La carrera más táctica del calendario no defraudó con una sucesión de movimientos que dejaron una entretenida carrera con más de 60 kilómetros por cubrir. Del ataque de Tom Boonen a la mala actuación de Belkin Pro Cycling pasando por la mala suerte de BMC hasta llegar al Carrefour de l’Abre donde en vez de realizar la selección final se pasó a compactar la carrera una vez superado el último sector de cinco estrellas.
Ataque inesperado de Tom Boonen que condiciona la carrera
Al paso por Beauvry Tom Boonen lanzó un inesperado ataque, momento en el que por fin se lanzó la carrera. El cuatro veces ganador en Roubaix aprovechó el despiste y la mala posición del resto de favoritos para atacar mientras su compañero Stijn Vandenbergh hacía las veces de tapón. Rápidamente Tommeke alcanzó el medio minuto de ventaja llegando a cabeza de carrera donde figuraban entre otros Geraint Thomas o Maarten Tjallingii.
El ataque de Tom Boonen supuso el movimiento de otros corredores como Damien Gaudin, quinto en 2013, o un peón táctico como Thor Hushovd. El dúo se convirtió en el mejor aliado del belga que apenas contó con colaboración para sumarse al trabajo en cabeza. Ahí encontró el segundo obstáculo para que su movimiento llamase más al éxito que a la épica. El primero lo obtuvo con la mala suerte al pinchar justo cuando Omega Pharma – Quick Step aceleraba el ritmo provocando la primer gran selección pero el infortunio hizo que un paron reagrupase la carrera. Así, tras su ataque, Belkin Pro Cycling y Trek Factory Racing contaron con varios corredores para controlar el corte de Tom Boonen.
A pesar de todo, llegó a contar con casi un minuto de diferencia hasta que el ataque de Peter Sagan y el posterior movimiento de Sep Vanmarcke y Fabian Cancellara le alcanzase y dejase atrás.
Peter Sagan no esperó a Fabian Cancellara
Si sorprendente fue el ataque de Tom Boonen el de Peter Sagan lo ganó con creces. El eslovaco, muy guardado, aprovechó el ataque de Sep Vanmarcke en Pont – Thibaut para que este sirviese de lanzadera para el suyo. El grupo, sin reacción, sólo pudo contemplar como la estela de Peter Sagan se perdía en el horizonte con Maarten Wynants soldado a su rueda.
Alcanzado el grupo, y para mayor desesperación de Tom Boonen, un nuevo ataque le dejó en solitario al frente hasta la llegada de el Carrefour de l’Abre donde fue neutralizado por el corte de Sep Vanmarcke y Fabian Cancellara.
Camphin-en-Pèvele, punto selectivo
El dúo favorito de la Paris – Roubaix se encontró siempre contra las cuerdas. Ni Fabian Cancellara y Sep Vanmarcke lograron sacar algo de provecho del trabajo de sus respectivos equipos. El suizo sin compañeros, el belga con un Belkin Pro Cycling horrible siempre corriendo a la contra. Con Lars Boom actuando de secante, fueron Maarten Tjallingii y Maarten Wynants los encargados de infiltrarse en unos cortes donde el equipo neerlandés con “soldados tácticos” quedaban en inferioridad respecto a los Tom Boonen, Thor Hushovd o Peter Sagan.
Belkin Pro Cycling lanzó la carrera en el tramo de Camphin-en-Pèvele en un primer movimiento que enfiló al grupo y, poco después de neutralizar al corte de Tom Boonen, Sep Vanmarcke demarraba con Fabian Cancellara a su rueda. Un resbalón de Lars Boom en una curva a derechas hizo el resto. Sin llegar a caer la incidencia cortó al grupo. Tom Boonen, quien tuvo que soltar el pedal, quedaba cortado con únicamente las figuras de Zdenek Stybar y John Degenkolb siguiendo al dúo. Por delante, Peter Sagan todavía aguantaba con una veintena de segundos.
Ni Arenberg ni Carrefour de l’Abre fueron clave
El Bosque de Arenberg pasó prácticamente desapercibido en carrera. Ninguno de ls equipos llamados a dominar tomaron el control en el primer sector de cinco estrellas. Fue Bjorn Leukemans quien marcó el ritmo dejando un pelotón estirado pero no fragmentado. Alexander Kristoff, con dos pinchazos y una caída, fue la única víctima destacada en Arenberg.
En el Carrefour de l’Abre con la carrera ya rota se produjo un acercamiento entre el grupo perseguidor y la cabeza de carrera formada por Fabian Cancallara, Sep Vanmarcke, Zdenek Stybar y John Degenkolb. Los 2.100 metros del último sector de cinco estrellas consiguió un efecto contrario al de otras ediciones compactando la carrera pocos kilómetros después de superarlo en vez de romperla definitivamente.
Omega Pharma – Quick Step aprovechó la superioridad
Después de unirse en cabeza ambos grupos, Omega Pharma – Quick Step contó con tres corredores en cabeza en un corte donde sólo Giant – Shimano y Sky Procycling sumaban al menos dos unidades pero con un gran desgaste en fuga en las figuras de Bert De Backer y Geraint Thomas lo que reducía sus posibilidades.
El ataque de Niki Terpstra no pudo llegaar en mejor momento. Bert De Backer tiraba en favor de las opciones de John Degenkolb, los Sky Procycling cerraban el grupo y Peter Sagan, comiendo, sólo pudo observar como un ataque sentado acabó decidiendo la Paris – Roubaix. el grupo llegó el momento del ataque.
Mientras Niki Terpstra abría hueco, un peón tiraba del grupo de favoritos sin relevo alguno logrando que el neerlandés lograra marchase con más facilidad de la prevista. Ni Fabian Cancellara, ni Sep Vanmarcke ni los Sky Procycling supieron o tuvieron fuerzas para saltar rápidamente a por un corredor que a 6 kilómetros de meta asestó el golpe definitivo a la carrera.
Lo que yo no comprendo es cómo nadie reaccionó al ataque de Tepstra. No digo que no fuese un hachazo de mucho ojo, y tampoco que el resto del grupo estuviera sobrado de fuerzas pero… no tienen Degen, Sagan o el propio Cancellara fuerzas para relevarse y así jugarse un sprint en el velódromo más propicio a sus opciones? qué esperaban, que Wiggo tirara? el inglés guardó su top-10 como si lo hubiésemos conseguido cualquiera de nosotros…