1. Froome, justo vencedor. Desde Ax 3 Domaines hasta París cruzó Francia por un camino de rosas. La superioridad y diferencias creadas en el primer final en alto unidas a las de la contrarreloj de Mont-Sant-Michel y el Mont Ventoux sentenciaron una carrera que tuvo a un sólido líder. El británico lideró sin excesivas complicaciones realizando exhibiciones de las que gustan, vistiendo de amarillo, fruto de una ambición que le llevó a tener las dos únicas fisuras en la carrera, Alpe d´Huez y Semnoz.

2. Quintana superó todas las expectativas. El debut más esperado quedó por encima de cualquier previsión. El escalador colombiano se erigió como la sorpresa del Tour de Francia gracias a la victoria en Semnoz, el segundo puesto en la general final y las victorias en la montaña y en los jóvenes. Atrevimiento, madurez y solidez, los tres aspectos que llevaron al éxito al ciclista de Movistar Team desde el ataque de Pailhères al podio de París. Nairo Quintana llegó al Tour para quedarse.

Semnoz, testimonio del auge de Nairo Quintana. (c) Movistar Team

Semnoz, testimonio del auge de Nairo Quintana. (c) Movistar Team

3. Purito completó el círculo. Yendo de menos a más Joaquim Rodríguez cerró un círculo en el Tour de Francia del Centenario. Con su tercer puesto final completó el podio en las tres grandes vueltas. A pesar de un mal comienzo en Ax 3 Domaines al que se añadió el tiempo perdido en la contrarreloj de Mont-Saint-Michel, el de Katusha cuajó una espectacular tercera semana de competición que cerró con un tercer puesto que sabe a gloria.

4. La decepción de Contador. A las primeras de cambio perdió la posibilidad de luchar por la victoria para acabar perdiendo el podio después de no encontrarse consigo mismo en toda la carrera. Mal en la contrarreloj, un paso por detrás en la montaña de lo que nos tiene acostumbrados. Pese a estar rodeado del mejor equipo en carrera solo aprovechó el viento en Saint-Amand Montrond para intentar meter presión a un Chris Froome que superó al corredor del Team Saxo-Tinkoff.

5. La lucha por la montaña y el podio coparon la emoción. Beneficiada por el valor doble de los puntos de la montaña en los finales de etapa en alto, el maillot de topos tuvo una brillante lucha entre los hombres de la general y otros corredores que como Pierre Rolland y Mikel Nieve buscaron puntuar lejos de meta. A ello se sumó la lucha por el podio una vez que la general quedó sentenciada por Chris Froome. La batalla entre Nairo Quintana, Joaquim Rodríguez, Alberto Contador y Roman Kreuiger propició el espectáculo en los tres últimos finales con ataques a los que últimamente estábamos olvidándonos de ellos en las grandes vueltas, dentro del último puerto pero lejos de meta.

6. Kittel, el mejor en los sprints. Después de la mala experiencia en la temporada pasada -abandonó a las primeras de cambio- Marcel Kittel se resarció, y de que manera, en su segunda participación. El sprinter del Argos-Shimano aprovechó el trabajo de un equipo volcado en sus opciones para proclamarse el mejor sprinter del Tour de Francia. Cuatro victorias superando en vibrantes duelos a Mark Cavendish y André Greipel. Logró el primer amarillo en Córcega, remontó a Greipel en Saint-Malo y a Cavendish en Tours y se alzó con la victoria en París después de una trepidante llegada, una de las mejores en los últimos años. Marcel Kittel llega a la élite del sprint con toda una carrera por delante. Se avecinan apasionantes duelos en la velocidad.

El sprint de París, un pulso entre los tres grandes que coronó a Kittel. © A.S.O. / B.Bade

El sprint de París, un pulso entre los tres grandes que coronó a Kittel. © A.S.O. / B.Bade

7. Los jóvenes sumaron un gran protagonismo. Nairo Quintana, Peter Sagan, Marcel Kittel, Michal Kwiatkowski, Matteo Trentin o Andrew Talansky, se convirtieron en nombres propios de una carrera. Segundo y décimo puesto en la general, victorias en la general de la montaña y regularidad al que se suman nada más y nada menos que siete triunfos de etapa para corredores menos de veinticinco años. El relevo generacional viene pisando fuerte.

8. Fugas y ganadores de calidad. Si algo ha caracterizado al Tour del Centenario ha sido la calidad de los distintos ganadores de etapa. Las escapadas que lograron zafarse del poderío del pelotón estuvieron formadas por nombres de calidad. El triunfo de Jan Bakelants en Ajaccio -en principio el nombre más “flojo” que despejó con una gran carrera-, la gran victoria de Matteo Trentin en la resolución del corte en Lyon, los dos triunfos de Rui Costa o la conquista de Alpe d´Huez por parte de Christophe Riblon dejaron buenos ganadores en las veintiuna etapas.

Trentin resolvió una fuga de gran calidad en Lyon. (c) Tim De Waele

Trentin resolvió una fuga de gran calidad en Lyon. (c) Tim De Waele

9. El ciclismo español se marcha de vacío. Desde 1998 el ciclismo español no se marchaba del Tour sin una victoria de etapa. La ausencia de un sprinter capaz de batirse con los grandes velocistas, la falta de rematadores en las escapadas y la superioridad demostrada por Chris Froome y Nairo Quintana en la montaña dejaron vacío el casillero para los nuestros. Aún así el botín no fue malo. Las tres victorias de etapa del Movistar Team con la actuación de Nairo Quintana y Rui Costa unido al podio de Joaquim Rodríguez y el top10 de Alberto Contador, Alejandro Valverde y Dani Navarro fueron el alivio de nuestro ciclismo.

10. El mejor Tour en años. Pese al mal planteamiento del recorrido en la segunda semana de competición, cada etapa dejó algo. Emoción hasta el final. Ya sería el planteamiento del sprint, la lucha en las escapadas o los ataques en los finales en alto. Todos los días hubo algún matiz que aportaron valor a cada etapa. Salvo la decepción del resultado de la etapa pirenaica de Bagnères-de-Bigorre después de un gran comienzo y la pasividad de los favoritos en Le Grand-Bornand, el resto de días ofrecieron un gran ciclismo. El Tour volvió a recuperar la emoción y la lucha de ediciones anteriores.