Chris Froome era el principal favorito al Tour de Francia, su condición de campeón así lo requería. Las sensaciones durante el año nunca fueron buenas, pero destellos durante el Dauphiné le habían devuelto su condición de candidato número uno. Pero tras una primera caída en los días previos, camino de Arenberg todo se acabó de torcer y una segunda caída le obligó a poner pie a tierra y abandonar la carrera. Era momento de replantearse el último tercio de la temporada.

chris froome

La fractura de muñeca y mano estaba todavía sobrevolando la ronda francesa cuando Sir David Brailsford hizo el anuncio de que Chris Froome correría la Vuelta a España, y tras algunos días de especulaciones, el propio corredor refrendó las declaraciones del manager británico, así que se repetirá el escenario de 2011 en el que Bradley Wiggins, líder del Team Sky para el Tour, fijaba su objetivo en la Vuelta tras abandonar la carrera francesa. Y todos sabemos cómo acabó.

Así pues, Chris Froome se presenta a la carrera con la necesidad de una victoria que enmiende una temporada decepcionante en la que las sombras han sido más intensas que las luces. Es por esto que, el Team Sky le acompañará con un equipo de garantías sabedor de que es su última oportunidad para salvar la temporada. Rodeado por Kennaugh, Rowe, Deignan, Nieve, Kiryienka, Siutsou, Knees y Cataldo tiene un equipo compensado a la par que solvente capaz controlar la carrera tanto en la montaña como en el llano, aunque lejos de ser la apisonadora de anteriores ocasiones.

Tres semanas de reválida para un corredor y un equipo que tienen en la TTT de 12,7 km en Jerez de la Frontera y la ITT de 36,7 km en tierras aragonesas un terreno idóneo para distanciar a sus principales rivales de cara a la lucha por la general, por más que en su caso el keniano tenga muchos más argumentos para acabar alzándose con la victoria final, tanto en los muros de final de etapa propicios para corredores explosivos como en ascensiones de mayor kilometraje y menor porcentaje donde hombres más diesel cobrarán protagonismo. En su caso ha demostrado estar capacitado para brillar en cualquiera de estos escenarios, siendo además el hombre a batir en todos ellos. Si Chris Froome es el de sus mejores días, es el gran favorito a la victoria.