Al igual que en la etapa de La Farrapona, aunque hoy eran de menor entidad, la presencia de puertos de paso nos ha hecho vivir una última ascensión donde poco tiempo ha habido para miradas y ahorros de fuerzas. El desgaste ha vuelto a hacer su mella en una jornada en que, esta vez sí, los ciclistas han sido generosos desde el mismo inicio del puerto -y no podía pedirse mucho más teniendo en cuenta que Ancares era, de largo, la subida más dura del día-. El esperado duelo Contador – Froome se ha terminado decantando a favor del de Tinkoff – Saxo en un final cuya clasificación habla por sí sola: los 5 primeros de la general lo han sido también de la etapa, en idéntico orden.

Poca repercusión ha tenido la escapada. Przemyslaw Niemiec (Lampre – Merida), Jérôme Copper (Cofidis) y Maxime Mederel (Europcar), acompañados en primera instancia por Laurens Ten Dam (Belkin) y George Bennet (Cannondale), y a los que después se unió Wout Poels (Omega Pharma – Quick Step), no preocupaban a un pelotón en el que Team Sky impuso un ritmo en Folgueiras de Aigas que los dejó a tiro de piedra.

Coronado ese paso, solamente quedaba el descenso para encarar las primeras rampas de Ancares. Uno por uno, los fugados iban siendo neutralizados por un grupo cada vez más pequeño, siendo Niemec el último superviviente. Kennaugh, Siutsou y finalmente Deignan diezmaron el pelotón a la espera del turno de Froome, pero fue Joaquim Rodríguez quien se adelantó al movimiento. El de Katusha jugó su apuesta por la etapa y el podio de la única manera que le quedaba: desde abajo y sin nada que perder. A 9 kilómetros de meta, ya con rampas sostenidas constatemente por encima del 10 %, se iba en solitario.

Alejandro Valverde (Movistar) realizó su lógica reacción para defender su podio, pero Rodríguez continuaba con un hueco en torno a los 20 segundos hasta que Froome decidió que era su momento. Una arrancada que a Contador pareció costarle en un principio y que a Valverde, tras salir a rueda inmediatamente, le rompió. Aru ya había cedido antes y la aceleración formó un terceto en cabeza con Froome, Contador y Rodríguez, alcanzado. Siempre en ese orden y siempre con Froome probando al líder de forma incansable.

Purito tuvo que terminar por ceder antes de llegar al descansillo del puerto previo a los 3 kilómetros finales, hasta el punto de ser superado por Valverde, pero Contador ya parecía haberle cogido la medida al ritmo de Froome a esas alturas de subida. La situación parecía estable pero, sobrepasado el triángulo rojo, el británico aún lo intentó otras dos veces más, visiblemente cansado ya y con gesto extenuado. Alberto Contador, deseoso de demostrar a su gran rival quién era el más fuerte, demarró hacia la victoria en los últimos centenares de metros. Sus nerviosas miradas hacia atrás parecían denotar cierta desconfianza en sus fuerzas, pero el hueco fue suficiente para saborear con tranquilidad la victoria. A falta del trámite de la minicrono final, la Vuelta a España ya es suya.

Foto: La Vuelta

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