Corría el año 1999 y un nutrido grupo de unos 15 o 20 corredores se aproximaba a los últimos dos muros adoquinados, los que debían decidir la carrera como tantas otras veces. Recuerdo como me llamaba la atención, en contraposición con las imágenes de la Vuelta a España, el entusiasmo de la multitud que, cerveza en mano, se amontonaba para dar aliento a sus héroes. Para los belgas quién termina De Ronde es un héroe, y como tal se le trata. Para los belgas el ciclismo es más que un deporte.
Ese reducido grupo en el que se encontraba gente del talento de Erik Zabel, se disponía a afrontar los kilómetros decisivos de la carrera. En el giro a la derecha que da entrada al Pedestraat, la fina lluvia que caía se unió con el traicionero adoquín y Frank Vandenbroucke se fue al suelo. Con él buena parte del grupo excepto Johan Museeuw, el León de Flandes, y Peter Van Petegem, que aprovecharon la circunstancia para distanciarse del resto.
Coronaron en cabeza el último muro y se daba por hecho que se jugarían la victoria entre ellos. Recuerdo que la retransmisión de Eurosport no se percató de lo que sucedía hasta que casi estaba hecho. Y es que “Franky” Vandenbroucke, el joven de 24 años que provocó la caída, había saltado del grupo perseguidor, lo había dejado atrás y estaba proponiendo un mano a mano a dos bestias como Museeuw y Van Petegem.
En un abrir y cerrar de ojos se plantó con ellos y siguió intentándolo, seguramente fruto de la osadía del que se sabe joven y talentoso, pero el terreno que quedaba hasta meta no tenía la dureza necesaria para ello. Machacado por el sobreesfuerzo de la persecución y el innecesario derroche posterior no pudo vencer en sprint al veloz Van Petegem, que además llegaba en un estado de forma espléndido tras vencer en Harelbeke y De Panne. Fue el precio que pagó por representar el ciclismo valiente, que engancha y emociona.
Pero aquel día nació una leyenda en el mundo ciclista y un ídolo de masas en Bélgica. Completaría aquel año con el que probablemente sea el mayor recital que se recuerda en otro de los cinco monumentos, la Liège – Bastogne – Liège y en su presentación para “el aficionado de Vuelta y Tour”, volando en Ávila y Navalcarnero.
A partir de ahí la nada, o casi. Nunca sabremos a donde podría haber llegado Frank, si además de las clásicas, el pavés o las vueltas de una semana podría haber dominado en las grandes vueltas. Lo que sí sabemos es que es uno de los mayores talentos que ha dado el cilismo. Frank Vandenbroucke murió diez años después de ese 1999, que tenía que ser el inicio de mucho más. Lo hizo en Senegal, por una embolia pulmonar fruto de años de excesos, de una vida poco ciclista, que diría Federico Martín Bahamontes.
Nació con un don, pero le faltó otro: la capacidad de asimilarlo. No pudo sobrevivir a sí mismo. Pero sus gestas, su elegancia sobre la bici y el recuerdo de lo que pudo haber sido le ha sobrevivido a él y lo hará con todos nosotros, como solo pueden soñar unos pocos elegidos.
Increíble!
Gracias Jon
La etapa camino de Ávila es inolvidable. Puso a todo el mundo contra las cuerdas, iba sin cadena. Pero luego llegó el mundial del 99 en Verona, en él era el máximo favorito junto con gente como un tal Jan Ullrich, pero ya sabemos quién lo ganó
Después de aquello, caída en picado hacia el más absoluto vacío. Una de las historias negras de finales de los 90 y principios de siglo del mundo del ciclismo. Épica y drama de la mano y sobre ruedas
Cuando he leído los dos primeros párrafos, antes de seguir leyendo he buscado en Youtube la prueba, he visto los últimos 30 km, impresionantes, y después he acabado de leer el artículo. Después he seguido viendo vídeos suyos, Lieja y Ávila de ese mismo año, era un portento, supongo que iría dopado (como lo supongo de la gran mayoría de los demás que corrían con él), aún así era un derroche de clase. Me ha llevado al mundial de Verona, y allí se le ve más apagado, sin atacar en las 2 últimas vueltas, siempre adelante, pero poco más. Dos curiosidades, en la retransmisión de RvV, Alix comenta dos cosas que me han sorprendido; 1a dice que en esa París-Niza en una etapa se fugaron 10, 7 de ellos del Rabobank; y 2a, que Van Petegem ganó los 3 días de La Panne, comentando que con fuerte acoso policial, ¿sabéis de qué va esto?. Gran artículo.
Este tipo de artículos le mete una heroicidad al ciclismo que tiene y no le damos habitualmente, así que gracias a C&H por variar el género y hablar de historia sobre dos ruedas.
A mí también me faltó el tiempo para ir a verlo, y por si hay alguien más interesado, os coloco por aquí el link para que le echéis un ojo.. merece la pena
http://youtu.be/ydDbbDKMM8I?t=17m
En fin, que no se caiga ninguno… pero que nos dejen en esta edición un día como este!
Hizo 7º en el mundial de Verona con las dos muñecas rotas…