Como comentamos en nuestra previa, Pino Cerami pasó a la historia del ciclismo por la victoria en la Paris-Roubaix de 1.960 y por lograr el récord de longevidad -vigente a día de hoy- en cuanto a ganadores de etapa en el Tour se refiere, con la barrera de los cuarenta ya superada. Por lo tanto, parece difícil que haya mejor manera de honrar la carrera que lleva su nombre con otro ganador entrado en canas y con el tenebroso límite de la mediana edad dejado atrás. Alessandro Petacchi (Omega Pharma – Quick Step) ha entrado hoy en ese selecto club con el triunfo logrado en Frameries tras un excelente trabajo de equipo en los últimos metros que le permitió superar a el vencedor saliente Jonas Vangenechten (Lotto – Belisol) y su compatriota Daniele Colli (Neri Sottoli).
La exclusión de la Tienne du Dragon del recorrido, habitual epicentro de la batalla en las ediciones previas, facilitó aún más si cabe que la resolución del 48ª GP Pino Cerami se resolviera en la suerte de la velocidad. Aunque un inicio fulgurante, en el que las fugas se hacían y deshacían sin solución de continuidad, pudo haber endurecido lo suficiente la carrera para favorecer que los más fuertes se sublevaran al hegemónico trono del pelotón, la marcha de Angelo Pagani (Bardiani – CSF) y Giorgio Cecchinel (Neri Sottoli) tras la zona de avituallamiento apagó todo el fuego competitivo e instauró la más absoluta calma en el pelotón durante el paso por las cuatro cotas iniciales.

No muchos pueden presumir de ganar con más de 40 años. Petacchi, a partir de hoy, sí / Foto: @EbbeIversen
Sabedores de su superioridad, los conjuntos de los hombres rápidos les llegaron a dejar una renta que se elevó hasta los ocho minutos, pero que tardaron tan poco en menguarla como en dejarla crecer. Con muchos directores confiados en las posibilidades de sus pupilos, los mandos en la cabeza del pelotón se turnaron eficientemente para acabar con su aventura a más de 20 kilómetros de la conclusión.
Para los intereses de los sprinters, demasiado pronto. Y es que mientras algunos trataban de guardar la ropa y dejar todo de cara a los últimos metros, otros tantos no estaban por la labor de facilitarles el trabajo. Después de que Sergey Lagutin (RusVelo) y Sebastien Delfosse (Wallonie – Bruxelles) lo probaran sin fortuna incluso antes de haber neutralizado la fuga, se abrió la veda para los ataques, que durante una decena de kilómetros pusieron en jaque al pelotón con la marcha de trece ciclistas por delante. Sin embargo, las circunstancias quisieron que dos de los equipos más perjudicados con el movimiento fueron los más fuertes. Lotto-Belisol y Omega Pharma-Quick Step, que pese a tener a Martin Velits delante decidieron apostar todo por la resolución en la ‘volatta’, tomaron el peso del pelotón y el susto quedó simplemente en eso, un susto.
A partir de entonces, el impulso de los hombres de Mark Renshaw y Petacchi hizo el resto. Aunque hubo otras escuadras que trataron de quitarles el mando a los blanquinegros, impusieron su poderío hasta la entrada en la rue Ferrer, donde el otrora dominador puso de manifiesto aquello de que quien tuvo, retuvo. A pesar de los esfuerzos de un Vangenechten -especialista en este tipo de llegadas, que además parace mantener un idilio especial con esta prueba-, ‘Ale Jet’ tuvo tiempo para alzar los brazos con tranquilidad y saborear su primera muesca en más de 22 meses, que le permite entrar con honores en el álbum de “abuelos ganadores”.
A ver si Colbrelli consigue levantar los brazos de una vez en las clásicas que le vienen de un perfil no muy alto