Lo habían dicho antes de la carrera. El Garmin de Jonathan Vaughters, en sus orígenes un equipo tildado de conservador, estaba en el Tour para volver la carrera loca. Con esa intención han corrido en una etapa pirenaica interesantísima, con una primera parte especialmente espectacular que ha acabado rematando Dan Martin, el irlandés de Girona que lleva una temporada espectacular. Fueron los primeros en atacar en el primer llano antes del maratón de puertos y lanzaron la locura que se desataría a partir del Portet d’Aspet y que dejó al siempre temido equipo Sky completamente deslabazado.
Los ataques constantes de equipos como Garmin, Movistar o Euskaltel, con ciclistas cerca del maillot amarillo, obligaron al equipo británico a emplearse a fondo desde el inicio, y sus gregarios no respondieron como es habitual. Kennaugh, el más sólido ayer, se había caído en el inicio, y ello obligó a Richie Porte a tirar en primera persona. Pero ni al demonio de Tasmania le respondían las piernas y cedió en el Col de Menté. Chris Froome, sólo ante el peligro, tuvo que resolver el resto de problemas que le fueron planteando los rivales en primera persona. Lo hizo.
El ataque más peligroso fue el que intentó Alejandro Valverde apoyado en Rubén Plaza en el valle que lleva del Menté al Peyresourde, dónde intentaron aprovechar el caos táctico que imperaba en carrera y la tremenda superioridad numérica de su equipo. Movistar se mostró indiscutiblemente como el bloque más fuerte del Tour. Pero Froome tiene piernas y tuvo cabeza para no mostrar ninguna fisura y en la segunda mitad de la etapa los ánimos de ataque se calmaron.
El equipo de Valverde impuso una marcha constante para eliminar definitivamente a Porte de la carrera, pero eliminando el factor de incertidumbre táctica de la misma. Froome se protegió a su rueda y usó prestado al equipo telefónico como si fuera su evaporado escuadrón. En el inicio, el británico había tenido que levantar la cabeza constantemente para ver la carrera y a partir de ahí pudo volver otra vez la vista abajo y limitarse a contar vatios en ese potenciómetro que tanta seguridad le transmite. La etapa enseñaba su superioridad en ese ratio W/Kg que no admite dudas, pero también como se le puede poner en dificultades. Aunque no hay tantas etapas como esta y sus rivales pueden lamentar la oportunidad desperdiciada.
En la Hourquette d’Ancizan, Nairo Quintana lo probó varias veces pero Froome no le concedió ningún margen. Sí lo tuvieron Martin y Jakob Fuglsang, que lograron una renta de más de medio minuto en la cima decisiva para poder jugarse la etapa entre ellos. En el sprint no hubo color y el irlandés pudo sumar una gran etapa del Tour a sus grandes triunfos en la Volta a Catalunya y la Lieja-Bastoña-Lieja, todos ellos culminando grandes ataques colectivos de su equipo.
UN ALTO EN EL CAMINO
Se cubrió el segundo asalto a los Pirineos, con llegada a la población de Bagnères de Bigorre. No nos aportó apenas nada de nuevo. Los participantes del Tour de una manera paulatina, día tras día, vienen experimentando, por lo general, un notable cansancio. En cierta manera se hizo un alto en el camino. Al irlandés Daniel Martin le cupo el honor de superar a su compañero de fuga, el danés Jacob Fuglsang, conquistando una merecida victoria. La alteración más sonada del día constituyó el marcado desfallecimiento del australiano Richie Porte, que había ocupado el segundo lugar en la general y que en ese día llegó a perder la friolera de 18 minutos, un golpe brutal que le ha cerrado las puertas del éxito.
Un alto en el camino dice… ¿qué etapa ha visto usted?
Yo no se si es la clara anglofilia, el gusto de esta página por el uso de la lengua británica y de que sea un sajón, o sus descendientes de cualquier parte del mundo, los que ganen nos hacen ver otra carrera. ¿Es que no veis el etapón que ha hecho el Movistar? ¿Es que no habéis visto a Valverde atacando de salida?¿Cómo que el Garmin hizo qué? . Lo único cierto es que faltó rematar, cierto que, en algunos momentos le hicieron el trabajo a Froome, y, aflojaron al final, cuando, los que nos gusta mas que gane uno con un pañuelo rojo al cuello que un irlandes “so cool”soñábamos con que ganase Valverde al sprint. Fue un “coitus interruptus”, pero los preliminares fuerosn excelentes, espectáculo del bueno, que es lo que queremos por encima de todo.
Que mal lo habés tenido que pasar viendo desmoronarse al sky y su maravilloso entrenamiento inverso del Teide.
Gredense, me parece totalmente respetable tu posición de ver el ciclismo por afinidades nacionales, ni mejor ni peor que otros motivos por los que apoyar a un ciclista. Por suerte, los favoritismos son subjetivos y cada uno los escoge por las razones que quiere.
Dicho esto, en la crónica intento contar lo que pasa en la carrera, y trato que mis favoritismos no influyan en ello (eso sí, de paso digo que el ciclismo de potenciómetro de Sky está muy lejos de ser mi preferido, y créeme que me lo pasé muy bien viendo como perdían el control de la carrera). No siempre es fácil contarlo todo, sobretodo si como en estaba etapa afortunadamente pasan tantísimas cosas.
Yo vi así la etapa: Garmin fueron los primeros en atacar, los que más lo hicieron durante la primera parte de carrera (y provocaron en gran medida el caos) y los que al final se llevaron la etapa con un ataque certero. Movistar tuvo un protagonismo enorme en la etapa y creo que así queda reflejado en la crónica, dónde intento resumir (difícil, lo sé) todo lo que pasó.
Bueno, Jordi, lo primero que te digo es que tu crónica me gusta, y lo de las afinidades nacionales es cierto, pero es qua, en ocasiones parece que queremos pasar de un nacionalismo exacerbado y un punto futbolero de pin y banderita, a un purismo ciclista en el que no caben mas que frecuencias de pedaleo,velocidades medias y potencias máximas, y yo creo que ni una cosa, ni otra(aunque prefiero la segunda, te lo prometo). Este desapasionamiento purista es tan aburrido como el ciclismo de pinganillo y potenciómetro del que los anglosajones son adalides.El deporte siempre, desde los Juegos Olímpicos de la antiguedad entre las polis griegas ha supuesto una competición entre deportistas de procedencias diferentes en el que cada uno prefería que ganara el de su terruño, y eso no tiene porque estar reñido ni con respeto al rival, ni con el reconocimiento de la superioridad de éste, y, ni mucho menos, con la admiración que merecen todos.
Símplemente, yo ví que tanto el sábado como el domingo fueron los navarros (no escribiré yo el nombre de la compañía estafadora) los responsables de como fue la carrera, aunque fuera Froome el principal beneficiado en ambos casos. Y me voy a entrenar que sube el calor (sin potenciómetro).
Gran tour de Noval (irónico), y Majka mientras viendo el tour por la tele…
No, más que Majka… ¡Morkov!
Por lo visto, no sólo a los colombianos se les va la olla cuando comentan en C&H…
Eso morkov, que se me pira!