente a lo largo de las jornadas de la ronda gala.

Será el largo período de tiempo que se han pasado detrás de las pantallas, el abundante tiempo tenido para tratar diferentes temas de actualidad del ciclismo o solamente pensamientos personales que salieron a la luz indirectamente. Sea de la forma que sea, esos comentarios ensombrecieron una retransmisión que siempre se había basado por la calidad de la misma.

El primer tema problemático tratado fue el uso del casco. Campañas, campañas y más campañas para lograr el convencimiento del ciclista para el uso obligatorio del mismo por parte de la DGT y demás instituciones para que en un solo comentario se vaya todo al traste. “Yo opino que no debería ser obligatorio”, palabras de Perico Delgado. Como opinión en un círculo de amigos puede ser un debate interesante, pero delante de las cámaras y sin comprobar los pros pero sobretodo los contras no se deben hacer tales afirmaciones, más aún salidas de la boca de una persona que lucha por la seguridad de los ciclistas en la carretera, una seguridad que siempre será mayor si llevan el casco.

Pero si inoportunas fueron las palabras de Perico, graves fueron las de Carlos de Andrés. En la última jornada de montaña, en plena ascensión del Galibier hizo una serie de insinuaciones de dopaje sobre un cierto equipo y una serie de corredores que no voy a nombrar por, primero, respeto a ellos, y segundo, levantar un revuelo que no es necesario. El dopaje, gran problema del ciclismo y del deporte actualmente sacado a la luz en base a una afirmación que carece de pruebas y análisis médicos para llevarse a cabo y que, seguramente sin quererlo, cuestiona la honestidad y la profesionalidad sin parar a pensar el daño que pueden provocar.

Cuidar estos detalles es lo único que se pide a los profesionales que acercan el ciclismo a los aficionados, defender un producto que pese a llevar en crisis mucho tiempo ha tenido muy buenas audiencias y que sigue levantando la mayor de las pasiones entre el público. Motivos suficientes para tratar los temas con suficiente inteligencia y no cuestionar ni afirmar asuntos que en vez de ayudar perjudican seriamente la imagen del deporte y los practicantes del mismo.