Empezaba la Vuelta a Burgos bajo un buen torrente de agua y una lucha interesante por cazar la fuga que no se cerró hasta casi el kilómetro 30. Jorge Azanza (Euskaltel – Euskadi), Illart Zuazubiskar (Euskadi), Vasil Kiryienka (Sky), Paolo Tiralongo (Astana), Fabricio Ferrari (Caja Rural – Seguros RGA) y Christian Meier (Orica – GreenEDGE) fueron los valientes del día, a los cuales no se les permitió nunca pasar de los 3 minutos de renta. Movistar vigilaba la diferencia pensando en el doble paso por el Alto del Castillo.

Los fugados se fueron repartiendo el primer paso por un alto puntuable (Alto de los Buitres) así como las metas volantes situadas en Castrillo del Val, Ibeas de Juarros y Atapuerca, de las que al final del día se pondría líder el uruguayo de Caja Rural, Ferrari. La lluvia insistía a ratos pero con fuerza, presentándose con más ímpetu en una línea de meta que, por suerte, no se encontró mojada cuando los corredores hicieron el doble paso por ella. La tranquilidad del pelotón se rompió por dos caídas de las que salieron afectados Ian Boswell y Christian Knees, ambos de Sky.

Llegando a Burgos la hostilidad de una fuga que sabía que no llegaba a ninguna parte (con posibilidad de encontrar el éxito) comenzó a tener lugar. Ataques de Tiralongo, Kiryienka o Azanza, para ser al final el canadiense Meier el que más durara en cabeza de cabeza antes de ser engullido por el pelotón. De este tiraba, casi como todo el día, Movistar Team, que sabía que con Nairo Quintana en liza las posibilidades de victoria eran suficientes como para asumir la responsabilidad.

El primer paso no dio muchas pistas. Vincenzo Nibali (Astana) iba delante, como Quintana, y la FDJ demostraba que tenía ganas de ganar la capital burgalesa. Ascendieron con ritmo alto, dando continuidad a este en la bajada y en el llano posterior (el mismo con el que se encaraba la primera subida) haciendo lo propio por medio de ataques de Anthony Geslin. A todos los ataques salía un ‘navarro’ (José y Jesús Herrada y Rubén Plaza), que se asignaban la responsabilidad de seguir los cortes iniciados por corredores del Colombia o Cannondale.

Por eso el grupo volvió a entrar en la subida al Alto del Castillo compacto. Eso sí, con Cannondale muy fuerte entrando con varios corredores en el primer repecho. El primero en abrir gas fue Daniele Ratto, muy activo en el Tour de Pologne en las llegadas y que buscaba con ese ataque su primera victoria del año y la primera desde el Gran Premio Industria de 2010. Pero entonces apareció Nibali (no así Quintana, mal colocado desde abajo), se puso a tirar y enfiló el grupo tanto hasta hacerlo romper dejando a un puñado de corredores delante. Allí estaba Ratto, que aguantaba en cabeza, pero también Simone Ponzi, que casi pierde el tren pero que lo cogió con la suficiente fuerza como para ser capaz de pasar al de Cannondale en la última curva, ganar la etapa y ponerse líder de la Vuelta a Burgos.

Simone Ponzi