Como hace dos años en Pamplona, Movistar ha empezado la Vuelta dominando la contrarreloj por equipos inicial, colocando como entonces como líder inicial a su mejor corredor en la especialidad, un Jonathan Castroviejo que llevó en volandas al equipo en la recta final con un potentísimo relevo final. Una victoria que ratifica al equipo español como patrón inicial de la carrera, siendo el único que parte con una bicefalia, Quintana-Valverde, y con un ‘nueve’ de campanillas para rodearlos.

Jonathan Castroviejo, en pleno calentamiento para la CRE (Foto: Iraia Calvo)

Jonathan Castroviejo, en pleno calentamiento para la CRE (Foto: Iraia Calvo)

El recorrido que la Vuelta había propuesto para Jerez ha estado a punto de romper todos los pronósticos. Veinte rotondas, pocas rectas y un inicio adoquinado por el centro de la ciudad jerezana no permitían rodar con potencia a los mejores especialistas. Presos de semejante gimcana, ni el Omega Pharma-Quick Step de Tony Martin ni el Trek Factory Racing de Fabian Cancellara no lograron batir al mejor tiempo marcado en los compases iniciales por el Cannondale.

Parecía que el tiempo del equipo de Peter Sagan, superando por centésimas a los siempre competitivos en la especialidad aussies del Orica-GreenEdge, iba a valer para la victoria, pero Movistar les quito la gloria en el último suspiro. Un equipo en proceso de desintegración, pues la marca de bicis norteamericana va a integrarse en el Garmin, a punto de llevarse el triunfo que consagra la colectividad en el ciclismo habría sido un curioso inicio para una Vuelta que debe disfrutar de una de las mejores participaciones de la historia.

Antes, se vio un puñado de equipos luchando por evitar las caídas y llegar enteros a meta, y otros tantos luchando con impotencia sin lograr acercarse a los mejores tiempos, un espectáculo algo decepcionante para iniciar la carrera. Diferencias en todo caso estrechas apenas condicionan la general, con todos los favoritos salvando la jornada y no demasiado lejos de Nairo Quintana y Alejandro Valverde, colocados en una cómoda ‘pole position’ en la ciudad de la velocidad del motociclismo.