-Historia-
Como en otras muchas carreras históricas, para referirse a los orígenes de la Vuelta a Flandes hay que hacerlo mediante los de un periódico. Karel Van Wijnendaele, hombre hecho a sí mismo, ciclista fallido y antes emigrante en su adolescencia a la por entonces más prospera Valonia para ganarse la vida, donde desarrolló un profundo sentimiento nacionalista tras sentirse humillado por las familias valonas para las que trabajaba, fue luego cofundador del rotativo deportivo Sportwereld y tomando como ejemplo la obra de Henri Desgrange en el Tour de Francia creó su propia “vuelta”. Pero si en Francia o en Italia (y más tarde en España) sus carreras de referencia constaban de varias etapas, en el pequeño territorio flamenco “De Ronde” también atravesaría los lugares más emblemáticos del país (“todas las ciudades flamencas tenían que contribuir a la liberación del pueblo flamenco”, decía el fundador) pero sería una carrera de un día. Así, en 1913 se disputó la primera edición de la prueba sobre 330 kilómetros con salida y llegada en los alrededores de Gante, una distancia considerable aunque bastante habitual en la época que acentuaba su dificultad al discrurrir por carreteras estrechas y de firme irregular que ponían la base de lo que iba a marcar la carrera durante toda su historia. El más rápido de los 37 participantes fue Paul Deman, quién dio inicio a una larga sucesión de triunfos locales que se extendió hasta finales de los años cuarenta (solo interrumpida por el suizo Suter en 1923), probablemente fruto tanto del conocimiento que tenían los lugareños de los secretos del complicado recorrido de la prueba como del hecho que la carrera solía coincidir en fechas con la más prestigiosa por entonces Milano-San Remo, que atraía a los ciclistas más prestigiosos patrocinados por las grandes marcas. Y es que los inicios no fueron fáciles, en esos años aunque ahora suene extraño el ciclismo no era un deporte excesivamente popular en la zona y los sponsors no abundaban, solo la perseverancia de Van Wijnendaele y el resto de organizadores mantuvo la prueba a flote hasta la llegada de tiempos mejores.
Es a partir de la Segunda Guerra Mundial que la carrera empieza adquirir mayor importancia, por entonces ya se ha convertido en un éxito a nivel local y el público suele abarrotar los caminos por los que discurre la prueba, curiosamente además ésta será la única de las grandes clásicas que no interrumpirá su edición durante el conficto armado. Y es que el Sportwereld había sido absorbido por el periódico generalista Het Nieuwsblad, que durante la ocupación germana del país continuó publicándose, lo que luego provocaría acusaciones de colaboracionismo que salpicarían también a Van Wijnendaele y por ende a la carrera. En ese punto se produce una pequeña batalla de la que la prueba saldrá reforzada, el periódico rival Het Volk trata de aprovechar esas críticas para crear una carrera paralela a la que llamará Omloop van Vlaanderen (Circuito de Flandes), lo que provocó una protesta de los organizadores de De Ronde por la excesiva similitud en la nomenclatura, la Federación Belga la aceptó y la nueva prueba pasó a llamarse Omloop Het Volk. En 1947 los organizadores de las principales carreras de un día decidieron unir sus fuerzas al crear el Trofeo Desgrange-Colombo, una especie de precursor de la más reciente pero ya obsoleta Copa del Mundo que las protegía de la mutua competencia y presionaba a los mejores ciclistas a acudir a todas sus componentes. A partir de entonces, la Vuelta a Flandes se convirtió junto a la Paris-Roubaix en la carrera de referencia en la campaña del Norte.
Las más recordadas ediciones de la carrera se dan a partir de entonces: en 1949 el legendario italiano Fiorenzo Magni finaliza la racha de triunfos locales y empieza a sellar un nuevo hito que permanece inigualado hoy en día, al conseguir la primera de sus tres victorias consecutivas en la prueba, todas bajo unas condiciones metereológicas infernales que maximizan su dominio y que junto a los terribles muros adoquinados se habían convertido en seña de identidad de la carrera. Doce años más tarde se dio el desenlace más extraño de la historia de la carrera cuando el italiano Delfilippis y el británico Tom Simpson llegaron escapados a la meta. Aquel día hacía tanto viento que la pancarta de meta voló, lo que confundió al italiano, claramente más rápido al sprint, que creyó haber ganado antes de tiempo y se relajó, lo que Simpson aprovechó para llevarse la victoria. Las protestas del transalpino fueron desestimadas por la organización al considerarse que no había suficiente motivo para la confusión ya que los ciclistas ya habían pasado por la meta en dos ocasiones anteriormente como parte del circuito final. En 1969, Merckx ya empezaba a ser el tirano más grande de la historia, pero todavía no había vencido la carrera de su tierra, aquel día aprovechó un tiempo muy adverso para atacar a más de 70 kilómetros para la linea de meta, a la que llegó con más de 5 minutos de ventaja sobre Felice Gimondi. El Caníbal “solo” volvería a ganar en 1975, siendo Flandes el Monumento que menos veces pudo ganar junto al otoñal Giro de Lombardía, lo que da una idea de la dificultad de la prueba. Ya en la década de los ochenta, se dan dos de las últimas ediciones más antológicas, con victorias para los locales Vanderarden (1985, sólo 24 ciclistas finalizan) y Van Hooydonck (1989, ataque bestial en el Bosberg). Entre medias quedan los tres segundos puestos de Sean Kelly, que vio como De Ronde era el único de los cinco Monumentos que se escapaba a su palmarés.
Ya en su época más reciente, la carrera ha cambiado (ya no sale ni llega a Gante, desde 1998 lo hace desde la monumental Grote Markt de Brujas para terminar en Ninove) pero sin llegar a los niveles legendarios de antaño ha conservado francamente bien su esencia y sigue siendo una de las más espectaculares del calendario, dando paso a las leyendas flandriens más contemporáneas: Johan Museeuw, Peter Van Petegem, Tom Boonen o Stijn Devolder. Quién sabe si uno de estos dos últimos conseguirá subir un escalón más en el particular olimpo que con el paso de los años ha ido cultivando la enorme tradición ciclista de Flandes que un día empezó con el sueño de Karel Van Wijnendaele.
-Recorrido-
La 98º edición de De Ronde van Vlaanderen, como lleva haciendo desde 1998, saldrá de Brujas y llegará en Meerbeke (Ninove). 262 kms durante los cuales ascenderemos a 15 “colinas” y pasaremos por 24 tramos de pavé. En 8 de estos tramos encontraremos ambas condiciones, colina con pavé.
El banderazo de salida se producirá a las 9.45 en la capital de Flandes Occidental, Brujas, dirigiéndonos en dirección noroeste buscando el Mar del Norte hasta llegar a Wenduine (km 11), donde se girará hacia el suroeste en paralelo al mar en dirección a Oostende (km 28). Una vez en Oostende volveremos hacia el interior de Flandes en dirección sueste por un terreno prácticamente llano hasta llegar a Kruishouten (km 118) donde comenzará la primera toma de contacto con el pavé y las colinas. Comenzaremos con un tramo de 1.800m en Huisepontweg, para continuar con un par más de 200 metros como preludio de la primera colina, Den Ast (km 131) de solo 450m. Tras esta breve toma de contacto, seguiremos durante 30 kms por un terreno algo escarpado pero sin dificultades de interés hasta llegar a los 2.000m de pavé de Varenstraat (km. 156) poco antes de ascender a las colinas de Kluisberg (km 165) y Knokteberg (km 172) donde ya habrá que salir bien colocado, ya que en menos de 10 kms llegaremos al primer tramo decisivo de la carrera. La trilogía Oude-Kwaremont – Paterberg – Koppenberg.
Oude-Kwatemont (Viejo Quaremont) en el km 179,5 con una ascensión de 2.200m a una media del 4% con pendiente máxima de 11% que cuenta con 1.500m adoquinados, es el primer tramo mítico de la carrera, se lleva ascendiendo desde 1974 y en él tendremos la primera toma de contacto seria de los favoritos. Nada más bajar esta colina nos encontramos con Paterberg, 360m adoquinados al 12,9% de media y una rampa máxima del 20,3% y para acabar dicha trilogía, 6 kms después, la temible subida de Koppenberg (km 189,5) 600m al 11,6% de media y 22% de máxima, todo adoquinado.
Koppenberg se ha ganado su leyenda a pulso. Desde 1976 que se comenzó a escalar, esta “sala de torturas” estuvo en el recorrido hasta 1987, cuando un coche oficial de la UCI atropelló al líder de la carrera Jesper Skibby y se decidió retirar por su peligrosidad. Desde 1988 no volvió a aparecer por De Ronde hasta 2002, cuando una vez remodelado con adoquines polacos volvió a ser esa subida temible que todos conocemos. Entre dos aludes, con una carretera de unos 8 metros abombada encontramos estas terribles rampas, de las cuales solo una treintena de corredores podrán comenzarlas con plenas garantías de éxito. De ahí para atrás, todo dependerá de lo que haga el que vaya delante. Un pinchazo, una caída (siempre se ha dicho que hay gregarios que “se tiran” para frenar al resto) hará que se ponga el pie a tierra y haya que subir con la bici al hombro hasta la cima.
A partir de la cima de Koppenberg y con la carrera lanzada, encontraremos un continuo sube y baja con más de 2 kms de pavé y tres colinas adoquinadas en los siguientes 13 kms: Steenbeekdries (km 195) 700m al 5,3% de media, Taaienberg (km 197) 530m al 6,6% de media, para culminar con Eikenberg (km 202) 1.300m al 6,2% y un máximo del 10%.
Tras haber superado los 200 kms y con la selección posiblemente ya realizada, tomaremos un terreno con un continuo sube y baja con varios tramos más de pavé (4.600m en total) hasta llegar a la 10ª colina del día, Molenberg (km 218) una pequeña ascensión de 465m adoquinados al 7% con un máximo del 14,2%. Seguiremos nuestra ruta hasta llegar a los 2.000m de pavé de Haaghoek antes de comenzar las subida sobre asfalto de Leberg (km 225) al 4,2% de media, de Berendries (km 229) 940m al 7% y de Tenbosse (km 236) 450m al 6,9%, tras las cuales seguirá un terreno sin dificultades significativas hasta llegar a Geraardsbergen (km 246) donde comenzará el tramo donde se decidirá el ganador de la carrera. La sucesión de ascensiones a Muur – Kapelmuur y Bosberg.
La subida al Muro de la Capilla (Muur – Kapelmuur) con poco más de 1 km y sus últimos 475m adoquinados al 9,3% de media y 19,8% de pendiente máxima se coronará tras 246,5km de carrera. La imagen de De Ronde, la pequeña colina a la izquierda de la carretera de adoquines, repleta de público, con la Capilla como imagen de fondo, mientras los ciclistas pasan con gesto de máximo esfuerzo al límite de sus posibilidades.
Pasando la Capilla, comenzaremos un descenso cruzando por Atembeke hasta llegar a Moerbeke donde está situada la 15ª y última ascensión del día, Bosberg, en el km 250, 980 metros de ascensión con los últimos 400 adoquinados, al 5,8% de media y 11% de máxima pendiente. No es la dificultad más dura de carrera, pero en ella hemos visto gestarse un gran número de victorias, como las de Edwing Van Hooydonck en el 89 y 91.
Desde arriba hasta meta solo nos separarán 12 kms de recorrido muy favorable, hasta llegar a la línea de meta de Meerbeke en Ninove, donde encontrará la gloria.
Detalle de los muros:
1. Km. 131,2: Den Ast (450 mts.)
2. Km. 164,6: Kluisberg (925 mts. / 6,8% / Máx: 14,5)
3. Km. 172: Knokteberg (1.100 mts. / 8% / Máx: 13)
4. Km. 179,2: Oude Kwaremont (2.200 mts. / 4% / Máx: 11,6). Adoquines: 1.500 mts.
5. Km. 182,6: Paterberg (360 mts. / 12,9% / Máx: 20,3). Adoquines: 350 mts.
6. Km. 189,1: Koppenberg (600 mts. / 11,6% / Máx: 22). Adoquines: 600 mts.
7. Km. 194,6: Steenbbekdries (700 mts. / 5,3% / Máx: 6,7%). Adoquines: 700 mts.
8. Km. 196,9: Taaienberg (530 mts. / 6,6% / Máx: 15,8%). Adoquines: 520 mts.
9. Km. 202,2: Eikenberg (1.300 mts. / 6,2% / Máx: 10%).
10. Km. 217,3: Molenberg (463 mts. / 7% / Máx: 14,2%). Adoquines: 300 mts.
11. Km. 224,4: Leberg (950 mts. / 4,2% / Máx: 13,8%)
12. Km. 228,8: Berendries (940 mts. / 7% / Máx: 12,3%)
13. Km. 235,7: Tenbosse (450 mts. / 6,9% / Máx: 8,7%)
14. Km. 246,1: Muur-Kapelmuur (475 mts. / 9,3% / 19,8%). Adoquines: 475 mts.
15. Km. 250: Bosberg (980 mts. / 5,8% / 11%). Adoquines: 400 mts.
Read more about the life of Karel Van Wijnendaele, father of the tour of Flanders, at http://www.karelvanwijnendaele.com