Por Alicia González

Twitter

La pasada semana, del 23 al 29 de Septiembre tuve la oportunidad de participar en los Campeonatos del Mundo de carretera, celebrados en La Toscana (Italia). A lo largo de esa semana se disputaron tanto las pruebas contrarreloj como las pruebas en ruta para las categorías juvenil, sub23 (masculino) y élite.

En cuanto a la categoría que me corresponde, junior femenina, acudimos 4 corredoras (Alba Teruel, María San José, Lierni Lekuona y yo), y aunque era la única que ya había debutado en un Mundial siempre acudes con incertidumbre a este tipo de pruebas, no todos los días, o mejor dicho ningún día a lo largo de la temporada (a excepción del Campeonato de Europa) corres con chicas de otros países, por lo que no tienes ni idea de cuál será tu sitio en el pelotón. Cada año es un mundo y más si comparamos el circuito del Mundial del año pasado con el de este año, con 5 vueltas a un circuito con un puerto de 4km y un repecho de 600m con rampas del 18% .

Aunque con incertidumbre está claro que iba con ganas, al final a lo largo de la temporada trabajas para esto, para ganarte el puesto y poder correr un mundial. Este año era distinto, me tocaba correr también la prueba de contrarreloj; acabé bastante disgustada, sin encontrar ritmo en ningún momento pero teniendo la prueba de ruta 4 días después y habiendo puesto en esta muchas más esperanzas que en la CRI no quedaba más remedio que hacer borrón y cuenta nueva; creo si quieres andar bien “x” día es tan importante que estés bien tanto físicamente como psicológicamente.

Alicia González CRI Toscana 2013 Foto Luis Román

La asturiana en la plaza de la catedral de Florencia. | Luis Róman Mendoza

En cuanto a la prueba de línea, por cómo suelen ser en general estas carreras pensaba que sería una prueba en la que las primeras vueltas serían relativamente tranquilas, con pocos ataques y que las 2 últimas vueltas serían decisivas, pero este año fue al revés. Se rodó muy rápido durante toda la carrera y la fuga que se formó en las primeras vueltas fue la que consiguió llegar a meta. Tras cada pasada por el puerto nos quedábamos 15-20-25 corredoras en el grupo principal. Me encontraba muy a gusto y pensé que lograría aguantar hasta meta con las mejores, pero la fatiga se empezó a notar a falta de vuelta y media para el final en un circuito en el que no había dónde recuperar y en la pasada por el repecho para empezar la última vuelta exploté y me descolgué. Aun así estoy contenta, no por el puesto sino porque rodé en la parte delantera toda la carrera y di lo que tenía. Me encontraba muy bien ese día pero cuando no puedes más no puedes más…

Te salga bien o mal poder correr un mundial es una experiencia única, y sin duda la carrera en la que más disfrutas de todo el año. Correr en un pelotón con gente de otros países, y con la tensión que existe en un mundial es algo increíble. Además el hecho de que coincidas con los profesionales lo hace especial… reconocer el circuito y que estén todos rodando a 1 metro tuyo o el hecho de que corran por un circuito por el que tú también has corrido. Hasta por la televisión se ve diferente el Campeonato del Mundo de profesionales cuando conoces cada metro del circuito. Este año además, giraba todo en torno a Florencia, una de las ciudades más bonitas que conozco, y probablemente la que más. Creo que nunca se me olvidará el circuito de CRI… pasaba por el centro de Florencia y por todo el casco antiguo, por debajo de la catedral, por todas las plazas, calles principales, etc. Entre que era un mundial y que discurría por el medio de Florencia la cantidad de público era increíble.

En definitiva, ha sido una experiencia fantástica y creo que tanto yo como el resto la hemos disfrutado.