Tras la etapa vivida ayer en Belleville en la que Tom-Jelte Slagter se imponía ante Geraint Thomas tras la ascensión a la Côte du Mont Brouilly la etapa de hoy ha tenido un desenlace prácticamente calcado en sus kilómetros finales. Pero la quinta etapa de la presente edición de Paris-Nice ha dado mucho que hablar incluso antes de la llegada de los compases finales gracias a la entidad de la fuga de la jornada. Cinco hombres, y todos ellos ciclistas de clase media-alta como Matthew Busche (Trek Factory Racing), Brice Feillu (Bretagne – Séché Environment), Gorka Izagirre (Movistar), Jan Bakelants (OmegaPharma – QuickStep) y Sylvain Chavanel (IAM Cycling).
Sabedor de la entidad de los componentes de la escapada, el pelotón, siempre controlado por Team Sky, la ataba en corto y en ningún momento superaba los dos minutos y medio. Se acercaba el punto decisivo de la etapa, la Côte de Sainte-Catherine y el destino de la fuga estaba escrito por más que Chavanel intentase mantenerla viva estérilmente, ya que a falta de 20km el pelotón acababa con su aventura tras un ataque de Jelle Vanendert, coincidiendo con un pinchazo de Samuel Dumoulin, quinto de la general y que anulaba sus opciones de luchar por la victoria.
El pelotón estaba agrupado en plena ascensión y era el momento de los ataques. El primero en intentarlo era Laurent Didier, aunque el equipo del líder controlaba su diferencia sin temor alguno, por lo que una vez atrapado era Stefan Denifl quien lanzaba una tentativa que el pelotón estabilizaba en una decena de segundos y que acababa de morir cuando se lanzaba el ataque duro a poco menos de 500m para la cima de la cota. Era Vincenzo Nibali quien se movía llevándose consigo a Carlos Betancur. No iba en broma, pero muy sereno Geraint Thomas marcaba el ritmo y les daba caza al paso por la pancarta, aunque Nibali intentaba dar continuidad a su movimiento en el descenso hasta ver que no iba a ser posible rodar hacia meta en solitario.
No era posible para Nibali, muy controlado por el líder, pero sí para otros corredores, y el que se aprovechaba de ello era Betancur, que en un repecho a medio descenso lanzaba un ataque que secundarían el campeón luxemburgués Bob Jungels y Jakob Fuglsang. Rodando solidariamente su diferencia se elevaba hasta los 10″ mientras por detrás el pelotón tardaba en organizarse, hasta que Niki Terpstra y Zdenek Stybar tomaban las riendas del grupo con fuerza en favor de Tom Boonen. Pero los hombres de OPQS se negaban a ser los únicos en perseguir y unos momentos de dudas eran suficientes para dar el aire que el trío cabecero necesitaba.
Llegaban los tres a meta con Fuglsang marcando el ritmo, a su rueda Jungels en posición perfecta y detrás Betancur. Los tres lanzaban el sprint al mismo tiempo, en el momento justo, pero el colombiano se imponía con autoridad sin dar opciones a sus rivales, encontrando premio a la insistencia mostrada tanto hoy como ayer y se coloca así cuarto en la general a 5″ gracias a los diez segundos de bonificación y los dos segundos sobre un pelotón que ha entrado comandado por Bryan Coquard por delante de Tom Boonen y Reinardt Janse van Rensburg, quien no ha podido aprovechar el trabajo que John Degenkolb ha hecho para él en el tramo final de la etapa.
Esta resultando bastante interesante el perfil de la carrera. Especialmente pensando en lograr diferenciarse de la Tirreno. Me agrada que la lucha por la general sea entre sprinters, para variar…