‘Adiós, Galicia’, decía la Vuelta esta mañana. El pelotón, únicamente con la baja de Wes Sulzberger (Orica – GreenEDGE) tras romperse ayer la clavícula camino de Fisterra, partía de Sober en dirección sureste camino de Lago de Sanabria. Se peleó la fuga durante varios kilómetros, haciéndose tras los veinte primeros con Antonio Piedra (Caja Rural – Seguros RGA), Jurgen Van de Walle (Lotto – Belisol), Arnaud Courteille (FDJ.fr), Winner Anacona (Lampre – Merida) y Nicolas Edet (Cofidis), que repetía la fuga de ayer consiguiendo la tercera aventura consecutiva para su equipo.
Pronto cogían hasta 7 minutos de diferencia los escapados, el pelotón se relajaba liderados por Astana, y no era hasta dejar atrás Galicia cuando los nervios se adueñaban de los equipos de los hombres rápidos. A unos 50 kilómetros de la meta eran casi 6 minutos los que conservaban los fugados, y rodando juntos y en orden mantuvieron un buen pulso al grupo durante varias decenas de kilómetros. Garmin – Sharp fue el primero en ponerse a tirar por detrás con cierta convicción. Johan Van Summeren y Nick Nuyens lideraban el grupo pensando en su compañero Tyler Farrar, finalmente quinto en la meta de Lago de Sanabria. Y algo más de 30 de meta eran Omega Pharma – Quick Step y Orica – GreenEDGE quienes ponían varios corredores a ayudar a los dos belgas de GRS. Solo a uno de ellos le merecería la pena al final del día.
Saliendo de Puebla de Sanabria y tras cambiar unos kilómetros antes a una carretera más complicado para la caza, Arnaud Courteille, que había pasado primero por el sprint bonificado, atacaba a sus compañeros de fuga. El joven francés, con un cambio de ritmo continuado, dejaba a todos menos a Jurgen Van de Walle, que mantenía la diferencia y llegaba a coger a Courteille tras el repecho de El Puente. Quedaban 6 kilómetros hasta la meta, y los supervivientes mantenían alguna opción tras desmembrarse la punta del pelotón en uno de los repechos que se fueron encontrando los corredores en la parte final de la etapa.
El pelotón se recomponía gracias al empuje de OPQS y Orica – GreenEDGE, que incluso llegó a poner a trabajar a Simon Gerrans en cabeza. A 2 kilómetros de meta, y aprovechando un momento de calma tras ser cazados Courteille y Van de Walle, atacaba Pablo Urtasun. Argos – Shimano, que llegaba a esta Vuelta con dos velocistas -Nikias Arndt y Reinardt Janse van Rensburg- jóvenes y con ganas, se imponía al resto de trenos, cazaba al corredor de Euskaltel – Euskadi, y lanzaba un sprint que trató de romper, sin éxito, Philippe Gilbert. Gianni Meersman y Michael Matthews partían con ventaja gracias a una buena colocación, y con bastante suficiencia el australiano conseguía su primera victoria en una Gran Vuelta por etapas. Segundo quedaba finalmente Max Richeze (Lampre – Merida) y tercero el belga de OPQS.
LLEGA LA HORA DE LOS VELOCISTAS
La quinta etapa de la Vuelta a España, con llegada al Lago de Sanabria, un lugar inédito en la historia de la ronda española, no nos ofreció nada de particular. Fue a todas luces una jornada más bien anodina que a la larga, como así fue, debía favorecer a los especialistas de la velocidad. El joven australiano Michael Matthews (22 años), originario de Canberra, pudo vencer tras zafarse de sus contrincantes más directos, el argentino Richeze, una sorpresa, y el belga Meersman. El italiano Vincenzo Nibali, en una etapa cómoda así, conservó la elástica roja de líder sin problemas, siempre atento en las primeras posiciones del pelotón para evitar sorpresas no esperadas. Lleva tan sólo apenas dos años en el campo profesional. Es nuestra esperanza cara al futuro. Siempre es halagador el ir descubriendo a nuevos valores. Es como una necesidad.