Nunca le gustó que se le calificase como un pionero, un corredor que descubrió las grandes clásicas a un ciclismo español anclado en la montaña y en la vueltas por etapas. Él en cambio llegó al ciclismo con un claro objetivo, triunfar en las clásicas. El pavé, el mismo sobre el que comenzó a montar en bicicleta a las puertas de su casa, hizo grande a un ciclista al que únicamente le faltó vencer en una grande.

Sorprendentemente, en un año francamente bueno, y ante el asombro general decidió poner punto final a su carrera deportiva a pesar de contar con ofertas para, al menos, continuar una temporada más. Dijo adiós antes de tiempo pero como a él le gustó. Juan Antonio Flecha se retira del ciclismo a un gran nivel, tras catorce años como profesional muy regulares donde, a pesar de la edad, no mostró una cuesta abajo en rendimiento y resultados.

Un año después de la marcha de Oscar Freire, los dos grandes clasicómanos del ciclismo español, junto a Miguel Poblet, dejan un vacío enorme en el ciclismo patrio. Su marcha crea un antes y un después para el ciclismo español; como en el caso del cántabro, le echaremos en falta cuando ya no esté.

Primeros años, éxitos y catapulta profesional

Maximino Pérez llamó a la puerta de Juan Antonio Flecha en el 2000, la oportunidad de saltar al profesionalismo llegaba de la mano de un equipo pequeño pero que contaba con un calendario de calidad. Allí permaneció dos temporadas, dos campañas marcadas por el éxito. Juan Antonio Flecha se destapaba como un corredor con buenas aptitudes cuesta arriba al que no le temblaba el pulso a la hora de atacar.

Lo demostró en su segunda temporada pro. Cinco victorias englosaron el palmarés de la campaña donde dio rienda suelta a sus capacidades. Primero con un ataque final en Teruel, final de la cuarta etapa de la Vuelta a Aragón, para después cosechar dos parciales y la general del GP Mitsubishi en Portugal. El éxito continuó en la Euskal Bizikleta donde logró imponerse en la llegada en alto al Santuario de Oro. El arquero y la flecha, icono en las celebraciones, comenzó a calar fuerte en el ciclismo español. Completó la temporada con actuaciones destacadas como la décima plaza en la Volta a Catalunya, quinto puesto en Castilla y León donde fue líder o un sexto puesto en la Subida a Urkiola.

Su nivel no pasó desapercibido para el iBanesto.com donde firmó por dos temporadas. El equipo de Eusebio Unzué le fichó para ser la cabeza visible en las grandes clásicas. En la presentación del equipo mostró claramente su objetivo. “Mi sueño es ganar el Tour de Flandes” suspiraba Flecha. De blanco y azul hizo su debut en la Milano-Sanremo, De Ronde, París-Roubaix, Flecha Valona, La Doyenne, Amstel, Piemonte o Lombardia. Allí hizo sus pinitos y con año de experiencia sumó algún detalle destacable. La tercera plaza en el Giro del Lazio o el séptimo en el Piemonte fueron el comienzo de la senda del éxito y las grandes actuaciones en las pruebas de un día. Entre tanto siguió sumando victoria de prestigio. Su debut en el Tour de Francia se saldó con un triunfo en Toulouse tras resolver una fuga.

Toulouse, su gran triunfo en el Tour.

Toulouse, su gran triunfo en el Tour.

Comienzo de las grandes gestas

Tras cuatro años en España, Giancarlo Ferretti cumplió con el objetivo de Juan Antonio Flecha al ficharle para reforzar el bloque para las clásicas. Su nombre se unía al de Fabian Cancellara, Filippo Pozzato o Frank Vandenbroucke. En su primer año fue un habitual del equipo de la Copa del Mundo donde alcanzó la victoria en Zürich tras imponerse en el sprint de un grupo selecto después de salir a un ataque de Michael Barry dándole una pequeña ventaja que finalmente fue decisiva. Un triunfo que seguía prorrogando el protagonismo del ciclismo español en las pruebas de un día. La victoria de Igor Astarloa en Huy la temporada anterior dio comienzo a un ciclo en el que Oscar Freire y Juan Antonio Flecha se convirtieron en los grandes partícipes en un tipo de pruebas a la que anteriormente solo Miguel Poblet profesó una exitosa devoción.

A la victoria en Zürich se unió el triunfo en el Giro del Lazio. Dos pruebas de un día entraron dentro de su palmarés en un año donde dio el salto de calidad. Empezó a acercarse a las primeras posiciones en el pavé gozando de protagonismo en la Kuurne-Bruselas-Kuurne, De Ronde, Gent-Wevelgem o París-Roubaix, finalizando todas ellas entres los trece primeros.

Zürich, triunfo en la Copa del Mundo.

Zürich, triunfo en la Copa del Mundo.

Un año después, en 2005, se metió en la disputa por las victorias. Después de ser duodécimo en De Ronde, el segundo puesto en la Gent-Wevelgem fue el primer aviso en las clásicas del norte. Allí solamente las motos y Nico Mattan se interpusieron en la victoria después de llegar destacado al último kilómetro y ver como el belga, ayudado por las motos, le alcanzaba y sobrepasaba en la recta final.

Días más tarde llegó una tarde de gloria para Juan Antonio Flecha. La 105ª edición de la París-Roubaix arrancó con un invitado de excepción, la lluvia, y con Tom Boonen, Magnus Basckstedt, Peter Van Petegem, Steffen Wesemann, George Hincapie o Fabian Cancellara como favoritos a la victoria. Pocos contaban con él pero tras resistir en la primera selección de Quick Step se convirtió en protagonista en un escenario único, el Carrefour de l’Arbre. Allí atacó y seleccionó el grupo cabecero llevándose a su rueda a Tom Boonen y George Hincapie. Los tres llegaron destacados al velódromo donde nada pudo hacer ante la superioridad del belga. Su tercera posición pasó a la historia como el primer podio español en el Infierno del Norte.

En el velódromo, con dos cocos de la Roubaix.

En el velódromo, con dos cocos de la Roubaix.

Van der Flecha

El final de Fassa Bortolo le llevó a Rabobank donde coincidiría con Oscar Freire y Pedro Horrillo. Los tres grandes clasicómanos españoles mano a mano en un equipo neerlandés con gusto hacía las grandes clásicas. Fueron cuatro años los que defendió los colores naranjas donde las victorias se cambiaron por grandes resultados.

El sino de Juan Antonio Flecha se hizo patente en el Rabobank. Su dedicación hacía las clásicas no obtuvo la recompensa en forma de triunfo teniéndose que contentar con puestos de honor. Su regularidad en la Primavera unido a los resultados le llevó a ser conocido cariñosamente como Van der Flecha. Cuarto en la Brabantse Pijl, en la París-Roubaix o segundo en Plouay fueron su estreno con los colores de la formación neerlandesa. Al año siguiente, 2007, volvió a sondear el triunfo al finalizar segundo en el Omloop Het Volk y en la París-Roubaix, su mejor resultado en la clásica del adoquín.

Pionero en De Ronde.

Pionero en De Ronde.

Las Primaveras se sucedían y las actuaciones se repetían. En 2008 subió al tercer escaño del podio en De Ronde van Vlaanderen junto a dos belgas, Stijn Devolver y Nick Nuyens. El primer podio del ciclismo español llevaba, de nuevo, el nombre de Juan Antonio Flecha.

Liderazgo y carisma en Sky

El megalómano proyecto británico llamó a filas a Juan Antonio Flecha en 2010 para convertirse en el líder del bloque para clásicas y el capitán en ruta. El cambio de equipo pareció sentarle bien y en la tercera competición de la temporada llegó un triunfo de postín. El Omloop Het Nieuwsblad se convirtió en la única victoria en una clásica de pavé. Lo consiguió de la mejor forma, en solitario, derrotando a todos sus rivales.

Omloop, su única clásica de Primavera.

Omloop, su única clásica de Primavera.

La Primavera comenzaba con éxito continuando con dos podios en Harelbeke y en Roubaix donde sucumbió ante el poder de Fabian Cancellara firmando sendos terceros puestos. Unos resultados que empeoraron en 2011 pero no cayeron en rendimiento. Tanto en De Ronde como en Roubaix peleó la victoria quedándose en ambas pruebas en el grupo perseguidor en las dos victorias más extrañas en los dos Monumentos de la última década. Primero en Bélgica donde triunfó Nick Nuyens sorprendiendo a Sylvain Chavanel, Fabian Cancellara y Tom Boonen finalizando Flecha el undécimo a únicamente ocho segundos del vencedor. En Francia, la fuga de Johan Vansummeren entró exitosa en el velódromo rompiendo todos los esquemas de carrera con Thor Hushovd secando a un Fabian Cancellara que se tuvo que conformar con las segunda plaza. Juan Antonio Flecha, por su parte, entró en novena plaza en el grupo de favoritos.

Meses más tarde dio suceso uno de los días más tristes de su carrera deportiva. Camino de Saint-Flour, novena etapa del Tour de Francia, Juan Antonio Flecha marchaba en una fuga consentida por el pelotón junto a Luis León Sánchez, a la postre ganador, Thomas Voeckler, Sandy Casar y Johnny Hoogerland. Un coche de la organización intentó adelantar a la escapada llevándose por delante al español y al neerlandés dando lugar a la célebre imagen de Hoogerland atrapado con los espinos de una valla que cercaba una parcela agrícola.

Al año siguiente sería su última temporada en Sky Procycling. Comenzó fuerte con un tercer puesto en Qatar estrenando las clásicas en el Omloop donde aguantó las embestidas de Sep Vanmarcke concluyendo tercero en el sprint por la victoria, superado por el propio Vanmarcke y Tom Boonen. Resultados alentadores antes de las grandes clásicas que se vieron truncados por una fractura en un metacarpiano de la mano antes de tomar partida en la Tirreno-Adriático. Tras un mes parado retomó la competición entre dudas en un renovado De Ronde donde finalizó vigésimo en el inmenso grupo perseguidor. Una semana más tarde, Roubaix se inclinó ante el poderío de Tom Boonen donde Flecha, con todas las circunstancias que tuvo anteriormente, entró junto a Sébastien Turgot, Alessandro Ballan, Niki Terpstra y Lars Boom en un grupo perseguidor que se jugó las dos últimas plazas del podio que fueron para los dos primeros teniéndose que contentar con la cuarta plaza.

Flecha tuvo la "mala suerte" de coincidir con Fabian Cancellara y Tom Boonen.

Flecha tuvo la “mala suerte” de coincidir con Fabian Cancellara y Tom Boonen.

En una temporada atípica se quedó fuera del plantel del Tour doblando Giro y Vuelta. Entre medias el cuarto puesto en el Ster ZLM Tour destacó antes de la gran ronda nacional donde volvió a quedar constatada el alma guerrera de Juan Antonio Flecha. Peleó la victoria en una gran etapa camino de Ferrol donde Stephen Cummings dio la sorpresa al imponerse en solitario por delante de Cameron Meyer y el propio Flecha. Concluida la Vuelta, la segunda plaza en el Circuito Franco-Belge cerró el periplo en Sky Procycling.

Las últimas pedaladas

Sexto y último equipo. Vacansoleil-DCM deshojó la margarita de Juan Antonio Flecha. Una sorprendente última temporada donde la lucha y el ataque fue la constancia que marcó todo el año. Quinto en la Gent-Wevelgem, de nuevo en el grupo perseguidor en De Ronde y octavo en París-Roubaix, cerca de Fabian Cancellara pero sin opciones reales de triunfo cerraron su última Primavera.

El Tour de Francia fue el fiel reflejo a la actitud que presidió su carrera deportiva. Un marcado carácter ofensivo le llevó a ser uno de los corredores más combativos, bien formando parte de escapadas o metiéndose en las llegadas. Se fue de la Grande Bouclé sin triunfo pero con buenas sensaciones. Unas sensaciones que continuaron en Dinamarca, sexto.

La Vuelta a España siguió el mismo derrotero siendo el junto a Rafa Valls y Grega Bole los únicos componentes de Vacansoleil-DCM en llegar a Madrid. Y fue el mejor de todos con los quintos puestos en Cáceres y Mairena de Aljarafe como mejores resultados volviendo hacer de la fuga la mejor vía para ganar protagonismo, como en Formigal, donde acabó undécimo.

Hasta el último día mostrando la misma cara, combatividad.

Hasta el último día mostrando la misma cara, combatividad.

Se despidió el ciclismo en Beijing pero antes dejó constancia de su clase entrando decimotercero en il Lombardia después de firmar uno de los mejores tiempos en el Muro di Sormano y llegar con el grupo de favoritos hasta Villa Vergano donde se rompió la carrera. Entre el exotismo de China se puso el último dorsal despidiéndose con una fuga junto a otro corredor que dice adiós, Marco Pinotti. Guerrero hasta el último día.