Por fin ha llegado la alta montaña el Tour. Por fin es tiempo de Alpes, maillots abiertos y ciclistas sufriendo cuesta arriba. Tiempo de espectáculo al fin y al cabo. Y eso es lo que, por suerte, hemos vivido hoy. Una jornada de ciclismo espectacular y ofensivo, con movimientos lejanos y la victoria del más fuerte, del líder de la carrera, Vincenzo Nibali.
Pero antes de la diversión del puerto final de la etapa, se vivieron varios ataques de salida hasta que se formó la fuga. En el primer puerto de la etapa, la Croix de Montvieux, Jurgen Van Den Broeck (Lotto – Belisol) se caía sin especiales consecuencias mientras por delante tomaba ventaja un grupo de nueve ciclistas: Giovanni Visconti (Movistar), Alessandro de Marchi (Cannondale), Rudy Molard (Cofidis), Bartosz Huzarski (NetApp – Endura), Jan Bakelants (Omega Pharma – Quickstep), Brice Feillu (Bretagne – Séché Environnement), Daniel Oss (BMC), Blel Kadri (Ag2R – La Mondiale) y Kristijan Durasek (Trek Factory Racing).
En los casi 130 kilómetros llanos que separaban el primer puerto del siguiente, la Col de Palaquit (1ª categoría), vivimos un pulso entre los nueve y el pelotón donde nunca llegaron a dejarles más de cinco minutos de margen. Las noticias tristes de la jornada las han protagonizado Arthur Vichot (FDJ.fr), Janier Acevedo (Garmin – Sharp) y Daniel Navarro (Cofidis) que han abandonado siendo, para dejar peor sabor de boca aún, el cumpleaños del asturiano. En los kilómetros previos al puerto, los hombres de Katusha entraron a trabajar pensando en conseguir algunos puntos de la clasificación de la montaña para Purito Rodríguez. Rebajaron la distancia con la fuga hasta un minuto al principio del puerto, pero en ese momento saltó por delante De Marchi y comenzó a aumentar la renta por su cuenta. Seguido de cerca por Bakelants y por Luis Ángel Maté (Cofidis), que saltó por detrás, coronó con tres minutos sobre el pelotón.
En el descenso del puerto, Jakob Fuglsang (Astana) tenía una caída bastante fea y se descolgaba, dejando a Nibali con un compañero menos antes de la ascensión final. Ya en la aproximación al puerto, la FDJ.fr preparaba la entrada a Chamrousse (HC) pensando en Thibaut Pinot. En las primeras rampas del puerto, Movistar decidía darle continuidad al movimiento, aunque sus gregarios parecían bastante quemados solo John Gadret pudo trabajar decentemente durante una serie de kilómetros. Una vez Alejandro Valverde se quedó solo, esperó unos kilómetros, recargó energía, y atacó. A 10 kilómetros de meta, solo Pinot y Nibali pudieron seguirle. Por delante, Leopold König (NetApp – Endura) y Rafal Majka (Tinkoff – Saxo) habían saltado a buscar la etapa y superado ya a de Marchi.
Tras rodar unos kilómetros todos juntos (Con un Laurens Ten Dam, de Belkin, que venía intercalado), el tiburón decidió morder de nuevo. A seis y medio de meta soltó un ataque que nadie pudo seguir y, rápidamente, alcanzó a Konig y Majka. Valverde y Pinot, con problemas para entenderse, se tuvieron que contentar con atacarse y crear tensión entre ellos mientras Nibali se les iba. Y es que, efectivamente, l’Squalo ya había soltado a sus dos compañeros y rodaba en solitario a por su tercera victoria de etapa. Por detrás, Majka y Konig (que se cuela en el top ten de la general) cruzaban la meta por delante de Valverde y Pinot. Detrás de ellos, Van Garderen (BMC) y Bardet (Ag2R – La Mondiale) parecen ser los únicos capaces de pelear por el podio. En otro orden de cosas, Richie Porte (Team Sky) recibió en el puerto la visita del tío del Mazo y llegó con casi nueve minutos perdidos a meta.
¿TIENE EL ITALIANO NIBALI ADVERSARIOS EN ESTE TOUR TRAS LO CONTEMPLADO?
Fueron varias las emociones vividas en el curso de la decimotercera etapa, que era considerada importante cara a dilucidar un poco más por donde se encaminan los cauces de los corredores que poseen más opciones para ocupar los primeros lugares, que es lo que más se cotiza, en esta 101ª edición del Tour. A las primeras de cambio, sumergidos en pleno corazón de los Alpes, cabe destacar la actuación sólida, desenvuelta e inteligente del corredor transalpino Vincenzo Nibali, que lleva ya días comandando y dominando las alternativas que se van experimentando día tras día en la ronda francesa.