Con la baja forma que ha venido demostrando estos pasados días Peter Sagan (Cannondale), parecía muy complicado que el equipo italiano se fuese de su última gran vuelta con buenas noticias. Sin embargo, el hombre más combativo del pasado Tour de Francia, Alessandro De Marchi, ha acabado con estos pronósticos pesimistas y se ha alzado con la mejor victoria de su carrera al culminar una escapada.

Sabiendo que la etapa de hoy tenía un final muy difícil de controlar, el inicio de la etapa ha sido con diferencia, el más movido en lo que llevamos de Vuelta. Esta vez, la escapada no se formó a la primera. Tuvieron que pasar cuarenta kilómetros y varios intentos para que finalmente Ryder Hesjedal (Grmin – Sharp), Johann Tschopp (IAM Cycling), Alessandro De Marchi (Cannondale) y Hubert Dupont (AG2R La Mondiale) pudieran conseguir algo de distancia respecto al pelotón.

Un pelotón en el que las caidas han hecho los primeros estragos desde que empezase la carrera. Ha sido en la séptima etapa cuando han llegado los primeros abandonos, siendo Ivan Santaromita (Orica GreenEdge), Aleksejs Saramotins (IAM Cycling) y Bryan Nauleau (Europcar) los primeros afectados. También se han visto involucrados en caídas hombres importantes como Sergio Pardilla (MTN – Qhubeka), el maillot verde, John Degenkolb (Giant – Shimano) y un Chris Froome (Sky) que ha tenido sus problemas para volver a reintegrarse al pelotón en un primer momento.

Estas caídas hicieron que en el pelotón hubiese un parón que los fugados supieron aprovechar. La ventaja de los escapados llegó a superar los siete minutos, y en un terreno en el que los tramos llanos eran bastante escasos, esto resulto decisivo. Lampre – Merida y Trek, que no fueron capaces de tener a un representante en la fuga, fueron quienes más trabajaron por dar caza a los escapados, pero su esfuerzo resultó en vano, y nunca llegaron a rebajar la ventaja de los tres minutos.

De esta forma, la victoria se la jugarían los cuatro de delante. Una victoria en la que se irían descartando corredores de uno en uno, y en un tramo de apenas dos kilómetros. A quince del final, un despiste en el descenso de Dupont, le costaría perder contacto con sus compañeros. Apenas unos metros después, Hesjedal se iba al suelo al tomar una curva, y tras quedarse solos en cabeza De Marchi y Tschopp, el italiano, aprovechando uno de los muchos repechos sin puntuar del final, lanzaba un ataque ante el que no pudo hacer nada el hombre de IAM Cycling.

Los últimos trece kilómetros fueron una exhibición de De Marchi, que llegó con más de minuto y medio de ventaja respecto a sus perseguidores. En el pelotón, a pesar de ya no haber bonificaciones en meta, se disputaron a tope los últimos metros. El que más provecho saco de esto, fue un Froome que arañó tres segundos al resto de sus rivales, dando a entender que la caída del principio de etapa no fue demasiado grave.

DeMarchi-Vuelta