Sin tiempo todavía para recuperarnos del golpe que supuso la muerte de Wouter Weylandt en la tercera etapa del Giro d’Italia hace menos de dos semanas, esta mañana una noticia ha conmocionado a la comunidad ciclista. Xavi Tondo fallecía al caérsele encima la puerta del garaje del apartamento en Sierra Nevada que le acogía en estos días de entrenamiento de cara al Tour de Francia. Se hace muy dificil decir cualquier cosa, uno se queda sin palabras al leer la trágica noticia. Se nos ha ido un grandísimo ciclista, pero sobre todo, y pese a que pueda parecer un tópico, una grandísima persona, grande de las de verdad.

Xavi Tondo se encontraba en el momento de la desgracia junto a Beñat Intxausti en Sierra Nevada y salían a entrenar para preparar el gran sueño del ciclista de Valls. Llevaba toda una carrera luchando por ello. En este 2011 por fin podría disputar el Tour de Francia tras toda una vida suspirando por ser de la partida en Le Grand Bouclè.

Xavi Tondo

Su trayectoria en el mundo del ciclismo nunca fue fácil. Dio el salto desde el amateurismo en 2003 cuando se enroló en las filas del Paternina – Costa de Almería, sin conseguir ganarse la confianza de los técnicos para continuar un año más en el equipo. Estuvo medio año parado hasta que volvió al amateurismo en el equipo portugués Barbot – Gaia, donde los resultados tampoco le acompañaron. Las dificultades que siempre han marcado su carrera empezaron allí, y mientras se ganaba la vida fuera del ciclismo como buenamente podía supo sobreponerse a las adversidades gracias al proyecto de ciclismo catalán -que tanto ha defendido durante toda su carrera- que constituyó Catalunya – Angel Mir. El equipo Continental catalán le dio la oportunidad de crecer y consiguió sus primeras victorias como profesional, en Asturias y Alentejo, lo que le valió para volver a la categoría Profesional en 2006 de la mano de Relax – GAM, donde su actuación más meritoria fue un Top15 en la Itzulia. Otra vez le tocó hacer las maletas y emigrar hacia Portugal, a LA – MMS, donde fue uno de los grandes dominadores del calendario portugués de 2007, alcanzando el cénit al ganar la Vuelta a Portugal. Su gran actuación bien valió una renovación por otro año en el que siguió mostrando sus cualidades, pero la fortuna le fue esquiva. En 2009 volvía a España, a Andalucía – Caja Sur donde siguió demostrando su crecimiento como corredor apuntando maneras de buen vueltómano en Catalunya, Burgos y Castilla y León, aunque acabó la temporada con un sabor agridulce por culpa de los problemas físicos que le impidieron brillar y le obligaron a retirarse de la Vuelta.

Y a sus 31 años le llegó la gran oportunidad de su carrera cuando Cervélo Test Team se fijó en él para darle solideza al equipo en las carreras por etapas. Él, trabajador como lo había sido durante toda su carrera, no decepcionó y ya en el primer gran escenario donde competía ganó la sexta etapa de París-Niza cuando tras un largo pulso frente a Caisse d’Epargne entraba victorioso a meta para hacerse con la mejor victoria de su carrera. Su gran inicio de temporada no acabó allí, ya que comprometido como estaba con el ciclismo catalán, quiso ser protagonista de la Volta y junto a Purito Rodríguez fueron los dos grandes nombres que nos dejó la carrera, ganando la etapa de La Seu y haciéndose con la segunda posición en la general, que bien le valió un sitio en el equipo que disputó las clásicas de las Ardenas y el Giro d’Italia, donde otra vez una inoportuna enfermedad le obligó a abandonar cuando tenía en su mano un puesto Top tras la fuga a l’Aquila. La temporada acabó con una gran actuación en la Vuelta, donde coniguió una enorme sexta posición.

Pero la carrera de Xavi siempre ha sido un continuo contratiempo donde las continuas lesiones -alguna de ellas muy grave- y la poca continuidad que tenía le apartaban de los contratos. Por si fuera poco, el otoño pasado se conocía que debido a la nula viabilidad del equipo Cervélo quedaba apartado otra vez del máximo nivel. Hasta que Movistar le repescó, y a sus 32 podría enrolarse en un equipo de la máxima categoría. Sus resultados han sido este año los mismos a los que nos tenía acostumbrados, en San Luis, París-Niza, Catalunya, País Vasco y Castilla y León, y su actitud, mejor todavía, siendo un puntal de la nueva estructura de Eusebio Unzue y ganándose una plaza en el nueve del Tour, la carrera por la que siempre suspiró.

Pero hoy el destino se ha cruzado en su camino. Hoy hemos perdido al Xavi Tondo ciclista, pero también hemos perdido al Xavi Tondo persona, al que siempre tenía un momento para atender a todo aquel que quisiese algo de él, como nuestros compañeros Miguel Hermosilla y Jordi Martínez pudieron comprobar en la Itzulia y la Volta respectivamente. Ya nunca podremos volver a ver esa sonrisa en su rostro que mostraba su única cara, la cara amable, simpática y agradecida de un ciclista luchador en la carretera y fuera de ella, que persiguió un sueño que a los 32 podría haber cumplido. Nunca ninguna de las personas con las que compartió equipo tuvo una palabra que no fuera buena de él como ciclista, pero mucho menos como persona. Los comentarios de la comunidad ciclista son unánimes. Hemos perdido un compañero, un amigo, una buena persona.

Desde aquí queríamos rendirle un homenaje, darle un último adiós, a uno de los ciclistas que más ha dignificado esta profesión tantas veces maltratada. En la carretera y fuera de ella, pues fue él quien hace apenas unos meses destapaba una red de dopaje en Catalunya ganándose la admiración de los que tiempo atrás habían sospechado de él. Era un gusto escucharle hablar en radios y televisiones, con su tono amable pero sin pelos en la lengua ni medias tintas, diciendo las cosas como eran, con pasión, defendiendo al ciclismo hasta la extenuación frente a los que no hacen más que atacar a este deporte en el que tanto ha creído.

Mucho ánimo, todo nuestro apoyo y un abrazo muy fuerte a toda su familia y amigos, a todos sus compañeros y al mundo del ciclismo en general y a Beñat Intxausti en particular.

Fins sempre, Xavi.