Llegados al primer día de descanso del Tour de Francia, los dos grandes favoritos a la victoria final están en sus casas recuperándose de las heridas que les han hecho abandonar la carrera. Diez días de selfies de aficionados, de caídas de favoritos, de victorias alemanas y de dominio de Nibali, quien se ha erigido como gran favorito después de mostrarse como el más fuerte en una primera semana difícil. Ayer, con Contador ya fuera de combate, y sin necesidad de hacerlo, atacó. Venció en La Planche en solitario, aumentando su ventaja con quienes quedan ahora como supuestos favoritos, y dando un golpe sobre la mesa para dejar claro quién manda en Francia este año.
Nibali ya era el tercero en discordia cuando se hablaba de la batalla dual entre Froome y Contador. Ahora con ambos fuera de combate sus opciones se multiplican, y más aun viendo su rendimiento hasta hoy y su actitud caníbal. No obstante, el allanamiento del camino también puede suponer una oportunidad para muchos ciclistas para dar otro color a la carrera, eran dos plazas casi aseguradas de podio y ahora han quedado libres. Quedará por ver si se respeta al italiano y la lucha está en conseguir una plaza para acompañarle en el podio, o si ante la mayor igualdad de fuerzas se producirá una revolución en el pelotón. Tras el italiano, el primer nombre que aparece en la clasificación general es Richie Porte, sobre él recae toda la responsabilidad del equipo Team Sky, al igual que sucediera el año pasado en el Giro con Rigoberto Urán, el fiel escudero de Chris Froome está ante la gran oportunidad de liderar a su equipo en una grande, habrá que ver hasta dónde llega su hambre y si es capaz de plantarle cara al siciliano. Sería el tercer Tour para los británicos con tres ciclistas diferentes.
Quien también tiene a tiro conseguir una plaza del podio es Alejandro Valverde, a casi tres minutos del italiano, la baja de los dos capos de la carrera le abre el camino a un objetivo que se le ha complicado durante toda su carrera. El podio sería un éxito y un gran colofón a su carrera a sus 34 años, pero lo cierto es que está ante una oportunidad única en su vida de lograr el triunfo. En Francia, los jóvenes Bardet y Pinot son la esperanza de volver a vencer en casa en un futuro, y aunque la buena primera semana de ambos permite ser optimistas a lograr éxitos antes de lo esperado, habrá que ver qué papel juega su juventud cuando la carrera madure. Otros dos franceses asoman en el top10, Jean Christophe Peraud buscará mantenerse ahí hasta el final mientras que Tony Gallopin ya obtuvo su día de gloria el 14 de julio.
También como favorito llegaba el campeón del mundo Rui Costa, que no ha estado fino en la primera semana y ya se dudaba de su capacidad para aguantar en la montaña. El americano Tejay Van Garderen ha probado el suelo en varias ocasiones pero se mantiene entre los favoritos al igual que Jürgen Van den Broeck, ambos tendrán la ocasión de dar una buena imagen tras los fracasos del anterior Tour. No fracasó pero se vino abajo la última semana un Bauke Mollema que es otro de los hombres que aunque con tiempo perdido se encuentra entre los puestos de honor. Sin olvidarnos de que en Alpes y Pirineos veremos a segundos espadas como Mikel Nieve o Jakob Fuglsang, a los impetuosos Michal Kwiatkowski o Pierre Rolland, a los siempre fiables Laurens Ten Dam o Haimar Zubeldia o al veterano Chris Horner o al renacido Purito Rodríguez. Un capo se ha erigido como líder del Tour, mucho respeto entre sus rivales, pero también una oportunidad única para un ramillete de ciclistas que deberán jugar sus cartas para lograr el éxito.
La lástima es que Porte y Valverde se conforman con el podium. Contador era el único ciclista al que verdaderamente solo le valía ganar. Ojalá mi pronóstico no se cumpla, pero espero etapas controladas por el equipo Astana hasta la mitad del último puerto y ataques de los aspirantes para jugarse el 2º y tercer puesto de la general entre ellos. A Nibali no creo que le ataquen de lejos, tratando de sorprender y haciendo apuestas arriesgadas. Me temo que será un Tour con poco aliciente desde el punto de vista del ganador y más o menos vistoso desde el punto de vista de la lucha por el podium y top ten.