Conquistar un podio en una Gran Vuelta tiene una doble lectura. Por un lado es un valioso botín para un corredor que antes de iniciarse la carrera centraba sus objetivos en realizar una destacada clasificación general. Por un lado sin ser un mal resultado, ocupar plaza en el cajón a la sombra del ganador no deja de ser una sensación amarga para un ciclista que tenia por objetivo alcanzar la victoria. En esas se encuentra Alejandro Valverde con su tercer puesto final en la Vuelta a España, quinta ocasión que lo logra en su carrera deportiva.
El murciano, candidato a la victoria final, se tuvo que conformar con una tercera plaza que a la vez que cerró cerca del liderato, a 1’36” de Chris Horner, manteniendo opciones hasta el final en el L´Angliru. Opciones por distancia que no por sensaciones y fuerzas. El ciclista del Movistar Team siempre se mostró un paso por detrás de Chris Horner y Vincenzo Nibali.
El americano acabó sorprendido a un Alejandro Valverde que se mostró más frío y calculador que en otras ocasiones, sobretodo hasta la llegada a Hazallanas donde la vigilancia entre el propio Valverde y Joaquim Rodríguez allanó el camino a las victorias de Nicolas Roche, Chris Horner o Leopold König. Una vigilancia fruto de la igualdad o inferioridad física respecto a sus rivales y el miedo a que las bonificaciones cayeran en manos de sus adversarios.
Una circunstancia que hizo que a pesar de ganar la clasificación por puntos Alejandro Valverde cerrase su participación en la Vuelta a España sin victoria alguna. Regularidad por encima de victorias fue la tónica durante los veintiún días de competición donde firmó doce etapas entre los diez primeros. La citada vigilancia le hizo perder el tren ganador en días muy favorables para sus características.
Además, otro aspecto inusual resaltó en su rendimiento. Su figura, más explosiva que diesel, obtuvo un vuelco en el transcurso de la Vuelta a España destacando a un corredor que falto de su tan afamada explosividad destacó en los finales en alto por ir de menos a más dejando escapar a rivales tras duros ataques recortándoles paulatinamente las diferencias para acabar superándoles en meta.
Situaciones que dejaron patente un Alejandro Valverde diferente al de otras grandes citas al que el esfuerzo del Tour de Francia pareció ser una de las causas de un rendimiento un paso por debajo del esperado. Los años y la evolución de Nairo Quintana quizás le tengan que hacer replantearse el calendario si quiere llegar a la ronda española con opciones reales de victoria.
Por delante: soy y he sido desde su inicio un “valverdista”. Está a la altura de los más grandes de todos los tiempos. Pero ya no es el que era. Ya no tiene la punta de velocidad que le podía haber hecho hincharse a ganar etapas en estos finales de la Vuelta de este año. Creo que él lo sabe, porque de lo contrario debía haber ido a por etapas y bonificaciones. Su equipo no le ha ayudado nada en este sentido: no ha sabido neutralizar escapadas para ponérselo en bandeja. El otro lado de las cosas es que tal vez ha nacido un Valverde más calculador, más fondista y que puede seguir haciendo historia con sus “puestos”.
Valverde tiene, como mucho, lo que se merece, ha corrido de manera cobarde y no ha merecido más, y lo dice un valverdista
Partiendo desde el mismo punto (que Valverde decepciona en esta Vuelta), creo que es importante resaltar un punto. Valverde sin resultados en el Tour necesita resultados en la Vuelta. Él, no el equipo. Él porque es lo que piensa que tiene que hacer. Eso guioniza toda su manera de plantear la carrera. El año pasado con victoria en el Tour y dos etapas en la primera semana de la Vuelta, el resto de la carrera la corre tranquilo y eso se nota en Fuente De, por ejemplo. Sin embargo este año ha tenido la amenaza de Purito siempre y para él perder el podium era fracasar en la carrera. Yo no lo comparto (y menos lo justifico) pero creo que es así.
Pienso que es hora de que se olvide de las grandes vueltas por etapas. Creo que ha finalizado su ciclo en las tres grandes. A mi me encantaría que se centrara en las clásicas y mundiales. Siempre he pensado que si no se hubiera “cebado” en preparar vueltas “fuera de su alcance”, estaríamos hablando en estos momentos de uno de los más grandes clasicómanos de la historia.
Opino igual, NO todo son vueltas…
Vaya tela con el peloteo a valverde… por a o por b siempre le pasa algo, abanicos, frio, caidas…. si no es capaz de estar atento, preveer q en adorra a 2500 metros hara frio, colocarse bien, colocarse bien para que al principio de un uphill finish no este en la posición 40 y cosas asi por muchos articulos alabando sus cualidades, siempre será un ciclista mediocre.
Decir que Alejandro Valverde es un corredor mediocre me parece una barbaridad, que no merecería ni una contestación.
Puedes no estar de acuerdo con su forma de correr, pero si Alejandro Valverde es “mediocre”, ya me dirás quienes son los “buenos”, si es que hay alguno claro, porque poniendo le listón tan alto lo dudo…
Alomejor la palabra mediocre es demasiado fuerte pero los continuos errores por falta de “profesionalidad” porque debemos lamentar cada vez que falla en una carrera? Cada vez que tiene un error? Por favor ya ha tenido muchas oportunidades, ya tiene una edad y una experiencia para no cometer errores continuos
A Valverde se le pueden criticar muchas cosas, pero ¿falta de profesionalidad? Hombre, no.
Para mi que cada dos por tres tengo un error que le fastidie una gran vuelta una carrera importante por un “despiste” es no ser profesional, es no estar atento y no preparar tu trabajo a diario…
Totalmente de acuerdo con Jota, corriendo en otro equipo que no fuera Movistar/Caisse tendria un palmares de clasicas y carreras de un dia a la altura de muy pocos corredores. Pero el mismo quiso fichar por la formacion de Unzue cuando para salir de Kelme le ofrecian contratos en equipos extranjeros mas orientados a estas carreras.
Contra lo que leo, creo que era antes cuando tenía que haberse dedicado a mundiales y clásicas, aunque a mundiales siempre se ha dedicado (y con cierto éxito: es el mejor español de la historia después de Freire en esa prueba). Su error fue hace cinco o seis años. Seguramente es verdad que debía haberse ido a correr al extranjero. Pero ahora, precisamente ahora, a los 33 años, lo que digo es que ha perdido el punch que tenía, que ya no tiene el número de victorias que tenía antes (este año solo tres), y creo que es justamente ahora cuando se ha convertido en un fondista, excelente para pruebas de tres semanas (aunque sin ganarlas), y cuando puede acumular “puestos” en estas carreras. Pero esas arrancadas que sentaban a cualquiera, ya son historia, me temo. Ahora mi consejo sería que se dedicase a hacer pódiums en Vuelta y Tour.
Valverde debiera de una santa vez olvidarse del Tour, creo que ya tenido bastantes ejemplos de que no ha nacido para esa carrera, quizá con las Ardenas y la Vuelta como objetivos de la temporada la cosa le fuera bastante mejor.
Si, debería haberse ido a correr al extranjero como tantos Luisle y tantos otros que les ha salido tan bien. Valverde es la clase, es el talento y es ese corredor al que le puede pasar de todo cuando menos te lo esperes, tanto para bien como para mal. Salvando las distancias y siendo mucho mejor corredor, es un Perico Delgado. El buen corredor no se conforma con ganar etapas o con ganar clásicas, el buen corredor quiere brillar en el tour, quiere ser mejor corredor por aguantar tres semanas al máximo nivel. Si medimos por palmarés seguramente Alejandro no será el mejor corredor español de la historia, ni estará entre los 5 primeros. Pero si medimos al corredor en su conjunto encontramos en Valverde a uno de los mejores corredores españoles de la historia, capaz de ganar una etapa al sprint, en un repecho o en un puerto de primera. Eso muy pocos los pueden hacer.
Soy y seré Valverdista siempre, como en su momento fui Periquista. Para lo bueno y para lo malo.
Es como ser del Atleti.