El nuevo Joop Zoetemelk. Una sentencia tan firme que colmaría la ansiedad generada en los Países Bajos por la búsqueda de un relevo que cubriera la esperanza por reeditar victoria en los Campos Elíseos de París. Así dio comienzo su trayectoria, como la de un potencial ganador del Tour de Francia neerlandés más joven, mejor escalador y contrarrelojista que su antecesor, aptitudes que desbordaron las expectativas 25 años después del triunfo de Zoetemelk descargadas sobre los hombros de un novato, los de Robert Gesink (Varsseveld, 1986).
Un traje a medida preestablecido por otra parte de forma justificada, los logros desde junior a sub23 y su posterior paso a profesionales en el Rabobank le acreditaban. En esta etapa lograría el campeonato nacional junior contra el cronómetro, victorias en la Settimana Lombarda o Circuito Montañés siendo además 2º en el Tour del Porvenir 2006 tras Moisés Dueñas, para un año más tarde debutar como pro finalizando 2º en el Tour de Polonia y en 2008 estrenarse en su primera grande por etapas, la Vuelta a España, que finalizaría 7º con 22 años. En 2009 regresaría para ser 6º y su esperada aparición en el Tour no llegaría hasta 2010, donde acabaría 4º. No había techo para Gesink.
4 temporadas como eterna promesa
El inicio de la temporada 2011 estaba marcado como el año que debía optar por fin a la victoria de la ronda francesa, vencería en Omán, sería 2º en la Tirreno – Adriático, 3º en la Vuelta al País Vasco y completaría una actuación brillante en las etapas de alta montaña en el Dauphiné Libèrè previo al Tour, “sí se decían muchas cosas sobre lo que sería capaz de hacer, tenía 24 años y se hablaba de mí como un posible ganador de muchos años seguidos, al final todo se reducía a que o ganaba o era un completo fracaso, así lo percibí en aquel momento”, terminando aquel Tour como el primer Rabobank en la posición 32º y un desencuentro que se mantuvo durante los años siguientes.
“Se sobredimensionó mi figura porque no había otros referentes de este tipo de perfil de corredor, no había otros, solo yo”, acusando una responsabilidad que le vino grande y que nunca logró superar el peso de ser el elegido, “no podía controlar lo que se comentaba en mi país, siempre dije a los que me conocían que rendía mejor en carreras de una semana tipo Vuelta al País Vasco, con montaña muy dura y con cronos muy largas, de repente verme como favorito al Tour era algo bonito pero no era real”.
A finales de año sufriría una accidente en el que se fracturaría el fémur de su pierna derecha, “fue el remate a una temporada muy larga, sentía que apenas disfrutaba encima de la bicicleta y la lesión me desanimó bastante”, contrariando la planificación para 2012, consistente en doblar Giro-Tour, la rehabilitación fue más lenta de lo esperado aunque eficaz, “verdaderamente me recuperé bien pero se hizo muy largo, tenía ganas de correr en el Giro de Italia pero por culpa de la lesión tuve que cambiar mi calendario”, aún así su camino hacia el Tour de nuevo se cubrió de luces, “no esperaba ganar el Tour de California ni hacer 4º en el Tour de Suiza, entonces volvieron a sonar las campanas de ser favorito”.
En la Toussuire, la undécima etapa del Tour de Francia’12, abandonaría por lesión en el tórax, “fue devastador a nivel mental y físico, sufrí caídas la primera semana y apenas podía mantenerme firme en la bicicleta, estaba hundido porque veía que todo lo que había trabajado por estar allí no lo veía recompensado, de nuevo había fracasado”, mazazo en su confianza que maquilló en la Vuelta terminando en 6ª posición una vez más pero con un gusto amargo porque el Tour le daba la espalda. 2013, el año que conoció el Giro, fue el reflejo fiel de su verdadero estado, “no era feliz, aunque siempre demostré mi profesionalidad en todo momento por mis compañeros y el equipo”.
2014, la operación de corazón y el cambio de mentalidad
Tras un inicio de temporada con un papel aceptable tanto en el Tour Down Under como Omán, 6º y 5º respectivamente, las dudas aparecieron en Tirreno – Adriático y se confirmaron en la Vuelta al País Vasco donde abandonaría en ambas, pero nada hacía presagiar que el problema de fondo era más grave de lo que cabía esperar, “ya había tenido malas sensaciones en T-A y en P-V se acrecentaron aún más, hicimos una primera exploración y me diagnosticaron una arritmia cardíaca“. Fue rápidamente intervenido para preservar su salud, “no pensaba en nada más que en que todo saliera bien, tanto por mi como por mi familia, el resto era secundario”.
El resultado de la operación fue satisfactorio y tras varios exámenes posteriores se dictaminó que su estado físico estaba en óptimas condiciones para regresar a la alta competición, “fue una gran noticia pero a la vez un peso que me quitaba de encima, saber que estaba bien era lo más importante”, valorando a su vez el nuevo rol a desempeñar en el equipo,”tengo 28 años y me siento joven pero ya no noto la presión sobre mis hombros de tener un exigencia, he pasado por un trance crítico y creo que esto me va a servir para relativizar lo realmente importante en el futuro”. Tampoco desdeña su función de líder a pesar de no sentirse como tal, “sigo aprendiendo, soy de la generación de Mollema, solo tengo un año más que Kruijswijk y 6 menos que Ten Dam que son junto con Kelderman la base del equipo”, acaparando a su vez más responsabilidad no solo en competición, “así lo creo y así lo acepto, de hecho a Wilco [Kelderman] muchas veces le digo que no escuche a los veteranos, el joven debe ser libre para tomar sus propias decisiones, de ellas aprenderá más que cualquier cosa que le pueda decir”.
Otra gran noticia tras su regreso fue la confirmación de un nuevo patrocinador que garantizaba la existencia del equipo neerlandés al menos por dos temporadas más,”es muy importante el apoyo de Lotto NL- BrandLoyalty, nos permite mantener la misma estructura, el calendario WT y una salida para los jóvenes de nuestro país, es una satisfacción y a la vez tranquilidad”, asegurando que a mediados de temporada el futuro era incierto, “tuve ofertas importantes de otros equipos pero esperé, llevo toda mi vida en este equipo, somos una familia y por mi parte nunca les traicionaré”.
Vuelta a España
Cuenta su cuarta participación y que considera que dentro de las tres grandes la que más se ajustado a su manera de correr, “siempre se me ha dado bien, además mi zona de entrenamientos está en Girona y estoy habituado al clima y al tipo de montaña que hay”. El objetivo principal es llegar a Santiago de Compostela entre los diez primeros, “tenemos tres opciones en la general con Kelderman, Ten Dam y yo, que personalmente llego en muy buena forma tras el Tour de Polonia (8º)”, apuntando además cual será a su juicio el momento decisivo de la carrera, “la primera semana y la segunda son duras pero no tan selectivas, ni la crono ni los puertos lo serán como la última semana en el tríptico de Asturias, allí quien haya guardado más será el vencedor de esta Vuelta”.
Tipico corredor fuerte fisicamente (exceptuando su problema cardiaco del que esperemos que se haya recuperado), pero mentalmente poco preparado para la presión, que en Holanda debe ser asfixiante tambien, a todos los Rabobank-Belkin les ocurre lo mismo… Mollema, Kruiswijk… mejor que se dedique a ser gregario y desde una posición secundaria ver hasta donde llega, una reconversión tipo Kreuziger en Tinkoff