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La temporada ciclista está en las últimas, e incluso el calendario francés va tocando a su fin. Y como siempre, antes de la disputa de la Chrono des Nations, le ha tocado el turno a la Paris-Tours. Una carrera histórica donde las haya, una clásica con todas las letras, que fuera del calendario WorldTour regala año tras año algunos de los mejores momentos de la temporada. Y este año no ha sido menos, con la inesperadísima victoria de Jelle Wallays.

En esta ocasión la prueba se ha visto marcada por la fuga vencedora. De buena mañana, cinco hombres tomaban cabeza de carrera. Thomas Voeckler (Europcar), Cessare Benedetti (NetApp – Endura), Kevin Van Melsen (Wanty – Groupe Gobert), Yoann Paillot (La Pomme Marsaille) y Jelle Wallays (Topsport Vlaanderen – Baloise), a los que se añadirían a la contra Julien Duval (Roubaix – Lille Métropole) y Pièrre Gouault (BigMat – Auber 93). Una escapada como cualquier otra, que por más que contase con el carismático excampeón francés no inquietaba en absoluto a un pelotón dispuesto a vivir un último duelo entre John Degenkolb (Giant – Shimano) y Arnaud Démare (FDJ.fr).

Con más de 200 km. por delante, la ventaja de los escapados se disparaba rápidamente hasta los siete minutos, hasta que los hombres de Spenkenbrink y Madiot tomaban las riendas. Colabroación por delante y colaboración por detrás. Llegado al momento caliente el pelotón estrechaba el cerco sobre los tres únicos supervivientes: Van Melsen, Voeckler y Wallays.

Tres hombres que se presentaban con más de un minuto de ventaja a la primera de las dos cotas destinadas a marcar la carrera, lugar donde Thomas Voeckler derramaba seguido de Jelle Wallays, mientras por detrás hacía lo propio Sep Vanmarcke cortando a dos de los aspirantes –el tricoleur Arnaud Démare y el driekleur Jens Debusschere– y dejando a John Degenkolb y Greg Van Avermaet con un único compañero cada uno. La distancia de cabeza de carrera se había reducido, pero la falta de entendimiento por detrás hacía que la ventaja se estabilizase tras la segunda de las cotas.

Tal era el caos que cuando Dylan Theuns (BMC Racing Team) y Ramon Sinkeldam (Giant – Shimano) se pusieron de acuerdo para dar comienzo a la caza, dejaron atrás a un grupo que acabó convirtiéndose en un pelotón tras una numerosísima reintegración. La carrera estaba ya delante. Un perro viejo como Voeckler contra un talentazo que nunca ha acabado de explotar como Wallays. Sin ataques de por medio y con mucho recelos se jugarían la carrera al sprint, y allí el joven flamenco no daba opción al francés y le superaba con claridad. El podio -ausencia de Voeckler aparte- lo completaba Jens Debusschere (Lotto – Belisol), un premio de consolación por el que no lucharon ni Degenkolb ni Démare, que entraron tranquilamente a meta felicitándose mutuamente por sus extraordinarias temporadas.

Si Noël Vantyghem pasó a la historia por su grandiosa frase de “entre Merckx y yo hemos ganado todas las clásicas: yo gané Paris-Tours, y él todas las demás”, Jelle Wallays pasará a la historia como el primer ciclista en alzarse vencedor de Paris-Tours Sub23 y Paris-Tours pro. Y lo ha hecho en un año que Topsport Vlaanderen – Baloise ha cuajado la mejor temporada de su historia reciente como equipo de formación; una campaña que podrá tener la guinda el próximo martes si Tom Van Asbroeck finaliza en el Top12 del Nationale Sluitingprijs y se alza con la general del EuropeTour. En estos momentos se encuentra empatado con Sonny Colbrelli con 708 puntos.

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