Hay muchos ciclistas que, a lo largo de su trayectoria, terminan por tener una competición fetiche. Una carrera que se les adapta como anillo al dedo y en la que, sin incidentes inesperados de por medio, se antoja casi imposible superarles. Para Kirsten Wild (Giant – Shimano) es el Ladies Tour of Qatar. Con la lograda hoy, son ya 4 triunfos en la general (2009, 2010, 2013 y 2014), a los que se suman 9 en etapas. Arrollador inicio del Giant – Shimano, que con la propia Wild y Amy Pieters han ganado todas las etapas y copado los dos primeros puestos del podio. El restante ha sido para Chloe Hosking (Hitec Products).

Desde la primera etapa ya se dejó ver el guión característico de ediciones anteriores: viento y abanicos. Allá por el ecuador de la jornada, un grupo de 21 corredoras ya circulaba destacado hacia la meta, incluyendo a prácticamente todas las favoritas. Con la ayuda de sus coequipiers Sara Mustonen y Amy Pieters, Wild pudo controlar los movimientos hasta la situación en la que se sabía casi imbatible. Los pronósticos no fallaron, y la oposición de Shelley Olds (Alé Cipollini) y Chloe Hosking (Hitec Products) no inquietó sus posibilidades de victoria.

La segunda etapa iba a vivir una situación diferente, aunque igualmente favorable para el Giant – Shimano. El viento le jugó una mala pasada a Shelley Olds, que vio cómo su privilegiada posición se difuminaba. Las supervivientes a los caprichos de Eolo llegaron al circuito final, en el que un ataque por parte de Anna van der Breggen (Rabobank – Liv) se convertiría en el movimiento decisivo. A él respondieron Charlotte Becker (Wiggle – Honda) e Inga Cilvinaite (RusVelo), junto a Amy Pieters (Argos – Shimano), quien pudo aprovecharse de la rueda de sus rivales, al cubrir el liderato de su compañera. Una situación favorable que le permitió llegar a la recta final con la frescura y la fuerza suficientes para imponerse y, de paso, relevar a Wild en el liderato.

Un liderato efímero, en cualquier caso, aunque no así para su equipo. La tercera jornada, aún más selectiva, ya que el abanico de cabeza apenas quedó conformado por una docena de corredoras, serviría para que Kirsten Wild, gracias a las bonificaciones, recuperase el maillot amarillo. Los repetidos intentos de Orica – AIS, en ventaja numérica con cuatro representantes delante, no consiguieron romper la unidad de la avanzadilla, y el sprint, de nuevo, iba a ser otra muestra de dominio para la neerlandesa, esta vez por delante de Lizzie Armitstead (Boels – Dolmans).

Quedaba un día, sobre el papel el menos peligroso en cuanto al viento. Con todo a su favor, Giant – Shimano neutralizaron cualquier intento de movimiento para llegar, esta vez sí, en una llegada masiva de un gran pelotón a la meta de Doha Corniche. Allí, al fin apareció la figura de Giorgia Bronzini (Wiggle – Honda), la otra gran velocista de la carrera, agazapada tras la corpulenta figura de Kirsten Wild. Pero ésta se mostró, una vez más, pletórica, y la italiana no pudo culminar su remontada. Un broche de oro para un triunfo sin paliativos.

Foto: © ASO

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