
Foto © Burgos-BH
Cuando tras la disputa de la Vuelta a Burgos la Fundación Euskadi puso fin a 20 años en el pelotón profesional el ciclismo español tocó fondo. Movistar, Caja Rural-Seguros RGA y Burgos-BH quedaban como únicos supervivientes debido a una sangría a la que no se le veía fin. Fue entonces cuando todo el trabajo realizado en la sombra durante meses emergió hace ahora unas semanas. Murias Taldea confirmaba su inscripción como equipo Continental a la vez que se dispraban los rumores sobre Cafés Baqué y el Grupo Ciclista Gallego.
Aunque si desesperada era la situación de los equipos, el panorama no era mucho mejor en cuanto a las competiciones profesionales. Las ruedas pinchadas del ciclismo español afectaban a todos los niveles, también a las carreras por etapas. Si no iban perdiendo jornadas de competición progresivamente, se convertían en carreras de un día, y eso si directamente no desaparecían. Basta recordar, y no hace tantos años de aquello, carreras como la Volta a la Comunitat Valenciana, la Vuelta a Aragón, la Setmana Catalana o la Euskal Bizikleta. Sin llegar a los niveles de Francia o Bélgica, el calendario español gozaba de buena salud.
No era mucho mejor el panorama en cuanto a las carreras de un día, una modalidad desgraciadamente poco arraigada en nuestro país que tampoco salió indemne, con la desaparición de alguna de las pruebas más representativas como la Subida a Urkiola o la Clásica de los Puertos. Sin embargo, durante los últimos días han aparecido noticias y se han venido escuchando rumores que hacen ser relativamente optimistas de cara a un futuro cercano. Si bien los cambios son pocos, son signos que invitan a la esperanza.
Un febrero ilusionante
Desde C&H siempre hemos alabado el inicio de año austral. Aunar el Tour Down Under, los Nacionales y el Herlad Sun Tour es una jugada maestra. El invierno europeo tiene su contrapunto en el verano del hemisferio sur. Algo parecido se pretende potenciar en España gracias al atractivo de Andalucía y Murcia en el mes de febrero, creando un segundo foco de interés tras la Challenge de Mallorca.
Un tríptico que es muy conocido pero que sí puede presentar novedades de cara a la próxima campaña, con la Vuelta a Andalucía como eje principal, ya sea como carrera 2.1 o 2.HC, el gran reto de la organización para 2015. Algo que podría comportar un mayor número de equipos World Tour para la ronda andaluza, que a su vez tendrían en ella un destino con mayor atractivo si finalmente pueden complementarla con la Clásica de Almería y una Vuelta a Murcia que aspira a recuperar los tres días de competición.
Pocos cambios durante la primavera
Mientras la gran mayoría de las miradas estén centradas en tierras del norte, nuestras carreteras volverán a reclamar su cuota de protagonismo. A finales del mes de marzo volverá a la acción la Volta a Catalunya, con todas sus carencias como competición World Tour, pero que dará comienzo a la ‘primavera española’. Tras ella llegarán –y esperemos que este año no acaben pendiendo de un hilo– los ya clásicos GP Miguel Indurain de Estella y la Vuelta a La Rioja antes del plato fuerte de la primera mitad de año, la Euskal Herriko Itzulia.
Todo indica a que la ronda vasca ha superado aquellos problemas que la vieron peligrar hace dos temporadas, y volverá a tener continuidad con la Klasika Primavera de Amorebieta y la Vuelta a Castilla y León, que recupera los cuatro días tras haber visto como en las últimas ediciones se había reducido una jornada de competición. En total, entre el 23 de marzo y el 19 de abril viviremos un total de 20 días de competición.
La luz al final del túnel
La gran alegría en este sentido la hemos recibido con el regreso de la Vuelta a Madrid, que quedó reducida a una prueba de un día en 2013 para acabar directamente suspendida en 2014. Lo anunció la propia Federación Madrileña de Ciclismo, una vez la UCI confirmó las fechas del 9 y 10 de mayo. Tiempo habrá para debatir otras alternativas como una gran clásica en la capital al estilo de Londres, Berlín o Roma.
Pero no acaban aquí las buenas noticias, ya que la cita madrileña no será la única novedad que se vivirá durante el mes de mayo, ya que una semana antes también parece que la Vuelta a Asturias va a regresar a la acción, en los días 2 y 3 de mayo. Un total de 35.000€ –algo más del 10% del presupuesto total– pusieron fin a la disputa ininterrumpida de casi 50 ediciones, así que de cara a 2015 se pretende asegurar que se celebre aunque sea solo una competición de dos días.
Los Nacionales, sin sede
La disputa de los campeonatos nacionales volverá a ser un año más uno de los principales quebraderos de cabeza para la Federación Española de Ciclismo. No hace falta llegar al extremo de Bélgica, que tiene atadas sus sedes hasta 2020, y está claro que tampoco es posible. Cierto es que nunca han llegado a peligrar realmente, pero a seis meses de su disputa todavía no se ha anunciado qué lugar tomará el relevo de Ponferrada en 2015.
Todo sigue igual en verano
Si durante los meses de primavera hay pocas modificaciones, menos aún hay durante el verano. La Clásica de Villafranca y el Circuito de Getxo servirán de desconexión tras el Tour antes de la llegada de la gran carrera de un día en nuestras fronteras, la Clásica de San Sebastián. No se trasladará muy lejos el foco de atención, ya que una vez más los primeros días del mes de agosto la atención quedará centrada en la Vuelta a Burgos.
La carrera castellana se ha asentado como una de las pruebas más representativas del calendario continental. Tras haber dejado atrás las dificultades que la vieron peligrar en 2009, regresará un año más como la piedra de toque para los aspirantes a la Vuelta a España, que hasta nueva orden continuará cerrando el calendario español como carrera de tres semanas.
Hacen falta que coja ritmo el calendario, supongo que las administraciones, empresas y asociaciones se animarán con un efecto bola de nieve. A mi lo que me encantaría es que se profesionalizase el GP del Canal para tener nuestra “Clásica del Norte”
Para potenciar las carreras de un día en España sería bueno que la federación “copiase” la copa Cobbles&Hills para estimular a todos: ciclistas, equipos y organizadores. Las vueltas por etapas dependen demasiado de políticos veleta y aún así algunas sobreviven gracias al sudor de los organizadores. No hay monumento que les haga suficiente justicia. No sé de cuanta libertad de maniobra dispone hoy en día unipúblic, podrían resucitar vueltas que en su día organizaron tipo volta a galicia.