
© Laurent Brun
Presentar el recorrido en octubre del año anterior, fuera de competición, siempre le sirve al Tour de Francia para que se hable de su carrera nueve meses antes de que se celebre. Cuando termine esta especie de embarazo todo será distinto, pero mientras hay tiempo para especular sobre qué ciclista es más favorito que otro para ganar una nueva edición de la carrera más importante del mundo. Es un ejercicio muchas veces inútil, porque un millón de cosas pueden pasar de aquí a julio de 2015, así que obviamente en C&H nos hemos querido sumar: ¿qué tal le sienta el recorrido del Tour a los principales favoritos?
Como último ganador, empezamos con Vincenzo Nibali, que tendrá una oportunidad para repetir la etapa que más ventaja le dio en 2014: la del pavés. El siciliano fue tan superior a todos sus rivales que sacó mucho tiempo en todos los terrenos, pero fue en los adoquines donde distanció de verdad a Alberto Contador, entonces su gran rival. Chris Froome se cayó antes de llegar, pero es fácil imaginarle perdiendo tiempo con Nibali, mejor que todo el pelotón –incluidos varios flandriens de categoría— salvo Lars Boom.
Era la primera vez que veíamos a Nibali en el adoquín, con lo que es posible que aquello fuera el sueño de una tarde lluviosa de verano y que, en realidad, no sea tan bueno en el pavés. El resto del recorrido del Tour 2015, en cualquier caso, ni le favorece ni le perjudica demasiado. Siendo un ciclista tan completo, quizás lo que más podría haber beneficiado a Nibali son descensos con más importancia estratégica, una faceta que domina indiscutiblemente mejor que sus rivales.
No le benefician tanto los finales en Huy el Mur de Bretagne, pues no es un corredor muy explosivo. Le van mejor a Alberto Contador, un ciclista con más punch en esos finales que varios de sus rivales y que podría tener oportunidad de bonificar en las llegadas de la primera semana, un factor importante en un Tour sin contrarreloj.
Tanto empiezan a escasear las cronos largas en las grandes vueltas que ya se hace difícil encontrar precedentes. En 2013, un Contador bastante peor que en la última temporada perdió dos minutos en 33 kilómetros con Froome camino de Mont-Saint-Michel, en la contrarreloj llana de aquel Tour. Hace mes y medio, en la extraña contrarreloj de la Vuelta, Contador en cambio ganó un minuto con el keniata.
Contador es, además, mejor contrarrelojista que Nairo Quintana, y también que casi todos los aspirantes restantes, probablemente a un nivel parecido a Nibali. El madrileño ha declarado estar contento con el recorrido de este Tour y, aunque se puede discutir si realmente le beneficia tanto la falta de kilómetros contrarreloj, tiene motivos para ello.
El terreno del español son siempre las subidas finales. Nunca ha sacado un partido especial de las etapas que terminan en descenso, y solo en situaciones límite en su carrera ha atacado antes (en grandes vueltas, Galibier 2011 y Fuente Dé 2012). Si la prueba se decide en la última subida, lo más probable es que gane Contador: por algo tiene tres victorias en la Vuelta a España. Por cierto, la última vez que el Tour llegó a Mende, no ganó el madrileño, pero sí que sacó ventaja sobre sus rivales; y además, suele hacerlo bien en los prólogos y cronos cortas.
Es lícito pensar en Nairo Quintana como su mayor rival en este tipo de subidas. Al colombiano, también muy contento con el recorrido, sí le va indiscutiblemente bien que el Tour tenga 14 kilómetros de contrarreloj individual. En el Giro que ganó, Quintana perdió un minuto con un Cadel Evans crepuscular y 2:41 con Rigoberto Urán. En Mont-Sant-Michel, en 33 km., se le fueron 3:16 con Froome; en Chorges, en una crono con una subida de montaña, 1:11. Esos 4:27 que perdió Quintana contra el reloj en 2013 fueron más de la diferencia que le separó de Froome en la general de París (4:20). Han pasado dos años y el ciclista de Movistar, todavía muy joven, habrá mejorado. Pero era un hándicap que evitará en el Tour que viene.

© Brendan Ryan
Estos tres ciclistas apuntan sin duda a participar en el Tour. Está confirmado que Contador también estará en el Giro y en la presentación del Tour Nibali también dejó caer que le atraía un posible doblete. Que Quintana esté en Italia es más difícil, siendo un ciclista de 25 años al que Movistar intenta no sobrecargar. La sorpresa ayer la dio Chris Froome, que dijo que sopesaba cambiar Tour de Francia por Giro y Vuelta.
El líder del Sky es el ciclista peor parado por el recorrido de 2015. Desde que empezó a disputar la carrera con ambición de ganarla, el peor puesto de Froome en una contrarreloj del Tour ha sido el segundo. Pese a que ha sufrido con las escarpadas cronos de la Vuelta, Froome es un gran especialista, el mejor de todos sus rivales.
Ante candidatos como Nibali, Contador y Quintana, esa es la baza principal del británico, que en todas sus grandes vueltas, incluso en las más dominantes, ha terminado por ceder algo de tiempo en una etapa de montaña. Sin ir más lejos, en la última subida del Tour a Alpe d’Huez, final de la penúltima etapa en la próxima edición, Froome perdió un minuto con Quintana (aun así, su precedente es mejor que el de Nibali, que solo lo subió una vez, en 2008, y entró a 17 minutos del ganador).
El Giro 2015 tiene una contrarreloj de casi 60 kilómetros en la que Chris Froome puede volar, un recorrido bellísimo y una relevancia internacional creciente en los últimos años. La cuestión es si Sky se puede permitir que su mejor ciclista no esté en el Tour de Francia, una vez que las opciones de Wiggins, Porte y König de hacer algo grande en la próxima Grand Bouclé son remotas. Para el equipo que dirige Dave Brailsford, el Tour siempre ha sido lo primero y lo innegociable, la carrera más seguida en Reino Unido con mucha diferencia sobre la siguiente. Cuesta creer que vayan a dejar pasar la opción de un asalto a la prueba francesa.
Además, en Italia se encontraría con Contador y puede que también con Nibali y más rivales de altura. Froome ha caído dos veces este año con el madrileño, en el Dauphiné y en la Vuelta, y ayer no dudó en destacarle como el rival a batir en 2015. ¿Sería inteligente perderse la carrera más importante, en la que su equipo tiene más intereses comerciales, a cambio de una cita en el Giro con su rival más feroz? Froome debería verse sin ninguna opción de ganar el Tour 2015 para tomar una decisión así.
Mientras el keniata resuelve sus dudas, hay otros nombres que se presentarán a Utrecht con aspiraciones. Por ejemplo, Jean-Christophe Péraud y Thibaut Pinot, segundo y tercero en 2014, con suertes distintas con este recorrido: el veterano Péraud habría agradecido una buena contrarreloj, mientras que Pinot tiene que estar moderadamente contento con los tipos de subidas que incluye el recorrido y con que no haya ninguna gran bajada decisiva, a priori.
La ausencia de contrarreloj es catastrófica para Tejay Van Garderen, quinto clasificado en 2014, mientras que se ajusta perfectamente a las condiciones del Joaquim Rodríguez de hace dos años. El problema es que Purito ya tendrá 36 cuando empiece el Tour, uno más que Alejandro Valverde, a quien también le favorece el recorrido –a ambos les van fenomenal los muros de la primera semana con bonificaciones en meta– pero que llegará a Utrecht supeditado a Nairo Quintana.
Tony Martin está obligado a inventarse, de nuevo, una contrarreloj en línea para ganar una etapa pero también puede vestirse de amarillo el primer día; Cancellara podrá resarcirse de su discreta actuación en el pavés de este año; y los sprinters tendrán oportunidades y bonificaciones en la primera semana, pero difícilmente será suficiente para ponerse el maillot de líder. Así pinta el panorama del Tour a nueve meses vista, un periodo en el pueden cambiar tantas cosas como para que ninguno de los arriba mencionados dispute la prueba. Lo único seguro es que el Tour seguirá siendo el Tour
Ahí songo sorongo, no le dan opciones a Purito, pero, ojo… puede ser la carrera que Purito no ha ganado y este Tour puede ser,, puede ser para Purito!
Yo creo que es también un tour que le viene muy bien a Bardet.