Una sorpresa relativa. Más por los resultados cosechados en el Tour de Francia y la manera de ganar a lo largo de la temporada que por su verdadero potencial, un hecho conocido por todos. ¿Quién iba a pensar en el comienzo de la campaña que el escalador colombiano acabaría arrastrando unas actuaciones en su segundo año en Europa? A sus veintitrés años, Nairo Quintana dio el paso adelante de una estrella, un corredor fuera de serie, un ciclista llamado a ser uno de los dominadores en los próximos años.

Un hecho que demostró en Wallter 2000, en la Volta a Catalunya, donde aguantó y remató el cambio de ritmo de Bradley Wiggins tras el trenecito Sky Procycling. La sorpresa de Daniel Martin en Port Ainé le resto posibilidad de triunfo final pero con el cuarto puerto en la prueba catalana comenzó a despuntar en una temporada donde ya había finalizado en decimoquinto lugar en la París-Niza, undécimo en Murcia y séptimo en Andalucía.

Su rendimiento dio un paso más en País Vasco donde conquistó la cima de Arrate y cerró la victoria final con un notable segundo puesto en la contrarreloj final. Tras completar sin actuaciones destacadas el tríptico de las Ardenas voló a su Colombia natal donde comenzó a preparar el Tour de Francia. Desde el 21 de abril hasta el 29 de junio no participó en ninguna competición sembrando de dudas su debut en la gran ronda francesa.

A las primeras de cambio despejó cualquier duda. Atacó en Pailhères, en el primer día de montaña, finalizando noveno en Ax-3-Domaines. Tras ceder tiempo en la contrarreloj larga, su remontada comenzó en los últimos días. Pese a caer doblegado en el Mont Ventoux frente al líder Chris Froome, fue remontando posiciones en Chorges y Alpe d´Huez llegando con opciones de podio a la última etapa de montaña. En Semnoz alcanzó la gloria con la victoria de etapa que le llevó al segundo puesto final y al triunfo en la general de la montaña visitando por partida triple el podio de París en su primera participación.

Nairo Quintana en Semnoz

Días más tarde fue protagonista en San Sebastián participando después en la Vuelta a Burgos donde la victoria en Las Lagunas de Neila certificaron su triunfo final. Tour of Britain y el trabajo para Alejandro Valverde en Il Lombardia pusieron el cierre a una temporada donde Nairo Quintana llegó a la élite para quedarse.