Lo comentábamos durante la segunda jornada de descanso en nuestro apartado de Sorpresas y Decepciones: el papel del ciclismo francés durante el presente Tour está muy por debajo de lo esperado, y únicamente Jean-Christophe Péraud ocupando como siempre de forma anónima una plaza en el Top10 de la carrera sirve de cortina de humo ante la discreta actuación de toda la representación local, tanto en cuanto a equipos como en cuanto a ciclistas. Por primera vez en casi quince años el Tour puede acabar sin una sola victoria francesa, como a punto estuvo de ocurrir en 2011 cuando Pierre Rolland ganó en l’Alpe d’Huez.

photo: Andy Jones
Casos alarmantes son sin duda los de los dos equiops WorldTour, la FDF.fr y Ag2r – La Mondiale. Los chicos de Madiot llegaban a la Grande Boucle aspirando muy alto, con Thibaut Pinot apuntando a la general tras su excepcional Tour de 2012 y Nacer Bouhanni dispuesto a codearse de tú a tú con los grandes sprinters de la actualidad. A día de hoy los dos están fuera de competición, el uno por su conocida fobia a las bajadas, el otro por los infortunios sufridos durante la primera semana de carrera. El resto de ciclistas, como si no estuviesen. ¿Alguien tiene noticias de Pierrick Fédrigo, Arnold Jeannesson o el otrora hipercombativo Jérémy Roy? Para la escuadra de Lavenu van algo mejor las cosas con el citado Jean-Christophe Péraud involucrado en la general y Blel Kadri mostrándose activo, puro maquillaje si tenemos en cuenta las fugaces apariciones de John Gadret en la montaña, la nula presencia de Samuel Dumoulin o la frialdad con la que la carrera está tratando a Romain Bardet en su debut.
En cuanto a los ProContis -recordemos, coparon las tres invitaciones- el panorama no pinta mucho mejor. Sojasun es Julien Simon, y el bretón no es suficiente, pues Jonathan Hivert y Brice Feillu están totalmente desaparecidos, aunque siendo sinceros, era lo que podía esperarse del equipo antes del inicio del Tour. Sí que había más expectativas con Cofidis con Dani Navarro en busca de la general y una batería de hombres encabezados por Rein Taaramäe dispuestos a volver a conseguir una victoria tras el doble triunfo en 2009. Pero ni uno ni los otros han estado siquiera cerca de los objetivos establecidos antes del inicio, y la mayor presencia en carrera la ha ofrecido Luis Ángel Maté en la cuestionable lucha por los premios de la combatividad.
Pero sin duda el caso más sorprendente es el de Europcar y Pierre Rolland y Thomas Voeckler. Tras dos años en que han conseguido dos Top10 (Voeckler 4º en 2011 y Rolland 10º en 2011 y 8º en 2012), cuatro etapas (una en 2011 y 2012 de Rolland y dos de Voeckler en 2012), un maillot de la montaña (Voeckler en 2012) y diez días de amarillo (Voeckler en 2011), la presente edición está siendo un fracaso. Rolland se ha metido en la lucha por el polkadot durante los compases iniciales de carrera, pero llegada la alta montaña se ha deshinchado. En lo que respecta a Titi ni siquiera eso, el carismático francés no ha hecho acto de presencia. Siempre nos quedará confiar ciegamente en Bernaudeau.

photo: AFP
Pero lo peor de todo es que la situación no mejora si nos fijamos en los cuatro ciclistas franceses pertenecientes a equipos extranjeros. Romain Sicard no está y ya son pocos los que le esperan (a pesar de haberse metido en dos fugas), Tony Gallopin se está viendo superado por la magnitud de la Grande Boucle, Amaël Moinard está rindiendo tan mal como lo está haciendo su equipo BMC, mientras que Sylvain Chavanel tras una primera semana muy activa, y a pesar de la escapada camino del Ventoux, se está viendo supeditado al trabajo para Cavendish y Kwiatkowski sin una única jornada de recuperación durante las dos primeras semanas, por lo que no ha llegado a estar cerca de la victoria ni en la crono, donde se presentaba como el gran rival de su compañero Tony Martin y acabó en séptima posición a más de minuto y medio del alemán.
El ciclismo francés tiene una semana para evitar que la noticia de un Tour sin victorias, el Tour del Centenario sin victorias, eclipse las noticias de las renovaciones de los patrocinios de Europcar y Ag2r La Mondiale, de lo contrario puede volver repetirse la situación vivida en 1999 durante los años negros del ciclismo francés cuando Tom Steels y Mario Cipollini dominaban el sprint, Lance Armstrong hacía lo propio con las cronos y Richard Virenque no podía optar a más premio que un Top10 y el maillot de la montaña. Y es que lo preocupante no es el hecho de tener el contador a cero, sino lo lejos que se ha estado de inaugurarlo.
Yo salvaría a Cyril Gautier…