Es el líder de Astana por derecho propio. Fabio Aru (Cerdeña, 1990) logró su primera victoria como profesional con un ataque sin mirar atrás en Montecampione, la ‘Montagna Pantani’. Un digno homenaje a ‘El Pirata’, otro más. Aru ya es cuarto en la general. El escalador italiano presentó su candidatura al podio. Quién sabe si a la maglia rosa. Candidato al triunfo final es Nairo Quintana, el mejor de los favoritos en Montecampione. Aventajó en 20 segundos a Rigoberto Urán –le recortó casi un minuto en dos días–, que sacó rédito a su sufrimiento.
El líder de la clasificación general entró en meta solo por detrás de Aru, Fabio Duarte (segundo), Quintana y Pierre Rolland (cuarto). Urán abrió un hueco de 15 segundos con Rafal Majka y de medio minuto respecto a Cadel Evans, Domenico Pozzovivo y Wilco Kelderman, los menos fuertes de entre los favoritos en la jornada ‘unipuerto’ del Giro. Un Giro que se aprieta y abre incógnitas ante la terrible y última semana de carrera.
‘Unipuerto’ por sus 200 kilómetros llanos previos a Montecampione. Una paliza que pasó factura. Sobre todo a los Neri Sottoli. “Si no ganamos nosotros, que no ganen otros”, debió pensar Luca Scinto. El capo del modesto equipo italiano castigó a sus chicos por no entrar en la fuga. Tal y como hizo el Androni – Venezuela camino de Savona, el Neri lideró al pelotón para tirar abajo la escapada. Humor amarillo, como el color de su maillot.
Una docena de valientes formaron la fuga casi de salida. Un nombre por encima de todos: Damiano Cunego. Sí, está en el Giro, pero tampoco fue su día. Il Piccolo Principe y sus compañeros de escapada contaron con una ventaja superior a los ocho minutos. El trabajo de Neri Sottoli y Omega Pharma – Quick Step enjugó la diferencia hasta los dos minutos poco antes de empezar Montecampione.
La fuga ya no pintaba nada en la lucha por la etapa. Cunego se resignó. No así Adam Hansen. El australiano cumple diez grandes vueltas consecutivas (acabó las nueve anteriores) y lo celebró con un buen arreón a pie de puerto. Hansen se encargó de seleccionar el grupo y aprovechó para lucir su nuevo modelo de zapatillas, unas bailarinas fashion que ha convertido en negocio. Cosas de la globalización.
André Cardoso, Rodolfo Torres y Fabio Felline fueron los únicos que aguantaron el ritmo de Hansen. Por detrás atacó Julián Arredondo, gran animador de la carrera. Generoso en el esfuerzo, el rey de la montaña no especula, nunca se esconde. Su movimiento provocó la reacción de los Bardiani – CSF. Saltaron Stefano Pirazzi y Edoardo Zardini. Solo resistió el segundo y no llegó demasiado lejos. Tampoco Arredondo.
Los equipos de los favoritos se pasaron la ‘patata caliente’ en cabeza del pelotón. Tiraron Movistar Team con José Herrada, BMC con Samuel Sánchez, Ag2r – La Mondiale con Alexis Vuillermoz, Omega con Wout Poels y Tinkoff – Saxo con Michael Rogers. A nueve kilómetros del final saltó Philip Deignan, que pasó como una moto a Cardoso y Arredondo. El irlandés aprovechó el tramo más suave de la subida para ganar medio minuto de ventaja.
En el grupo de la maglia rosa aguantaron 16 unidades hasta el descanso. Ivan Basso y Ryder Hesjedal, con la lengua fuera, cedieron los primeros. Rolland desencadenó la tempestad con un demarraje a cinco kilómetros de meta. Vestido de rosa, Urán despejó las dudas de Oropa. El líder probó sus fuerzas y las de los demás. Pero fue un ataque de tanteo. Un movimiento que dio paso a las miradas de indecisión y al clásico “tira tú que a mí me da la risa”. Un pulso sin sentido.
La falta de continuidad dio alas a Rolland y Duarte. Cazaron a Deignan, ya fundido, y se fueron a por la etapa. Por detrás llegó el ataque de verdad. Aru agitó el árbol con un duro demarraje a tres kilómetros de meta. Sin mirar atrás, el escalador italiano se llevó a Urán soldado a su rueda. Quintana reparó en la debilidad de los Evans, Majka, Pozzovivo y Kelderman. Cambió de ritmo y los dejó tirados. Como Aru, sin cadena, que dejó a Urán, Duarte y Rolland.
El líder de Movistar se encontró con el trío. Quintana reconoció la fatiga en Urán, aceleró y se fue para arriba. Le siguieron Duarte y Rolland. No pudieron con Aru. Brillante en la categoría dilettanti y en su debut en el Giro, al abrigo de Nibali, el sardo se presentó en sociedad con un gran triunfo en Montecampione. Su primera victoria como profesional. La primera de muchas. Seguro.
EL JOVEN ITALIANO FABIO ARU, ORIUNDO DE LA ISLA DE CERDEÑA, SE DA A CONOCER CON EFICACIA
Al fin la oportunidad llegó al ciclista transalpino Fabio Aru en esta decimoquinta etapa del Giro, que trasladó a los participantes a la estación de esquí del Pla di Campione, situada en la región de Lombardía, un punto que tuvo sus emociones y que nos delató abiertamente cuáles son los corredores con más opciones para ganar la ronda italiana. Una selección de valores se ha producido en esta etapa que nos ocupa hoy. El colombiano Rigoberto Urán, el actual líder, supo defenderse con eficacia y tenacidad en una jornada que se complicó en el último reducto que fraccionó al gran pelotón en varios grupos un tanto desperdigados. Cada vez son menos los que aspiran a la victoria absoluta final. Mañana será día de descanso. Cara a esta última semana que queda del Giro, cabe señalar la importancia que encierran las etapas 16ª, 18ª y 20ª, apuradamente montañosas. Son los Alpes. Destaquemos también la cronoescalada Bassano-Grappa (19ª). El veredicto justiciero, pues, está al caer.