O por lo menos no da el golpe definitivo. Se presentaba una crono atípica. Dos puertos de segunda camino de Chorges con sus respectivas bajadas. La primera técnica, la segunda muy rápida. La primera para bicicleta convencional, la segunda para bicicleta contrarreloj. La táctica iba a entrar a escena en esta 17ª etapa del Tour, y por si era poco, también la lluvia hacía acto de presencia para complicar más incluso una jornada muy compleja que ponía en duda la previsible victoria del líder Chris Froome.

Los compases iniciales dejaban a Lieuwe Westra -tras toda una crono sobre la cabra- como líder provisional por delante del campeón del mundo Tony Martin que nuevamente se ha quedado sin cobertura televisiva que ha perdido sus opciones en las subidas y de Thomas De Gendt, que se ha visto perjudicado en el último parcial sobre la bicicleta convencional. No era hasta la llegada de Jon Izagirre, su hermano Gorka ha abandonado, que el campeón neerlandés ha cedido la primera posición en favor del ciclista del Euskaltel – Euskadi, que en el hotseat soñaba con un diluvio que le regalase una victoria absolutamente inesperada, aunque antes incluso de que la lluvia hiciese acto de presencia esta esperanza se trasladaba a Tejay Van Garderen deseoso de maquillar su desastroso Tour así como el de su equipo.

A las tres de la tarde por fin llegaba el agua perjudicando especialmente a los corredores que salían antes de las 15:45 como Sylvain Chavanel, Rui Costa o Richie Porte, por lo que no era hasta que Alejandro Valverde pasaba por el primer punto intermedio que se lograba superar alguno de los tiempos intermedios, aunque haber salido media hora antes que sus rivales hacía que las condiciones meteorológicas a las que se enfrentaría el murciano serían peores que las de sus rivales. Cinco serían los ciclistas que lucharían por la victoria: Alejandro Valverde, Roman Kreuziger, Chris Froome, Joaquim Rodríguez y Alberto Contador, siendo precisamente el madrileño el hombre que iba marcando los mejores tiempos, mientras entre el resto de hombres subían y bajaban en los intermedios según el símbolo de la pendiente de la carretera.

photo: letour.fr

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Alberto Contador era el que iba marcando los mejores tiempos durante los primeros dos parciales tras realizar toda la crono en la bici convencional con acoples y rueda lenticular. Lograba marcar también el mejor tiempo en el tercero de los puntos intermedio, algo circunstancial debido al cambio de bicicleta de Chris Froome para afrontar con mayores garantías el descenso. En meta Joaquim Rodríguez, sí, Joaquim Rodríguez, marcaba el mejor tiempo en meta cuando, sin ya esperarla, volvió a hacer acto de presencia la lluvia. Roman Kreuziger y Alberto Contador lograban escaparse de ella casi sin sufrirla, algo que no ocurría con el líder de la carrera, que veía cómo la meteorología se cruzaba en su camino. Contador batía por centésimas el tiempo de Purito evidenciando el beneficio de la bici de crono, algo que quedaba demostrado cuando a pesar de los pesares Chris Froome entraba en meta con una decena de segundos sobre sus rivales.

Finalmente el día de hoy ha acabado siendo como una jornada electoral. Todos, o casi todos, se sienten ganadores. Froome porque por fin consigue su victoria en una crono del Tour, Contador por no haberse despedido definitivamente del Tour, Joaquim y Valverde por haber completado una de las mejores cronos de su vida, Quintana por afianzar el maillot blanco y Fuglsang por resarcirse tras la jornada de ayer. En el otro lado de la moneda Mollema y Ten Dam han visto alejarse sus opciones de podio, o Jean-Christophe Péraud, la única alegría francesa hasta el momento, que tras fisurarse la clavícula en el reconocimiento volvía a caerse en la parte final de la crono diciendo así adiós a cualquier opción y abandonando la carrera.