Sorpresas

Alexander Kristoff (Katusha Team): Ganador sorprendente como viene siendo habitual en el primer Monumento del año. Tras Goss, Gerrans y Ciolek, Kristoff se ha sumado a la inesperada lista de ganadores de la Milano – Sanremo y lo ha hecho como no lo había hecho en el resto de su carrera, con un sprint prodigioso y superando a ciclistas que el resto del calendario han demostrado tener mucho mejor nivel que él. Paso de gigante en la carrera del noruego que ahora debe certificar durante el resto de la temporada.

Ben Swift (Team Sky): Si a principio de año ya dábamos prácticamente por acabado a Swift tras su pésima progresión y su escasez de resultados, el podio conseguido en la Milano – Sanremo hace que todas esas pesquisas pasen a mejor vida. Tercero tras Kristoff y Cancellara, el británico ha conseguido un resultado que vuelve a relanzar su carrera y a ponerle en boca de todos. Lo que necesita ahora es que desde Sky le den un voto de confianza y pueda seguir demostrando su valía. Tarea complicada.

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Juan José Lobato (Movistar Team): En su debut en la Milano – Sanremo, el gaditano ha terminado en una más que meritoria cuarta posición. Con este resultado, el ciclista de Movistar ya se ha ganado por méritos propios ser el sprinter más importante del equipo por delante de Rojas. Es más rápido, más joven y más talentoso que sus teóricos competidores y lo demuestra en cada carrera. Con Lobato, hay relevo generacional para este tipo de carreras.

Sonny Colbrelli (Bardiani – CSF): Una de las grandes sensaciones de esta primera parte del calendario. Pese a que todavía le falta la victoria, Colbrelli es una de las caras nuevas que deja este inicio de temporada. En esta Milano – Sanremo su actuación fue brillante, permitiéndose el lujo de atacar a falta de dos kilómetros para meta y tras ser neutralizado, conseguir acabar en sexta posición. Es uno de los corredores con más futuro que deja la prolífica cantera italiana y hay que seguirle muy de cerca.

Decepciones

Peter Sagan (Cannondale): Otra oportunidad perdida de ganar un Monumento. De nuevo, con prácticamente todo a favor, Sagan volvió a venirse abajo en el momento más importante de la carrera quedándose sin una victoria que tenía muy a tiro. La vitola de favoritísimo parece afectarle mucho y no parece ser muy amigo de la presión. Ya son dos corredores de nivel inferior los que le levantan una Milano – Sanremo y quizás debe empezar a preocuparse y a plantear este tipo de carreras de otra forma.

Arnaud Démare (FDJ.fr): Tras toda la polémica que envolvió al equipo francés después de dejar a Bouhanni en casa y mandar solamente a Démare a la Milano – Sanremo, el corredor francés ha firmado una actuación muy por debajo de lo esperado. Acabó el 34º a más de un minuto del ganador pero perdiendo muy pronto cualquier opción de victoria. En este tipo de situaciones, lo primero que viene a la cabeza es, ¿lo hubiera hecho mejor Bouhanni?.

André Greipel (Lotto Belisol): Otro que ha perdido una gran oportunidad de haber hecho algo grande. El frío y el esfuerzo de toda la jornada le pasaron factura en el momento más clave, a pocos kilómetros de meta ya perdió todas sus opciones. La decepción no es tanto por no haber ganado sino por la oportunidad perdida, una que puede no volver a repetirse en mucho tiempo.

La fatiga en la cara de Greipel.

Michael Matthews (Orica GreenEDGE): La baza del equipo australiano para la Milano – Sanremo tras las ausencias de Goss y Gerrans fracasó notablemente. Bien es cierto que todavía es joven y que no se le puede exigir demasiado pero siendo el líder de un equipo que necesita lucirse en este tipo de carreras, su actuación fue decepcionante. De igual forma que Matthews, la actuación del Orica GreenEDGE fue bastante floja, siendo Impey el mejor del equipo en el puesto 49º.