Con la Vuelta a España llega la liberación de Luis León Sánchez, la gran oportunidad de enmendar un annus horribilis. “No se trata de una suspensión, sino que provisionalmente el corredor no será alineado en las pruebas que dispute hasta que el asunto esté aclarado”. Ésta fue la explicación de Richard Plugge, mánager general de Blanco Pro Cycling, acerca de la decisión unilateral por parte del equipo de prescindir temporalmente de los servicios del corredor hasta el esclarecimiento de su vinculación en el pasado con el doctor Fuentes. Un día antes, el 2 de febrero, estas intenciones se habían hecho públicas a través de la cuenta oficial del equipo en Twitter. La batalla legal estaba servida.

Y cayó finalmente de parte del corredor cuyo recurso ante el Tribunal de Arbitraje de la UCI fue aceptado por parte del equipo Blanco, asumiendo por fin su obligación de inscribir al corredor en competición oficial. A penas fueron 109 días los que se alargó esta particular sanción, algo más de tres meses, aunque suficientes para trastocar los planes deportivos de una y otra parte. Sin su tradicional protagonismo en el inicio de temporada, iba a ser el Tour de Bélgica quien viera debutar en 2013 al corredor de Mula un 22 de mayo.

Llegó, vio y venció. Merced a un ataque en la última etapa a más de 40km de meta que le reparó la victoria y a su regularidad en las 4 jornadas anteriores fue además segundo en la GC. Más de 8 meses sin competir para poner en entredicho en 5 días lo controvertido de la decisión tomada por el equipo. Más tarde se conocieron nuevos detalles acerca de los hipotéticos motivos de la desunión, financieros en su mayor parte, derivados del sueldo del corredor, que lo privaron también del Tour de Francia, quizá la carrera donde lo hayamos visto en plenitud de aptitudes.

Su aproximación hasta la Vuelta pasa por sendos podios en los Campeonatos Nacionales -segundo en CRI y tercero en Ruta-, y un discreto papel tanto en Tour de Suiza como en Tour de Polonia. Ya sabedor de su preselección para la ronda española, su última prueba la marca la disputa del Tour de l´Ain, con una victoria de etapa marca de la casa y una segunda plaza en la general donde sólo el descaro de Romain Bardet le privó del jersey de líder. Promete guerra. Quiere ir al Mundial y sus opciones pasan por un buen papel antes de llegar a Madrid.

Luis Leon Sanchez

398 días después afrontará el inicio de una Gran Vuelta con diversos frentes abiertos. Por un lado su amor propio, el de un corredor ofensivo cuyo coraje le ha llevado a lo más alto; por otro lado el de asegurarse un futuro, en lo económico, tan bueno como lo es el presente. Luis León atesora puntos de mérito y por lo tanto capacidad de negociar contratos, sin embargo el honor de un corredor es probable que no lo pueda devolver ningún emolumento.

Veremos de qué parte están los Mollema o Ten Dam, que también serán de la partida en Vilanova de Arousa, lo que es seguro es que con o sin ellos Luis León buscará su etapa -la que todavía no tiene-, querrá alzar los brazos con su dedo índice vertical y después mirar al cielo. León estará de su parte, y la afición, y las jornadas de entrenamiento sin un objetivo tangible en el horizonte. Es su oportunidad, es hora de contarle al mundo quién es Luis León Sánchez. Por si hubiera alguna duda.