
Foto © Roland Tissier
Velon es una plataforma creada por once equipos del World Tour para mejorar el ciclismo y que ha salido a la luz en la mañana de este martes. El grupo quiere modernizar el deporte de la bicicleta, introducir cambios en el calendario, incluir nuevas tecnologías y ampliar los horizontes financieros del ciclismo. Una revolución, más o menos, que quieren empezar ahora y que todavía no tiene demasiadas propuestas firmes.
¿Quiénes componen Velon?
Once de los 17 equipos del World Tour, lo que es un porcentaje de casi dos tercios. No está mal. Son, todavía con sus denominaciones de 2014, Belkin, BMC, Garmin-Sharp, Lampre-Merida, Lotto-Belisol, Omega Pharma-Quickstep, Orica-GreenEDGE, Giant-Shimano, Sky, Tinkoff-Saxo y Trek.
Es más fácil decir qué equipos del World Tour no están en Velon. Son Astana, Katusha, Movistar, Ag2r La Mondiale, Europcar y Fdj.fr. La división geográfica es fácil: los tres franceses, el único equipo español y los dos del antiguo bloque soviético.
Que no estén no quiere decir que no vayan a estar o que estén en contra. Hasta ahora, solo Jean-Rene Bernaudeau, de Europcar, se ha opuesto a la iniciativa de Velon. “Siempre se quiere crear una liga profesional al estilo NBA y yo estoy en contra”, declaró a L’Equipe. Velon ha tardado solo unas horas en desmentir esta acusación exacta, pero iremos con eso más adelante.
El resto de equipos, o eso dicen, quiere esperar a que haya más propuestas para posicionarse. En el caso de Movistar, el equipo depende de los intereses de su patrocinador sobre los derechos audiovisuales, un tema de creciente interés para la compañía telefónica y en el que el Velon quiere modificar cosas. Desde allí dicen que cualquier equipo que quiera sumarse después tendrá la puerta abierta, y no solo del World Tour, sino que también invitan a los de categoría Pro Continental.
¿Qué buscan?
La propuesta de Velon se sostiene en tres puntos: hacer el deporte más atractivo, incluir innovaciones tecnológicas y convertir los equipos en estructuras más creíbles y sobre todo más sostenibles. Dentro de estos tres apartados, aunque todavía no hay aspectos concretos sobre la mesa, sí que hay detalles a comentar.
La insistencia principal para hacer más atractivo el ciclismo es crear una narrativa que dure toda la temporada. Esto es algo parecido a lo que una vez escribimos sobre las diferencias entre el calendario del tenis (o la Fórmula Uno, otro ejemplo muy citado) y el ciclismo. Una competición entre los mejores ciclistas a lo largo de toda la temporada, carrera tras carrera, podría tener efectos muy beneficiosos sobre el deporte.
El problema, claro, es adaptar esto a las peculiaridades del ciclismo. En una interesante entrevista en CyclingTips, Graham Bartlett, CEO de Velon, dice que el “punto inicial es cómo sentarnos y crear una narrativa que dure todo el año, y cómo podría eso crear mucha más estabiliad económica a los equipos”.
Hace tiempo que la UCI anunció una reforma en el calendario para la temporada 2017, más o menos en el mismo sentido en el que pretende Velon. Es un cambio temido por las grandes vueltas (por Giro y Vuelta, sobre todo) porque se imagina que una de las medidas puede ser reducir los días de competición en pos de facilitar que los ciclistas más importantes estén en las carreras más importantes. La UCI, de hecho, de momento parece haber encajado con agrado la aparición de Velon, que no se ha manifestado a favor o en contra de reducir las grandes vueltas.
Con las innovaciones tecnológicas, el mayor caballo de batalla hasta ahora –y su ejemplo más concreto– son las cámaras on-bike, insertadas en la bicicleta del ciclista y que graban la carrera en primera persona, al estilo de lo que ya existe en el motociclismo o en la propia Fórmula Uno. Aunque hasta ahora han insistido en esto, probablemente solo sea porque es de las pocas cosas en las que pueden hablar claro a estas alturas.
Todo esto va conducido al mello de la cuestión: money. Básicamente, Velon quiere que el ciclismo produzca más dinero, ya sea a través de un nuevo calendario, de nuevos recursos audiovisuales o de la diferente explotación de los que ya hay. Una vez conseguido eso, lo lógico es que se inclinen hacia otorgar más poder para los equipos (lo que significa más dinero) y menos hacia otros agentes del deporte.
¿Quién puede estar en contra?
Se ha hablado mucho en los últimos meses: los equipos quieren una parte en el reparto de los derechos audiovisuales por las carreras, actualmente beneficio en exclusiva de los organizadores. Preguntado en CyclingTips sobre esto, Bartlett dice que ellos intentarán “crear un nuevo interés desde diferentes áreas que no se hayan visto en el ciclismo antes”, y que de esto se beneficiarían ambos lados. Pese a esto, es inevitable que los organizadores, principalmente ASO, estén con la mosca detrás de la oreja.
Hay una cierta reminiscencia entre Velon y la creación del UCI Pro Tour hace una década, como deja caer Luis Román Mendoza en su blog. Desde su cuenta de Twitter, el grupo ha negado que quiera convertirse en un coto privado: “Esto no es una liga separada. Ni al estilo NBA ni de otra forma”. Aunque, como sucede con los organizadores, es inevitable que los equipos más modestos levanten una ceja al mirar a Velon.
El interés está en seguir las propuestas de los once equipos y ver hacia dónde evoluciona. Lo innegable es que cada vez hay más voces que buscan renovar muchos principios del ciclismo, tanto desde los equipos como desde el resto de organizaciones. Velon es la cara y ojos de otro posible agente de cambio, pero para ello lo primero que necesita es un plan bien definido.
Tiene una peligrosa pinta de cártel de empresas que aspiran a perpetuarse en su mercado haciendo y deshaciendo como les da la gana… Veremos en qué queda… pero es de chista que “su primera propuesta” sea lo de las cámaras on board, que ya se ha hecho y que depende básicamente de las empresas organizadoras de las carreras. Quieren trincar de los derechos que pagan las teles, pero claro, ASO siempre aduce (y el propio Tinkov lo reconoció en cyclingnews) que muchos de esos fondos se utilizan para pagar otras carreras que no podrían celebrarse con una organización tan buena de no ser por los beneficios del Tour…
Un apunte menor: desde esta temporada el Tinkoff-Saxo es un equipo ruso, así que hay tres equipos de la máxima categoría procedentes de la antigua Unión Soviética.
Vamos a ver. El ciclismo no es el tenis o la Fórmula 1. Hay muchísimas diferencias de un “circuito” o una “pista” a otro u otra en el ciclismo. Y los corredores aptos en unos o unas no lo son en otros u otras. Por tanto, estoy en contra de cualquier equiparación, en contra de ránkings oficiales o clasificaciones por puntos al modo de estos deportes. El ciclismo son días y tiempo en las pruebas por etapas y tiempo en las pruebas de un día. Eso es la esencia y para eso hay variedad de pruebas, categorías, geografías, duraciones, terrenos, climatologías, superficies, etc. Eso no hay que tocarlo.
¿Calendario? Se puede negociar, pero sin concentrarlo en fines de semana, que de eso ya estamos hartos en otros deportes, ni evitar la superposición de pruebas que, de siempre, ha sido esencia del ciclismo por lo versátil que éste es y que permite a cada uno optar por su prueba idónea en cada momento.
¿Mejorar retransmisiones? ¡ Ah ! Eso sí.