Dos ediciones han bastado para comprobar la ineficaz apuesta por el circuito con el Oude Kwaremont y Paterberg como principales protagonistas en De Ronde van Vlaanderen. Lo que se convirtió en un éxito de público, y económico, no obtuvo el desenlace previsto en carrera dejando una carrera con un desarrollo más lento esperando al último paso por los dos muros para decidir un Monumento que dejó de lado la presencia de su símbolo, el Muur van Geraardsbergen.
El fracaso del recorrido alcanzó su mayor dimensión en la primera edición, 2012, en el triunfo de Tom Boonen sobre Filippo Pozzato y Alessandro Ballan. El trío, escapado en el último paso por el Paterberg, alcanzó la línea de meta en Oudenaarde con treinta y ocho segundos de margen sobre un grupo de cuarenta y tres ciclistas, una muestra del escaso poder selectivo que no sólo tuvo el trazado si no en las escasas situaciones tácticas que se produjeron. Lo mismo ocurrió en la pasada temporada. No fue hasta el Patererg, último muro, cuando Fabian Cancellara sentenció la carrera dejando de rueda a Peter Sagan y Jurgen Roelandts alcanzado la meta en solitario mientras, detrás, el dúo apenas aventajó en una decena de segundos a un grupo de dieciocho corredores.
La percepción de falta de dureza cambiará en 2014. Lo hará recuperando para su tramo definitivo los muros más exigentes del trazado. Los últimos 40 kilómetros serán una sucesión que más allá del ritmo o las hostilidades serán selectivos por si solos. Siete muros, seis de ellos empedrados, serán los jueces de un trazado que a falta del Muur recupera al Koppenberg como punto clave de la carrera. Situado inmediatamente después del Oude Kwaremont y el Paterberg su ascensión, sin salida a zonas favorables como otros muros, romperá un pelotón que rezará porque no se confirmen las previsiones de lluvia para el domingo, una circunstancia que incrementaría notablemente la exigencia del trazado.
El incremento de la dificultad pondrá de manifiesto las múltiples variables tácticas que pueden darse en el Monumento más singular para disponer de distintas situaciones. El superioridad de Fabian Cancellara será el punto a derrotar por unos rivales que sabedores de la inferioridad que mantienen respecto al suizo puedan optar a derrotarse con una estrategia grupal. A ello el nuevo recorrido se presenta como un aliado.
¿Pero tú en qué te basas para decir que el recorrido del Tour de Flandes del año pasado no era selectivo mientras que el de este año sí lo es? ¿Y el de hace 3 o 4 años también lo era?
Lo único que ha cambiado es la distribución de los muros y tramos adoquinados y la actitud de los ciclistas para endurecer la carrera, pero cualquiera de los recorridos de esta carrera de los últimos años tiene una dureza global bastante similar.
Me baso en los nuevos últimos 50 kilómetros de este año que son, a mi entender, con una dureza global más exigente que años anteriores por la distribución de los muros que, siendo prácticamente los mismos, se sitúan los que mantiene más dureza en ese último tramo de carrera.
Hola buenas Miguel, pongo el comentario para decir que favoritismo está mal usado en el texto.
Favoritismo es una preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad, especialmente cuando aquella es habitual o predominante.
En la frase que pones sería correcto poner la superioridad en lugar de el favoritismo, por ejemplo.
Un saludo y enhorabuena por el trabajo que realizáis!
Gracias por la puntualización, un saludo.
Pero la carrera tiene más de 50 kms, ¿no? Es que igual este año concentran más muros que otros años en esa parte a costa de rebajar dureza en la parte anterior. Entonces no se puede decir que la carrera sea este año más exigente que antes.
Qué buen rollito traen algunos…