La que parecía que iba a ser una etapa más de “transición”, como nos gusta llamar a estos días a aquellos que no estamos encima de la bicicleta dando pedales, se ha convertido en una de las más duras y bonitas en lo que llevamos de temporada. El vencedor de la jornada es un Mark Cavendish (Omega Pharma – Quick Step) que consigue desquitarse de las decepciones de los últimos días y se apunta su segunda victoria en lo que va de Tour. Pero victoria del sprinter británico aparte, lo realmente importante del día han sido los últimos 100 kilómetros que se han corrido a cara de perro.
A esa distancia de meta ha sido cuando los hombres de Omega Pharma – Quick Step se han puesto en cabeza del pelotón y aprovechando que daba el viento de costado, fenómeno que se ha dado durante el resto de la etapa, han conseguido cortar a la pesadilla de su hombre rápido estos últimos días, Marcel Kittel (Argos – Shimano). Con este elevado ritmo también acabaron con la fuga del día que fue menos protagonista que nunca. Przemyslaw Niemiec (Lampre), Yohann Gène (Europcar), Rubén Pérez (Euskaltel), Luis Angel Maté (Cofidis) Kris Boeckmans (Vacansoleil) y Cyril Lemoine (Sojasun) apenas estuvieron más de setenta kilómetros escapados.
En un primer momento los abanicos no afectaron a nadie metido de lleno en la general, pero un inoportuno pinchazo hizo que Alejandro Valverde (Movistar) perdiera contacto con el primer grupo. Junto a cinco compañeros, incluyendo un Rui Costa que se descolgaría del primer grupo para ayudar, el murciano luchó contra un pelotón en el que Belkin se había unido a la cabeza para aumentar la velocidad y eliminar a un aspirante al podio final. Durante kilómetros el grupo de los Movistar estuvo rondando el medio minuto de desventaja, llegando incluso a colocarse a una decena de segundos de los de delante, pero unos relevos excesivamente fuertes de Valverde terminaron por desfondar al resto de sus compañeros y tuvo que frenar para continuar la persecución.
Los corredores del equipo telefónico decidieron esperar al grupo de Kittel y Argos Shimano que viajaba con un minuto de retraso y junto a ellos intentar contactar con los de delante. El asunto no salió bien, y a pesar de llegar a colocarse a algo más de 40 segundos, cuando los hombres de Omega tomaban la cabeza delante, la diferencia se volvía a disparar. Tras más de sesenta kilómetros de incansable persecución, detrás tiraban la toalla y daban por pérdida la carrera. Saint engrosará la lista de ciudades malditas para Alejandro Valverde. 9:54 ha sido la diferencia que ha habido en la línea de meta con el primer grupo.
Cuando parecía que el de Movistar iba a ser la única gran victima del día, el Saxo Tinkoff apareció para ponerle aun más picante al día. Durante los anteriores kilómetros los corredores del equipo danés estuvieron en un segundo plano dejando la cabeza del grupo a Omega y Belkin, pero a treinta kilómetros de la llegada, en una acción muy rápida tomaron la cabeza y pillaron por sorpresa a todo el grupo. Incluyendo a un Chris Froome que según su compañero Ian Stannard no tuvo fuerzas para seguirle . Una quincena de corredores, entre los que estaban seis Saxo – Tinkoff (obviamente con Alberto Contador), Bauke Mollema, Laurens Ten Dam, Jakob Fuglsang, Mark Cavendish y Peter Sagan como hombres más destacados, se marchaba y encendía las alarmas del Sky.
Mientras por delante los Saxo – Tinkoff no abandonaban la cabeza, por detrás Katusha para Joaquim Rodríguez, Lotto – Belisol para Andre Greipel, y BMC y AG2R La Mondiale no se sabe para quien o que, echaban una mano a los Sky que de no haber encontrado la ayuda de estos equipos podría haber visto mermada más seriamente la ventaja de su lider en la clasificación general. Durante treinta kilómetros el primer grupo fue aumentando poco a poco su diferencia con los perseguidores, en donde Sky veía como sus corredores iban reventando uno tras otro.
En el sprint final Mark Cavendish se imponía con tremenda facilidad a un Peter Sagan que sigue teniendo todo de cara para llevarse el maillot verde el París. Finalmente 1:09 fue el tiempo que se dejaba el lider respecto al primer grupo y volvía a dejar de manifiesto la debilidad de un equipo que además de contar solo ya con siete corredores, ve como los que están en carrera tampoco están a un nivel excelso. Con un moribundo Sky y un Movistar con sed de venganza, los Alpes prometen ser apasionantes.
La verdad me molesto lo de Valverde, primero y sobre todo por la mala suerte, segundo como algunos se aprovecharon de ello, y por ultimo aunque le tengo mucha fe a Quintana, todavía lo veo muy junior para pelear por el Podio y me preocupa que se queme en el intento.
Lo del Sky me parece terrible, pero bastante bueno para el espectáculo, Froome es un grandísimo corredor, pero solo no va a poder ganar, necesita a su equipo; es curioso ver como el Sky del recién pasado Giro de Italia se vio mucho mas fuerte, aunque el año pasado no los necesitaron será que este año están echando de menos a Uran y a Henao ?
No es la primera vez que en tiempos modernos un hombre solo vence a (casi) todos: Greg DonLimpio LeMond ya lo hizo. Froome podría beneficiarse de las razzias del MOV porque ya lo hizo el domingo pasado ¿no?
Saludos.
Vaya PUTADÓN lo de Valverde, la verdad. Tiene que estar bien pero que bien jodido. Y el Movistar debería liarla pardísima. Que por cierto, no deberían haber parado a Rui Costa.
EL TOUR COBRA MÁS EMOCIÓN
La decimotercera etapa del Tour, con llegada a la población de Saint-Amand Montrond, que se sitúa, geográficamente hablando, en el centro de Francia, a primera vista nos daba la sensación de que vendría a ser un escollo a salvar más bien inocente, sin apenas alternativas. Era una etapa de configuración llana con alguna cuesta de poca importancia y nada más. Se apuntaba como una jornada de trámite y más bien tranquila. Con todo, hechos hubo suficientes para que la carrera se pusiera al rojo vivo en virtud de una serie de movimientos escalonados que nos hizo descubrir ciertas facetas no imaginadas o no previstas en nuestra previsión. El líder, el británico Christopher Froome, sin la fortaleza de su equipo, se ha convertido en un ciclista más vulnerable, sin el poder que mostró durante las diez primeras etapas. El ciclismo tiene esos golpes inesperados..