Alberto Contador ha ganado en el Muro de Guardiaglere y recordaremos este día por ser el día en que el de Pinto nos volvió a regalar una de sus grandes exhibiciones. Rompió la carrera en la subida a Lanciano, con un ataque muy valiente a 35 km. y no cesó en su pelea hasta plantarse solo en la línea de meta y desenfundar su pistola. Ha vuelto a mostrar su mejor pedaleo sin dar opciones a ninguno de sus rivales, logra la segunda etapa consecutiva y se coloca líder a más de dos minutos del segundo clasificado, Nairo Quintana (Movistar Team). El hasta hoy líder, Michal Kwiatkowski, se descolgó muy pronto y entró a seis minutos.
La etapa comenzaba con la noticia de que uno de los favoritos, Richie Porte (Sky), no tomaría la salida por problemas de salud. La fuga del día se formó con ocho corredores, Benjamin King (Garmin-Sharp), Andriy Grivko (Astana), Simon Geschke (Giant-Shimano), Matthias Brandle (IAM Cycling), Adam Hansen (Lotto – Belisol), Yaroslav Popovych (Trek Factory Racing), David de la Cruz (NetApp-Endura) y Luca Paolini (Katusha), quienes llegaron a tener hasta once minutos de ventaja.
En la subida al Alto de Lanciano la diferencia se redujo a menos de cinco minutos debido a los movimientos que se producían por detrás, donde el líder, Kwiatkowski, parecía sufrir cuando Igor Antón aceleraba el ritmo. Movistar Team movía ficha, el de Galdakao probó fortuna y más tarde Nairo Quintana y Alberto Contador tomaban ventaja sobre un grupo que se cobraba muchas víctimas, sin entendimiento entre ellos se dejaron coger por un grupo donde ya se descolgaba el líder. Por delante, la fuga se descomponía también, y Benjamin King y Simon Geschke, se quedaban sólos como cabeza de carrera.
Y entonces llegó la exhibición de Contador, quien se levantó sobre la bicicleta para realizar un duro ataque al que nadie pudo responder, Nairo formó un quinteto con Pozzovivo, Peraud, Caruso y Nieve para tratar de coger al de Pinto. 35 kilómetros para la meta, la carrera rota y Alberto a lo suyo, dando saltos sobre su bicicleta y superando hombres fugados para coronar el Alto de Lanciano junto a Adam Hansen y lanzarse en el descenso a por la cabeza de carrera, King y Geschke, a quienes se les había unido David de la Cruz.
Contador alcanzó al trío de cabeza con Hansen sufriendo a su rueda. Sin mirar a nadie tomó el mando del grupo, no quería relevos, él sólo continuaba aumentando la diferencia con Nairo Quintana, que perdía dos minutos, y el líder rodaba ya muy retrasado a más de cuatro. Se acercaban al muro de Guardiaglere, donde su jugarían la victoria de etapa y allí Contador también pudo con todos. Primero fue King quien lanzó un buen ataque que las duras rampas frenaron, y luego Geschke lo probó cuando el de Pinto curveaba por la carretera. Pero Contador guardaba una bala, y no había pedaleado tanto para no dispararla en lo alto del muro. Y allí logró una gran victoria para el recuerdo, después de una exhibición con su ataque en Lanciano a 35 de meta. Al estilo Fuente Dé, Contador nos quiere hacer ver que nunca se ha ido, y que este año quiere aspirar a todo.
Ay, el que no iba a volver a ser “el de siempre”. Pero bueno, eso sólo se puede demostrar en julio.
Etapa a considerar a final de año, como uno de los mejores momentos del 2014, seguro