Una vez rota en Limburgo la casi increíble racha de 5 platas mundialistas consecutivas acumuladas por Marianne Vos, la neerlandesa ha continuado por la senda ganadora para conseguir en Florencia su tercer maillot arcoíris en ruta desde que es profesional. A diferencia del pasado año, esta vez lo ha hecho guardando, permaneciendo en un segundo plano y dejando la responsabilidad en otras, a la espera de encontrar el momento idóneo para lanzar uno de sus ya característicos ataques explosivos que nadie más puede responder. Las que más cerca han estado de conseguirlo han sido Emma Johansson (Suecia) y Rossella Ratto (Italia), quien consigue la primera medalla para el ciclismo transalpino en sus Mundiales.
Durante el tramo inicial de 57 kilómetros que las condujo hacia el circuito de Florencia apenas ocurrió nada reseñable. La carretera favorable y la elevada velocidad hacían poco exitosos los ataques, rodando casi constantemente de forma compacta. Pero, nada más entrar en el circuito y afrontar Fiesole, el panorama iba a cambiar de forma radical. La selección estadounidense, en un principio con Carmen Small, tomó la responsabilidad y desgranó el pelotón a las primeras de cambio. Apenas 40 ciclistas quedaron con opciones tras esta primera ascensión. Ellas mismas, junto a italianas y neerlandesas, quedaban como las selecciones mejor representadas. Para las españolas, en un mal día que no refleja su nivel real, el tren del triunfo se escapó allí.
El desarrollo de la carrera no cambió mucho durante el resto de esa vuelta y la siguiente. Algunos ataques de poco peso que apenas inquietaron a las americanas, quienes seguían al comando en favor de su líder Evelyn Stevens. El primer movimiento serio tuvo lugar a algo menos de 3 vueltas y 50 kilómetros para el final, en Fiesole. La joven escaladora italiana Francesca Cauz, con mucha determinación, realizó varias aceleraciones secas hasta conseguir marcharse. Lucinda Brand (Países Bajos) respondía y, como gran bajadora que es, se fue en el descenso hacia el duro repecho de Via Salviati. Tiffany Cromwell (Australia) aceptaba el reto y, alcanzándola, colaboraba en relevos con ella.
Las rampas de Via Salviati reunificaron el -cada vez más pequeño- grupo, aunque Brand, junto a Ratto, volvía a abrir hueco al coronar. Movimiento interesante, al estar presentes las dos selecciones que más representantes tenían atrás. De nuevo, USA tomaba las riendas por atrás y conseguía abortar la fuga en el siguiente paso por Fiesole. Ahí, restando menos de dos vueltas, un ataque de la rusa Tatiana Antoshina desató las hostilidades que iban a definir la selección definitiva. El nivel de exigencia dejaba únicamente 8 candidatas: Marianne Vos y Anna van der Breggen (Países Bajos), Tatiana Guderzo, Elisa Longo Borghini y Rossella Ratto (Italia), Emma Johansson (Suecia), Evelyn Stevens (Estados Unidos) y Tiffany Cromwell (Australia), quien aguantaba a duras penas.
El grupo de cabeza se mantuvo estable hasta el paso bajo el sonido de la campana. La vigilancia entre ellas, y el consiguiente descenso en el ritmo, permitió enlazar a otras tres corredoras: Tatiana Antoshina (Rusia), Linda Villumsen (Nueva Zelanda) y Claudia Häusler (Alemania). El miedo de unas a otras, las miradas y la vigilancia mutua se hacían patentes en Fiesole, hasta que una arrancada de Evie Stevens rompió la aparente calma. Sólo Johansson, Vos, Van der Breggen y Ratto tuvieron capacidad de respuesta. Las neerlandesas quedaban con dos representantes entre las más fuertes. Y aunque Villumsen, Guderzo y Longo Borghini entraban justo antes de afrontar Via Salviati, ya había quedado claro entre quienes se iba a jugar la carrera.
Stevens lo intentaba de nuevo desde abajo, pero con más corazón que fuerzas. Más poderosa fue la aceleración de Vos justo antes de terminar el tramo más duro. Abrió un pequeño hueco sobre Johansson y Ratto que dejaba un final emocionante. Apenas 5 segundos al coronar. Por momentos pareció incluso reducirse gracias a la colaboración inicial de las dos perseguidoras, pero Ratto, con mucho desgaste, no tenía ya mucho que aportar. Vos mantuvo la diferencia y, en cuanto por detrás se empezaron a mirar, quedaba claro que se resignaban. La superclase neerlandesa tenía tiempo de saborear los últimos metros, mientras Johansson y Ratto esprintaban por un segundo puesto que fue para la sueca, quien terminará la temporada como líder de la clasificación UCI, por delante de la propia Vos.
Fufff… si es que se acaban los adjetivos para Marianne Vos. Que grande es esta mujer, que grande. Y que infravaloradas están las mujeres en este deporte, ainsssssssss…
Lo disfruto. usuarios de Cobbles & Jils.