No puede haber mejor manera de poner el broche de oro a lo que era una gran temporada que terminar vistiendo el maillot arcoíris. Para Pauline Ferrand-Prevot (Francia) no es precisamente el primero, habiendo sido ya campeona del mundo tanto en carretera como en MTB en categoría junior. Sí lo es en élite, y parece que, a sus 22 años, la mejor ciclista de su generación en categorías inferiores está preparada para serlo también entre las profesionales. Su sprint de hoy, derrotando a ciclistas en teoría más rápidas que ella, muestra el fondo y la calidad de una corredora dispuesta a seguir marcando época.
El Mundial femenino élite de Ponferrada ha sido una carrera de vigilancia y no particularmente vistosa hasta las dos últimas vueltas. Alguna caída, control del grupo y escasez de intentos de escapada marcaron buena parte del desarrollo de la prueba. Las sucesivas vueltas fueron seleccionando el grupo pero no fue hasta las dos últimas, con el ataque de la australiana Rachel Neylan, cuando las cosas se empezaron a poner serias.
Se percibía el nerviosismo y las dudas en el pelotón por la atípica posición retrasada de Marianne Vos en muchos momentos. Lizzie Armitstead (Gran Bretaña) parecía especialmente mosqueada con el asunto, pero no tuvo la valentía de pasar más allá de un tímido tirón en el penúltimo paso por el Alto del Mirador para probar fuerzas. La lluvia comenzaba a caer sobre las corredoras al mismo tiempo que se iniciaban los ataques serios, particularmente por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña, y también Francia, muy activa con Audrey Cordon.
Selección – reagrupamiento. Esa fue la dinámica constante de los últimos kilómetros. Estaba claro que había que romper en el último paso por el Mirador para descartar las opciones de algunas corredoras muy rápidas que aún estaban allí; especialmente Shelley Olds (Estados Unidos) y Giorgia Bronzini (Italia). Dicho papel quedó para Emma Johansson. La sueca arrancó con decisión y pronto quedó clara la jerarquía de fuerzas. A su rueda solo pudieron salir Lizzie Armitstead (Gran Bretaña), Marianne Vos (Países Bajos) y Elisa Longo Borghini (Italia). Ferrand-Prevot coronaba a unos 5 segundos, y otro tanto después lo hacía una docena de corredoras.
Johansson volvió a intentarlo en el descenso, siendo responsabilidad de Vos el cerrar el hueco. Y otra vez más tuvo la neerlandesa que reaccionar cuando Longo Borghini lanzó su esperable ataque, siendo como era la más lenta del grupo. Las dudas y las vigilancias dieron oxígeno al pequeño grupo perseguidor, que las alcanzaba a un kilómetro de meta. Aquí quedó demostrado que al final de todo un Mundial el sprint es un juego imprevisible en el que las fuerzas cuentan más que la velocidad pura. Vos arrancó de lejos, y todos los ojos puestos estaban en si Olds o Bronzini serían capaces de remontarla. Ninguna de ellas. Mientras Marianne se venía abajo, Ferrand-Prevot emergía con fuerza de su rueda, sin que Brennauer ni Johansson fueran capaces de superarla en velocidad. Vive la France !
No entiendo lo que han hecho Armitstead, Longo Borghini y Johansson. Han dejado que les atrapará el grupo trasero en donde venían entre otras Bronzini, Olds, Brennauer y a la postre la campeona PFP. Si entiendo que Vos no haya querido entrar a relevos ya que en un principio es superior en el grupo de 4 o en “pelotón” aunque luego le haya salido rana ya que ha atacado a más de 300 metros. Creo que la sueca, la inglesa y la italiana se estarán tirando todavía de los pelos cuando han visto que Vos hoy no estaba tan imbatible como siempre y han dejado escapar la posibilidad de colgarse el oro y ponerse el arco iris.
Aparte de esto, la temporada de la francesa ha sido excelente, soberbia, sublime…compaginando monte con carretera y ganando en ambos sitios. Me he alegrado por ella ya que quizás le ha faltado suerte en algún momento de la temporada como en la Course by Le Tour de France en donde cayó en los últimos metros, al igual que en la crono por equipos de Ponferrada, además de algún reciente percance mecánico en su otra especialidad y de vivir toda la temporada a la larguísima sombra de la todopoderosa Marianne Vos. Un 10 para la bella PFP.
Supongo que su actitud ha estado condicionada por la “mariannitis”. A Vos no le gustaba nada la opción de jugársela con Bronzini, quien ya le ha levantado dos Mundiales, así que intentarían jugar con los nervios de la neerlandesa a ver si esta tiraba y se gastaba. A la postre se lamentarán porque Vos llegó vacía, como ella misma ha reconocido, pero es normal que le tengan miedo.
Entiendo que hables de “mariannitis” y es lógico que tuviesen miedo de tirar para acabar perdiendo el oro pero menos lógico veo que dejasen de tirar y que les cogiese un grupo donde venían dos de las mejores sprinters del mundo como Bronzini y Olds y gente rápida como PFP, Cromwell, Brennauer o incluso Villumsen pasando sus probabilidades de medalla de un 25% a menos de un 10%. Supongo que hablar de esto tumbado en el sofa de mi casa es algo más fácil que estar allí.
Pues para mí Lizzie corrió con mucha cabeza, moviéndose siempre en la parte delantera y saliendo según quien… en un Mundial sólo tienes una o dos cartas que jugar, si te equivocas se acabó, por otra parte la mayoría de las primeras en el sprint fueron corredoras que no asomaron la cabeza en ningún momento, esperando lo que al final pasó y tuvieron suerte…(se nota que soy fan de Lizzie eh…? jejejejj)
Realmente corrió muy bien, demasiado en cabeza para mi gusto pero muy atenta y dando muy buenas sensaciones. Aunque repito, quizas le faltó un poco más de ganas, hambre, olfato, llámalo como quieras en los últimos 1500 metros, al igual que a Borguini y Johannson todo sea dicho. Y visto lo visto a Vos también.