Favorito a la Vuelta (IV): Rigo Urán

Tras hacer segundo en el Giro y demostrar en sus temporadas en Sky una evolución clara como líder para las vueltas de tres semanas, la inclusión como uno de los cinco favoritos para la Vuelta de Urán es casi incuestionable. A la Corsa Rosa llegó para ayudar a Bradley Wiggins y tuvo que hacerse con las riendas del equipo británico a mitad de carrera, por lo que ahora tendría que poder estar arriba desde el principio.

Desde el Giro solo ha corrido en Polonia, carrera a la que llegaba para ayudar a sus compañeros y en medio de la confirmación de su fichaje por Omega Pharma – Quick Step, por lo que es difícil medir su estado de forma actual. Aunque lo mismo nos ocurrió durante el Giro.

Está por ver en todo caso qué ocurre con Sergio Henao, quien ha declarado tener la libertad del equipo para buscar sus opciones en etapas y clasificación general. Porque aunque Urán haya demostrado más que éste, tanto esta temporada como la pasada, el hecho de que Urán haya fichado por el equipo belga invita a los directores del equipo británico a cuidar el crecimiento del colombiano que sí se queda con ellos.

Pero lo demostrado por Rigo Urán en Italia es más que suficiente para tenerle en cuenta como favorito a la victoria de una carrera que le viene bien en recorrido. Irá protegido en la crono por equipos que abre la Vuelta, y luego cada final en alto, unos más favorables que otros para él, filtrarán una clasificación en la que se le debería ver delante, rascando segundos de bonificación y defendiéndose en la crono de Tarazona, quizás su punto más débil con respecto a otros aspirantes.

Es en el día individual contra el crono en el que Henao parece contar con ventaja vistos los precedentes, pero lo inevitable es mirar el rendimiento de ambos en los grandes días de montaña. En ellos Urán siempre ha ido a más, tanto en 2012 como en 2013, y Henao a menos. ¿Trabajará Sky para el antioqueño? Con la cantidad de puntos que tienen y la cantidad que tiene OPQS, no debería ser argumento suficiente para no pelear por una victoria o un podio si la situación se presta a ello.