Cuando hace mes y medio Fabian Cancellara anunciaba su intención de batir el récord de la hora durante la temporada 2014, no fueron pocos los aficionados a los que se les dibujó una sonrisa en la cara. En parte por recuperar la apasionante lucha de los 90 por el hoy olvidado récord de la hora, en parte por ver a Cancellara ampliando su leyendo buscando nuevos horizontes tras haber sido desbancado como dominador absoluto de la contrarreloj por Tony Martin, quien tras el anuncio del suizo baraja la idea de embarcarse en una lucha de una hora sobre la madera. Algo que según parece no se le ha pasado por la cabeza a Bradley Wiggins.

Más allá de que Wiggo acabe uniéndose a la fiesta lo que está claro es que estamos viviendo una edad dorada en una disciplina tan especial como es la contrarreloj, con tres hombres de tres perfiles bien diferenciados en constante lucha por superarse los unos a los otros. Tony Martin, Fabian Cancellara y Bradley Wiggins. Cada uno engrandece la figura de los otros dos. Tres coetáneos que han acaparado la práctica totalidad de victorias en la especialidad desde 2006 y que con el permiso de Miguel Indurain, Jaques Anquetil o Bernard Hinault aspiran a convertirse en los mayores especialistas de la historia.

©Luk Benies

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Fabian Cancellara, cuádruple campeón mundial y campeón olímpico es la cadencia y por más que desde hace unos años tenga en las clásicas de Primavera su gran objetivo de la temporada, el dominio ejercido entre los años 2006 y 2010 y la sensación de invulnerabilidad que transmitía serán difícilmente repetibles.

Bradley Wiggins, campeón olímpico contra el crono, doble campeón olímpico y triple campeón mundial de persecución es la elegancia. Formado en los velódromos británicos ha sido la más reciente incorporación a esta terna, aunque su irrupción en 2012 fue de las que cuestan olvidar forjando su victoria en el Tour en la contrarreloj. Ahora es tiempo de decisión para él.

Tony Martin, triple campeón mundial y doble campeón mundial por equipos es la potencia. Es el gran superespecialista tras haber dominado la contrarreloj con mano de hierro durante los tres últimos años con el único lunar de Londres’12, una espina que le hará centrarse en ella hasta Rio’16 olvidándose de su utópica candidatura a las GTs.

El récord de la hora puede ser la próxima batalla, y más allá de inscribir sus nombres junto a los de Coppi, Merckx, Indurain o Rominger y llevar al alza el devaluado título nos queda la esperanza de vivir en los próximos años otra nueva y bonita rivalidad entre ellos si finalmente Wiggo se anima a entrar en ella constituyendo una lucha que si lo desean puede devenir histórica sobre el parqué, porque lo que está claro es que seguiremos disfrutando de sus enfrentamientos en los grandes escenarios que año a año nos ofrece la carretera. Por más que difícilmente veamos el arcoíris por televisión.