Es una pregunta que bien pudo hacerse John Degenkolb. El sprinter de Argos-Shimano mediada la temporada alcanzaba unos guarismos muy por debajo de los sumados en la anterior campaña. Si en 2012 sumaba cinco victorias hasta el mes de julio, este año era únicamente una; si en 2012 alcanzaba veintiún puestos entre los diez primeros, este año eran únicamente ocho.
Los números no fallaban. Además de cosechar menos victorias, sumaba también menos presencia en carrera. Hasta el mes de marzo el noveno puesto en De Ronde era su mejor resultado en carrera. Después de ser cuarto en Frankfurt, debutó en el Giro de Italia donde sumó la única victoria en la primera mitad de campaña. La accidentada llegada a Matera fue la primera plaza que conquistó en 2013.
Más de tres meses tardó en llegar la siguiente. Antes, el Tour de Francia abrió un nuevo horizonte en su carrera al pasar del protagonismo y peso que obtuvo en otras grandes vueltas a ser uno más en la hilera de Marcel Kittel. Lanzador de lujo para su compatriota, intentó aprovechar su ausencia en Albi para convertirse en el sprinter titular en una llegada donde rozó el triunfo al ser segundo tras Peter Sagan.
Finalizado el Tour de Francia se entró en el octavo mes del año. De un discreto Tour de Benelux se llegó al reencuentro consigo mismo. Sprint de potencia, de raza, donde la clase quedaba apeada por la fuerza física de John Degenkolb. Y comenzó la racha. Primero en la Vattenfall Cyclassics en Hamburgo, prueba World Tour, donde se impuso en un gran sprint por delante de André Greipel y Alexander Kristoff. Siguió con un décimo puesto en Plouay para ser segundo en la Brussels Cycling Classic superado por André Greipel.
Su discreto paso por las pruebas del World Tour en Canadá dieron el testigo a tres semanas de gloria en Europa. Volvió a rozar la victoria en el GP d´Isbergues donde solamente Arnaud Démare se interpuso en su camino y tras el Mundial enmendó la campaña. Cuatro triunfos en doce días sirvieron para cerrar con la mejor cara un año en el que debía dar un paso más después de los resultados de 2012 y en el que solo pudo dar una pequeña muestra de ello.
Los dos parciales de el Tour de l´Eurométropole y el segundo puesto final dieron paso al triunfo en la Paris-Bourges donde logró imponerse a Arnaud Démare y Samuel Dumoulin. En la última competición de la temporada cerró la campaña con una más que notable victoria en Tours, en la última gran clásica del año, Paris-Tours, que antaño cerraba la Copa del Mundo de ciclismo. De nuevo, en un sprint de fuerza, logró una clara victoria por delante de Michael Morkov y Arnaud Démare.
Así cerró un periplo exitoso de doce días en los que logró enmendar una temporada que hasta el mes de agosto apuntaba a ser decepcionante. Logró corregirla y cerrarla de la mejor manera posible, con triunfos.
Hasta el mes de mayo quieres decir en el segundo párrafo, ¿no?
De todas formas no creo que haya sido tan mala la temporada aún quitando los últimos meses, aunque le he visto algo de desidia en los sprints, en plan “para quedar quinto no me meto”. Y eso a nivel de puestómetro pues se nota, pero si no te metes, pues tampoco vas a ganar. Además hay que tener en cuenta los problemas de rodilla que ha tenido a principio de temporada. Un poco por debajo de las expectativas pero ha estado bastante bien. Gran artículo, seguid así
No, no, me refiero a marzo. Hasta la finalización de ese mes el 9º puesto en De Ronde era lo único destacable en su temporada -apenas sumaba dos top10 lejos de la victoria en Qatar-.
Ah, va, que RvV fue justo el 31 de marzo, creía recordar que habían caído las dos carreras en abril, mil perdones