No nos habíamos olvidado. Aunque el Mundial aparece como punto final en muchos, por no decir casi todos los calendarios, el más importante de todos ellos mantiene cuentas pendientes por saldar aun con el arco iris ya repartido. Durante el mes de febrero en Bélgica llega el turno de lucir el nuevo palmito, de haberlo conseguido, y de intentar cerrar los últimos objetivos o salvar una temporada hasta entonces negra. Sea cual sea el caso, vamos a tratar de acercaros un resumen de todo lo sucedido, entre lo que se incluye la resolución del Superprestige y del BPost Bank Trofee:
Dos titanes enfrentados
La lucha por ambas clasificaciones quedaba reducida, como de costumbre, a una pelea entre un pletórico Sven Nys, que llegaba después de la derrota menos amarga de su carrera y un mes de continuas exhibiciones; y de un un Niels Albert sumido en una de las peores crisis de su trayectoria. Dos extremos contrapuestos que dejaron en bandeja de plata la consecución del torneo banquero al ‘crosser’ de Baal, a quien le bastó correr con inteligencia y mesura, pero también con ese punto de canibalesco que le define, en el Krawatencross para decidir definitivamente la general a su favor, dejando la cita definitiva de Oostmalle como un mero trámite en el que salió de paseo, permitiendo a la única versión positiva que nos ha dejado Albert en el último mes poner una muesca más en su fusil de cara a las vacaciones.
No obstante, el estado de forma que presentaban ambas hacían entrever que la lucha por el Superprestige iba a ser mucho más cerrada. Y mucho más agonística. Finalmente, hasta mucho más sentimental. De la negación a la ira, de la depresión a la aceptación, el líder de BKCP-Powerplus mostró en Hoogstraten y Middelkerke dos versiones absolutamente impotentes que no pudieron salvaguardar los seis puntos que mantenía respecto a Nys, con quien no hay negociación que valga. El ‘driekleur’ hizo su trabajo en el trazado en el embarrado trazado amberés y puso a tiro un liderato de cara a una última carrera en la que ninguno de los dos se mostró a su mejor nivel, pero en la que mantuvieron un tensísimo duelo en la distancia que finalmente dio el décimotercer título a Nys -a quien se le debe añadir un par de triunfos más en Maldegem y en la prueba nacional de Lebbeke- gracias al puestómetro.
Quien sí rindió allí, y durante el resto del mes fue Tom Meeusen. Volviendo por los mismo fueros que dos temporadas atrás, ha llegado al final de la campaña en un estado de forma envidiable que le ha permitido entrar en el podio de ambas clasificaciones, cuando hace apenas tres semanas no figuraba ni entre los cinco primeros. Ha demostrado madurez y se ha hecho indiscutiblemente con los galones del Telenet-Fidea, conjunto al que ha dado presencia en el podio en todas las carreras que ha participado salvo en el Noordzeecross, añadiendo incluso un par de victorias en Middelkerke y Eeklo. Él fue el único que se inmiscuyó entre el duelo de los dos capitanes del barro mundial, dejando en segundo plano de protagonismo a unos correctos Kevin Pauwels y Lars van der Haar. Tanto el de Ekeren como el de Amersfoort plantaron cara y, aunque las cosas no les salieron tan bien como hubieran querido pudieron presumir de un nivel al que los Klaas Vantornout o Philipp Walsleben ni siquiera se acercaron. Además de los arriba mencionados, cabe mencionar el buen desempeño durante febrero de los primos Sven y Diether Vanthourenhout, desaparecido absolutamente durante el resto de la campaña, quienes han acabado dejando buenas sensaciones y resultados.
Dos héroes intactos
Tanta atención han centrado los dos grandes nombres del barro como las dos grandes estrellas del futuro, que han desarrollado un camino similar al de sus guías. El crecimiento de Wout van Aert parece seguir ‘increscendo’ sin fin y se ha llevado tres de las cuatro carreras importantes que en su categoría se han disputado, cada una de ellas en condiciones muy diferentes en las ha mostrado su perfecta aclimatación a pradera, lodo y arena, a los que ha sumado además un tercer puesto en Eeklo. Esta superioridad ha dejado en un segundo plano a Mathieu van der Poel, fatigado tras la exigencia que supone compaginar invierno y verano, quien a pesar de ello logró su primer triunfo absoluto en su país superando a hombres como Aernouts y Peeters. El bisoño Yorben van Tichelt consiguió del mismo modo estrenarse en sub23 en una treintena en la que su ‘coequipier’ Tim Merlier ha sido el más regular más allá de los mencionados
Ola. Me gusta saber el calendario de ciclocross. Cuantos equipos hay y como son las bicicletas Gracias