La crono de Barolo había establecido diferencias. Demasiadas. Muchos eran, y son, los corredores necesitados de recuperar tiempo, y qué mejor que la primera oportunidad en la primera etapa propicia para ello. Camino de Oropa las ascensiones a Alpe Noveis y Belmonte aguardaban a un pelotón que se ‘ha fumado’ la primera y ha tenido en Pièrre Rolland (Europcar) y Ryder Hesjedal (Garmin – Sharp) honrosas excepciones. A dúo con compañeros ellos han sido los únicos en plantear nuevos escenarios en un día marcado por una fuga numerosísima en la que destacaban corredores como Edvald Boasson Hagen (Team Sky), Nicolas Roche (Tinkoff – Saxo), Ivan Santaromita (Orica – GreenEdge), Enrico Battaglin (Bardiani – CSF) o Tim Wellens (Lotto – Belisol).
Ellos eran parte de los 21 integrantes de una fuga que, a pesar del intento lejano de Roche en Bielmonte, parecía que iba a llegar compacta al pie de Oropa. Poco antes, al final del descenso, un movimiento de Albert Timmer (Giant – Shimano) y Manuel Quinziato (BMC Racing Team) les dejaba en cabeza con margen suficiente para soñar. El resto de la fuga perseguía con dudas a la vez que un pelotón guiado incomprensiblemente por la Cannondale reducía distancias con el grupo que Rolland -junto a Quemeneur y Björn Thurau- y Hesjedal formaban junto a Gorka Izagirre (Movistar Team) y Riccardo Zoidl (Trek Factory Racing).
Ha sido entonces cuando por primera vez en el Giro se han abierto de verdad las hostilidades entre los favoritos. Trek Factory Racing aumentó ostensiblemente el ritmo en favor de Robert Kiserlovski, un trabajo al que dio continuidad Ag2r – La Mondiale, pensando en un más que probable ataque de Domenico Pozzovivo. Un ataque telegrafiado que llegó a falta de cuatro kilómetros y al que respondió en primera persona Nairo Quintana (Movistar Team) e intentó aferrarse Wilco Kelderman (Belkin ProCycling). Cadel Evans (BMC Racing Team) y, sobre todo el líder Rigoberto Urán (Omega Pharma – Quick Step), sufrían y perdían terreno respecto al dúo formado por el italiano y el colombiano.
Por delante, mientras tanto, la fuga se rompió, y a Timmer, cabeza de carrera en solitario, se acercaban a pasos agigantados Dario Cataldo (Team Sky) y Jarlinson Pantano (Team Colombia). Parecía que ellos iban a ser los encargados de jugarse la victoria, pero poco después se les unió Jan Polanc (Lampre – Merida), un cuarteto que al ser captado por las cámaras de meta quedaba claro que podía no ser el que se jugase la victoria. El esloveno se vació pecando de novato mientras Cataldo y Pantano aguardaban con Timmer a rueda y Battaglin al acecho. Polanc y Timmer reventaron y Cataldo y Pantano lanzaron el sprint desde lejos. Un sprint mal calculado por parte de ambos, que veían como por detrás el corredor de la Bardini les fulminó en unos últimos 100 metros prodigiosos. A la victoria de Marco Canola en Rivarolo siguió en Oropa la de Enrico Battaglin, que repite triunfo tras su estreno en Serra San Bruno la pasada edición.
Por detrás todavía había mucho por decidir, aunque como había pasado instantes antes en la fuga el último kilómetro sirvió para minimizar diferencias. El esfuerzo de Rolland y Hesjedal les reportó apenas una quincena de segundos sobre Quintana, quien entró con 4″ sobre Aru y Pozzovivo y 8″ sobre Majka y Kelderman. Poco después llegó a meta Cadel Evans a 20″ guiado por un Wout Poels cuyo sprint en los metros sirvió para hacer perder 5″ a su jefe de filas y líder ante el australiano. A la postre, Rigoberto Urán cedió 25″ sobre su compatriota Quintana. Cuatro kilómetros de emoción y mucho que analizasr. Visto el Giro que llevábamos, con qué poco nos conformamos.
EL LIDER URÁN MUESTRA CIERTA DEBILIDAD EN LA SUBIDA AL SANTUARIO DE OROPA.
La decimocuarta etapa, con llegada a la cima del Santuario de Oropa, un alto de contundente dificultad, registró la victoria fulgurante del italiano Enrico Battaglin que en el último respiro superó a sus dos contrincantes más directos, su compatriota Dario Cataldo y el colombiano Jarlinson Pantano, clasificados en este orden. No en vano día tras día la caravana multicolor del Giro se va sumergiendo de lleno en las regiones alpinas, que nos vienen mostrando su peculiar dureza. El colombiano Rigoberto Urán sigue ostentando la elástica rosa de líder, aunque delató una cierta debilidad en la ascensión postrera de la jornada, jornada en la que perdió unos pocos segundos de tiempo que nos deja con alguna duda en nuestra mente cara a las etapas decisivas que se avecinan en los próximo días.