estrella5

 

 

Alexander Kristoff (Noruega)

Sin duda una de las grandes revelaciones de la temporada si no la mayor. Sus seis victorias de la temporada pasada han quedado en nada comparado con las 14 que ha conseguido esta temporada. La cantidad ya de por sí impresiona, solo Andre Greipel ha ganado más que él este año, pero es que encima hay que pararse a ver la calidad de dichas victorias.

En marzo se hizo con su primer monumento, La Milano-Sanremo. 294 kilómetros con subidas en el tramo final que no fue para nada sencillo y en el que superó a todo un especialista de los sprints agónicos como Fabian Cancellara. Tras seguir consiguiendo victorias, sobre todo tiranizando las carreras noruegas, visitó por segunda vez en su carrera el Tour de Francia. Allí estrenó su palmarés en las grandes vueltas, venciendo una etapa salpicada con puertos en la parte final y una de las más largas de la edición, demostrando que sufrir para rematar es una de sus especialidades. Todavía le faltaba, eso sí, tiranizar la Artic Race of Norway. Allí ganó dos de las cuatro etapas y fue segundo de la general, codeándose en los finales en alto con escaladores de primer nivel, en toda una exhibición de poderío y fuerza. También hay que sumar a su palmarés de este año la Vattenfal Cyclassics, donde superó a Lobato, Kittel, Gerrans o Cavendish, entre otros.

Con un mundial que parece carece de una dureza excesiva, el kilometraje largo y muchos países buscando controlar la carrera para que la llegada sea lo más masiva posible, parece que a Kristoff le puede venir que ni pintado. Dos grandes compañeros como son Nordhaug y Boasson Hagen le ayudarán atajando cortes y haciendo labor de desgaste. En caso de que un grupo grande llegue, Kristoff las tendrá todas consigo para coronar su temporada y consolidarse como el mejor sprinter en carreras de un día. Está ante una oportunidad única, veremos si es capaz de aprovecharla.

Foto © Le Tour

© Le Tour

estrella4

 

 

John Degenkolb (Alemania)

A nadie sorprende ya el rendimiento superlativo de John Degenkolb durante esta temporada. Nueve victorias entre las que destaca una sensacional Gent- Wevelgem, clásica larga y dura, salpicada de repechos, adoquines y trampas. Si a eso le sumas que ha dominado con mano dura las llegadas en la Vuelta a España, sumando cuatro victorias y el maillot de la regularidad, obtienes como resultado a un ciclista en forma -habrá que ver cómo ha recuperado sus problemas lumbares- y sobre todo, rebosante de confianza.

Con una selección alemana de nueve hombres, cargada de rodadores potentes y gente de su confianza, el objetivo será sobrevivir a las embestidas continuas de los más valientes y peleones para intentar que un grupo lo menos selecto posible alcance la meta. Pero Degenkolb no es un sprinter al uso. Ha demostrado en más de una ocasión que le va la marcha y que puede sobrevivir a una carrera más dura de lo esperado, subiendo muy bien los repechos duros con toda su potencia. Por eso, su calidad es un arma de doble filo. No será fácil deshacerse de él durante la carrera ni superarle por velocidad cerca de la meta.

Ayer Degenkolb se ganó todo el respeto del mundo de cara a ediciones venideras ©teamgiantshimano.com

© teamgiantshimano.com

Simon Gerrans (Australia)

Si algo caracteriza a Gerrans, es su capacidad para ganar en grandes escenarios. Vencedor este año de un todo un Monumento como es la Liège-Bastonge-Liège, su mejor momento de la temporada parece ser el que atraviesa ahora mismo. Tras abandonar el Tour y la Clásica San Sebastián sin victorias, se tomó un pequeño descanso y volvió en Cyclassics para preparar el mundial. Allí fue tercero y parece ser que cogió confianza. Hace apenas dos semanas, tiranizó las clásicas canadienses, logrando allí el primer doblete de la historia en Québec y Montréal.

Su selección girará en torno a él aunque con alternativas, su calidad en este tipo de carreras es indiscutible y su remate y oportunismo son únicos. Si alguien a quien no quieres ver metido en un grupo pequeño donde se resuelva una gran carrera, ese es Gerrans. El domingo se juega completar ese palmarés tan selecto que está consiguiendo. Un arcoíris justifica cualquier carrera deportiva, en el caso del aussie, le daría más lastre aún a la trayectoria de un ciclista tan especial como él.

Simon Gerrans tuvo en el miedo de sus rivales su punto fuerte. Foto © © Presse Sports/S.Boué

© Presse Sports/S.Boué

estrella3

 

 

Greg Van Avermaet (Bélgica)

Hace escasamente un mes nadie hubiese apostado por el ciclista flamenco. Su falta de remate era un hándicap demasiado importante como para poderse aupar a una consideración de favorito para la cita de Ponferrada. Pero contra todo pronóstico durante las últimas semanas ha recuperado el olfato ganador con sus victorias en Geraardsbergen, Namur y Haagt.

Un clasicómano de tomo y lomo, con una interesantísima lectura de carrera y todavía mayor punta de velocidad que llegará a los últimos kilómetros con opciones en carrera. Será la principal carta de una selección belga con múltiples y variadas opciones a la victoria, y en su caso sus opciones pasan por moverse a por la victoria antes del sprint. Así es como siempre lo ha hecho, ganará o no, pero parece claro que una vez más estará en el ajo.

Fabian Cancellara (Suiza)

Un Mundial en Ruta vale más que cuatro Mundiales Contrarreloj. Bajo esa premisa, el suizo desestimó luchar por un nuevo arcoíris contra el crono, concentrando esfuerzos en la carrera del domingo. Desde que en Primavera volviese a ser uno de los grandes nombres de las clásicas de los adoquines con su tercera victoria en De Ronde van Vlaanderen y su 12º podio consecutivo en los Monumentos. Superado por Martin en la crono en el Tour, su única victoria desde entonces data del nacional en la disciplina.

Poco parece importarle a Espartaco. Si gana un Mundial su trayectoria deportiva estará por fin completa y pasará a convertirse por derecho propio en uno de los grandes de la historia. Esperemos encontrar el corredor de raza de los grandes días; aquel que huele la sangre, destroza rivales con su potencia y en última instancia con su nueva arma, el sprint. Ya lo comentamos el año pasado, la justicia poética demanda un Mundial para Fabian Cancellara.

Alejandro Valverde (España)

34 años y cinco veces subiéndose al podio, que le acreditan como el ciclista con más medallas en la prueba, se presenta el murciano en Ponferrada. Experiencia no le va a faltar, eterno favorito a ganar el Campeonato del Mundo esta es posiblemente su última oportunidad de enfundarse el arcoíris. Flecha Valona y Clásica de San Sebastián dan crédito de sus opciones, así como buenas actuaciones en Tour y Vuelta, donde volvió a quedarse a las puertas de luchar por victoria para alimentar discusiones entre críticos e incondicionales del Bala. Porque guste o no, Valverde no deja indiferente a nadie.

En Ponferrada solo vale ganar, han sido muchas grandes actuaciones sin el premio de la victoria, lejos queda el Mundial de Hamilton, en 2003, donde ganó el sprint para quedar segundo tras otro español, el olvidado Igor Astarloa. Más cerca queda cuando el año pasado no siguió la rueda lusa que se llevaría el oro para enfado de su compañero Purito. El catalán, que parece haber olvidado el mal trago, y con las lágrimas del podio bien secas, será el principal ayudante del “Bala” para lograr la victoria.

estrella2

 

 

Philippe Gilbert (Bélgica)

Ya hace tiempo que el valón ha pasado a ser considerado un ciclista-mundial. Da igual lo irregular de su año, da igual sus resultados en las clásicas de cotas, cuando llegue la cita con el arcobaleno, será uno de los grandes candidatos a la victoria. Este año mostró su grandísima calidad en Primavera conquistando por tercera vez el Cauberg, para días más tarde sucumbir en Huy y Ans. Volvió a desdeñar el Tour, y en la Vuelta pasó desapercibido, su presencia en la ronda española tenía otros objetivos. Puede no ser la primera baza de la potentísima selección belga, pero su figura siempre es una de aquellas con las que hay que controlar.

Peter Sagan (Eslovaquia)

Las sensaciones previas al mundial no son las mejores para el eslovaco. No ha ganado nada desde el campeonato eslovaco y vino a La Vuelta con un estado de forma que no le valió para luchar por victorias ni para lucirse como acostumbra a hacer. Los hermanos Velits son todo su equipo en esta carrera, por lo que tendrá que hacer gran parte de la guerra por su cuenta, eligiendo el momento bueno para atacar o filtrarse en un buen corte. A pesar de todo, Sagan es uno de los hombres más letales y peligrosos del pelotón. Si su posición en carrera es buena y su motivación en los momento decisivos alta, podría dar un golpe sobre la mesa y hacerse con el arcoíris.

Rui Costa (Portugal)

La maldición del arcoíris ha dejado al portugués con solo dos victorias en todo el año. Incontables tiros al palo y mala suerte a lo largo de la temporada sembraron dudas sobre el renidmiento del campeón del mundo, pero parece que su gira por Canadá las ha despejado. Con capacidad para hacerse con grandes victorias, es un ciclista con similitudes a Gerrans, aunque con una punta de velocidad menor, que le hace menos peligroso cuanto mayor sea el grupo que se juegue la victoria. Su astucia y saber hacer en finales tácticos bien podrían volver a valerle un podio en esta carrera. No lo tendrá fácil para repetir, pero ya el año pasado eran pocos los que contaban con él y lo consiguió igualmente.

Michal Kwiatkowski (Polonia)

El todoterreno polaco. No hay otra manera de describir a Kwiato, capaz de pelear por casi cualquier carrera que se proponga y con una punta de velocidad más que respetable. Vencedor en Strade Bianche, podio en Fecha Valona y Liège, sigue creciendo y yendo a más. Aunque tenga ocho compañeros de equipo, no debe limitarse a esperar. Necesita que algunos de los mejores sprinters se descuelguen y desaparezcan de la pelea por la victoria para tener más opciones. La guerra entre gente con más opciones que él puede favorecerle de cara a probar estrategias distintas y, pro supuesto, sus cualidades le permitirían llegar solo a meta si ataca en la última subida y consigue algo de ventaja.

estrella1

 

 

Sylvain Chavanel (Francia)

Temporada dura y agridulce para el francés que parece que está salvando a última hora. Su victoria en Plouay y su Tour de Gran Bretaña demuestran que su estado de forma en este cierre de temporada es óptimo. Alternativa ideal para jugar al ataque en una Francia que confía igualmente en el sprint de Nacer Bouhanni.

Sep Vanmarcke (Bélgica)

Otra de las muchas cartas que puede jugar la selección belga es la de Seo Vanmarcke. Experto en clásicas, con buen remate y muy peligroso si se filtra en un corte. La vigilancia de los demás a hombres como Gilbert o Van Avermaet puede jugar a su favor a la hora de ser un tapado para los belgas.

Michael Matthews (Australia)

La opción B de una selección que tiene muy claro a lo que quiere jugar. Se antoja complicado que Matthews acabe disputando el final para los aussies, pero si cualquier cosa la ocurriera a Gerrans, la juventud, el descaro y la velocidad de Bling serán la bala en la recámara de los australianos.

Ramunas Navardauskas (Lituania)

Con Ignatas Konovalovas de escudero y ataviado con un maillot casi idéntico al de la selección española tomará la salida el lituano. Con uno de los motores más potentes del pelotón internacional, un estacazo en la última subida, unos segundos de renta, una potente bajada y un poco de sufrimiento en el llano le pueden dar una victoria que sería sensacional. De los grandes tapados, es uno de los que más problemas podría darle al pelotón.

Zdenêk Stybar (República Checa)

Campeón del mundo de ciclocross, si consiguiera hacerse también con el mundial de ruta, saltaría directamente a los libros de historia siendo el primer ciclista -Marianne Vos aparte- en conseguirlo. Jan Barta y Petr Vakoc completan una selección corta pero de calidad. Jugar al ataque debe ser una obligación para alguien valiente, rápido y muy bueno.