Corría el Tour de 1998, concretamente un 28 de Julio. El Tour de Francia llegaba a la décimo quinta etapa que unía Grenoble con la cima de les Deux Alpes. Jan Ullrich portaba el maillot amarillo buscando la segunda victoria consecutiva en la Grand Bouclé. Su máximo rival, Marco Pantani, venía de vencer el Giro de Italia y sentar las bases de su candidatura al amarillo en el final de Plateau de Beille. Aún así, Ullrich llegaba con una ventaja de 1:11 sobre el segundo clasificado, el americano Bobby Julich y de 3:01 sobre Laurent Jalabert y Marco Pantani. Boogerd quinto se situaba a 3:29 y Luc Lebland a 4:16 en la sexta posición.

Un tiempo infernal esperaba a los valientes ciclistas en la etapa reina. Además del encadenado Télégraphe y Galibier, la Croix de Fer y Deux Alpes esperaban dentro de los 189 kilómetros que comprendían la etapa. Agua, frío y viento para acompañar una durísima jornada. El pelotón de favoritos llegaba a la ascensión del Galibier compacto una fuga por delante con el Chava Jiménez y Christophe Rinero entre otros.

Los primeros kilómetros de ascensión al coloso alpino fueron de tanteo. Marco se limitó a estudiar, a supervisar el estado de Jan Ullrich mientras en el grupo se sucedían los ataques que ponían en jaque al Telekom. Luc Leblanc, Fernando Escartín o Michael Boogerd protagonizaban cambios de ritmo respondidos por un conjunto germano que veía como perdía unidades tras las aceleraciones. En cambio, Pantani estaba vigilando, cocinando el momento del ataque. Tras diez kilómetros de ascensión, Ullrich se quedaba sólo, sin compañeros, recogiendo la responsabilidad de marcar el ritmo del grupo. Entonces llegó el momento. Con las dos manos agarradas en la parte baja del manillar, Pantani asestaba el que sería golpe definitivo al Tour. El teutón sólo pudo seguirle con la mirada, no pudo hacer un amago de seguirle mientras el ciclista del Mercatone-Uno continuaba con su tremendo ataque ni echar la vista atrás. Un ataque certero, a la antigua usanza. Lejos de meta. Solamente Luc Lebranc salió a la rueda del italiano, pero el ciclista de la Polti poco pudo hacer ante la velocidad que infringía Pantani en el Galibier. Uno a uno fue cogiendo y superando a los miembros de la escapada para coronar en primera posición el coloso alpino. Tan alto fue el ritmo que en apenas cinco kilómetros consiguió una renta de tres minutos respecto a un Ullrich que ya daba muestras de no estar en su mejor día.

La valiente apuesta de Pantani consiguió matar dos pájaros de un tiro. Consiguió la victoria en Deux Alpes logrando enfundarse un maillot amarillo que conservaría hasta el final en París, obteniendo de esta manera el doblete. Por su parte, Ullrich llegó abatido a 8:57 perdiendo las opciones de victoria en la general. Pese al descalabro, conseguiría auparse al segundo cajón.

Aquel 28 de Julio Marco Pantani dignificó al Galibier, un puerto que estaba siendo condenado a un segundo plano tras ser situado como paso intermedio y en que su propósito se convertía en desgaste y donde apenas se encontraban movimientos entre los favoritos a la general.

Cien años se cumplen de su primera ascensión. Tras la exhibición de Andy ayer, la ascensión de hoy está llamada a ser tan brillante como la que realizó el Pirata en 1998.