Mucho se habla y poco se está concretando sobre la historia de Alejandro Valverde con el Mundial de ciclismo. Las últimas ediciones hablan de un corredor vulgar decidiendo carreras. Sabemos que no lo es; lo que le pasa a Valverde es que no ha aprendido a correr carreras de un día. Durante unos años le valió ser el más rápido, pero cuando maduras y los demás te conocen, dejan de ponértelo tan fácil. Por eso ha perdido este año, sin ir más lejos, la Amstel Gold Race, la Liège – Bastogne – Liège, Clásica de San Sebastián y el Mundial de la Toscana. Seleccionar es algo que hacía Paolo Bettini y no el murciano de Movistar.

El palmarés del murciano podría haber sido tan grande como la imaginación alcanza. Al menos en carreras de un día propicias para corredores que suban y resuelvan bien. Podría haber ganado el Mundial de ciclismo, Lombardía, Amstel o Sanremo, pero también haber sumado más victorias en Lieja o San Sebastián. El Mundial, carrera en la que tiene el honor de ser el ciclista con más medallas de la historia por delante de, ojo, Alfredo Binda, Rik Van Looy, Óscar Freire, Greg LeMond, Raymond Poulidor y André Darrigade, le ha dado y le ha quitado mucho. Pero, ¿cómo ha sido el papel de Valverde en los Mundiales? Vayamos año a año.

2003 – Mundial de Hamilton.

En Canadá Valverde debuta en los Mundiales. Venía de hacer una gran campaña en País Vasco y Vuelta a España, y en carreras de un día había ganado la Klasika Primavera y terminado en el grupo de delante la Milano – Sanremo. En el circuito canadiense Igor Astarloa ataca en la última vuelta y se distancia del grupeto donde iban, entre otros, Michael Boogerd, Paolo Bettini o Peter Van Petegem. Del grupo saltan varios corredores y, entre ellos, Valverde, que conecta con los perseguidores justo en la cima de la cota. La presencia del murciano y la poca coordinación del septeto perseguidor le dan unos segundos vitales a Astarloa, que gana el Mundial. Valverde hace segundo. Gran debut en la lucha por el arcoíris.

Alejandro Valverde

2004 – Mundial de Verona.

El segundo mundial veronés, el tercero de Óscar Freire, ha sido posiblemente el mejor momento del cántabro en los mundiales. El trabajo de Luis Pérez en la última subida no se vio alterado por un ataque de Michael Rasmussen, pero sí por el definitivo de Michael Boogerd. El neerlandés abre hueco, responde Ivan Basso y Freire, excepcional, llega en primera persona. Era el más fuerte aquel día. Después llega Valverde con Damiano Cunego y el murciano se sacrifica tirando por el doble campeón del Mundo. Le lanza también en meta y consigue su tercer título. En Verona Valverde pudo atacar, como Mancebo o Pérez, que terminaron llegando, y hacer lo que Purito el domingo. Sin embargo, protegieron al líder, al hombre más rápido de los que quedaban en cabeza.

2005 – Mundial de Madrid.

En una carrera poco propicia para los españoles, Valverde, líder sin Freire en la salida, aguanta siempre en el gran grupo. Marcos Serrano busca colarse en los cortes en la última vuelta, donde se mezclan varios de los mejores, pero nada fructifica. En la recta de meta en el Paseo de la Castellana el corredor de Illes Balears coge la cabeza del grupo pero un Tom Boonen netamente más rápido le pasa. Plata para España. Segunda medalla para Valverde en los mundiales.

2006 – Mundial de Salzburgo.

España elige bien en la parte final de carrera. Mantiene el bloque y decide jugársela en el revirado final de la ciudad austriaca, aunque siempre mete a gente en algunos de los cortes. La parte final reunifica y todo llega compacto en un grupo de unos 50 hombres donde tampoco estaba un lesionado Freire. Italia corre mejor el final con Bettini atacando, Filippo Pozzato frenando y Davide Rebellin atacando de nuevo a poco de meta.

En la curva previa a la pancarta del último kilómetro Samuel Sánchez se pone delante de Valverde y aprieta. Sus trazadas distancian a todos menos a su compañero, a Bettini y Erik Zabel. El sprint se lanza y Valverde, eligiendo mal la corona, no puede con los otros dos. Bronce para España. El murciano podría haber hecho lo que hizo el domingo en Florencia en uno de los repechos dentro de la ciudad toscana, abrirse y dejar la tostada a otros, pero entendió que el trabajo era para él y quiso rematar. Pero no pudo. Tercera medalla para el murciano. Buen resultado, pero siempre quedará la duda de qué hubiera pasado si hubiera elegido otro camino.

2007 – Mundial de Stuttgart.

Aquí empieza lo que hasta 2013 ha sido la selección española. Una mezcla de intenciones encontradas que no ha respetado la figura de Óscar Freire ni la madurez de Valverde. Samu se erige en líder y tira hacia adelante en la búsqueda de un grupo que, objetivamente, estaba por encima de su nivel. Eso deja a Freire solo con Manuel Beltrán, pues Valverde, descentrado la semana previa por las presiones de la UCI, no da todo lo que pudiera haber dado y termina lejos de la cabeza. Bettini vuelve a ganar, Samu hace 6º y Freire encabeza el grupo a 49″. Aquí la aparición de Sánchez cambia los guiones, y tanto Freire, triple campeón del Mundo, como Valverde, triple medallista y ganador en Lieja un año antes, ven como otro ciclista quiere asumir el liderazgo de la selección.

2008 – Mundial de Varese.

De vuelta a Italia ocurre algo parecido. Purito se sitúa bien en cabeza en el corte final, Samu se queda en tierra de nadie y ni Valverde ni Freire se sacrifican por el otro, engañados por la música clásica que sonaba en la radio y con Bettini disfrutando de la superioridad italiana en cabeza desde el grupo, con 3 hombres en un grupo de 13. Ningún otro español termina la carrera, por lo que España vende fácil y barata una carrera que termina llevándose Alessandro Ballan. Rodríguez no era suficiente para resolver pero se ve obligado a hacerlo. Samu termina, otra vez, en tierra de nadie.

2009 – Mundial de Mendrisio.

Aquí la táctica vuelve a fallar para España, que teniendo a 3 hombres entre los 9 que se jugaron la carrera, Joaquim Rodríguez se queda con Evans, Samuel con Fabian Cancellara y Valverde con Damiano Cunego. En vez de seleccionar y atacar (cosa que sí hizo el catalán) o de reservar y proteger a Valverde, el más rápido de los nueve, la selección elige la peor de las opciones y con Rodríguez se va además de Evans, Alexandr Kolobnev, que le superan en el final. Primera medalla para Rodríguez. 4º puesto para Samu y 9º para el murciano. Freire hace un papel discreto no estando nunca cerca de las medallas.

En 2010 y 2011 Valverde no participa al estar sancionado, y la selección, liderada por Óscar Freire, no consigue medalla estando el cántabro en la disputa por ellas. Y en 2012 y en el reciente Mundial de la Toscana ya sabemos lo que ha pasado. Quizás en sendas carreras Valverde tuvo que ser el líder único, pero también lo es que dos momentos de dudas provocaron que se fueran dos oros, porque en Limburgo ni salió pronto ni esperó a Freire, que llegó a 5 segundos de Gilbert. Y ayer eligió la peor de las opciones a tan poco de meta que el margen de maniobra era inexistente.

El problema de la selección española es que demasiados corredores han sentido que eran líderes y desde el coche ha faltado guión. La realidad es que solo uno, Valverde, ha sacrificado opciones reales de victoria en más de un Mundial, y que Óscar Freire está excusado, pues su figura es indiscutible (a pesar de haber querido ser líder en Mundiales como el de Mendrisio). Pero en algunas ediciones ha faltado en las dos últimas vueltas trabajo, sacrificio y compañerismo. Y a Valverde se le pueden echar en cara malas decisiones y una deficiente visión de carrera, pero no tanto de otras cosas. Aun así el análisis no se debe apoyar exclusivamente en lo ocurrido en Florencia, pero sí que deja la sensación de que ese liderazgo que tanto ansiaba Valverde quizás tampoco lo mereció.

Muchos se han esforzado en argumentar en contra y en favor de Valverde o Rodríguez ayer. Ambos calcan la tendencia que han tenido en los Mundiales desde 2008. Valverde eligió mal cuando debía elegir bien, y como siempre se quedó rezagado y sin seleccionar, lo pagó. Rodríguez optó por tomar sus opciones una, dos y hasta tres veces (Varese, Mendrisio y Florencia), y tanto en los dos primeros mundiales como el domingo, quien juega al ataque es quien merece tener opciones al final. Y, entonces, lo que ocurrió es que España se quedó sin el oro. ¿Culpa de Valverde? Visto el desarrollo de la carrera, sí. Pero no siempre ha sido así.