Austria nunca decepciona. Por un recorrido durísimo plagado de colosos de más de 200o metros de altitud y por la entrega de los corredores desde el primer metro sabedores del trampolín que representa la carrera centro europea que brinda siempre su escaparate a los valientes dando como resultado un ciclismo espectáculo difícil de pasar por alto a pesar de luchar como contra programación con el Tour de Francia.

Esta edición de la Internationale Österreich Rundfahrt un nombre brillaría por encima del resto, el del vencedor final Riccardo Zoidl. El austríaco de 25 años lleva un año excepcional con un nivel de rendimiento que ha sorprendiendo a propios y extraños. Hasta ahora en el circuito europeo ha dominado con absoluta claridad pero en la ronda austríaca, un test de prestigio, se ha visto las caras con los “World Tours” con una notable victoria que le ha encumbrado como el nº1 en el ranking UCI Europe Tour y objetivo para aquellos equipos del máxima categoría que busquen calidad y puntos a partir del mes de agosto con vistas a la próxima temporada.

Con lo referente al desarrollo de la carrera, el belga Kevin Seeldraeyers (Astana ProTeam) se convertiría en el primer líder tras imponerse en la jornada inaugural, de 134,9 kms de recorrido con inicio en Innsbruck, después de realizar una exhibición ofensiva en la parte inicial del puerto de Küthai (23,3 kms al 6% y final de etapa), donde conformó un grupo de escapados con Riccardo Zoidl (Gourmetfein) y los norteamercianos Joseph Drombowski (Sky Procycling) y Matthew Busche (RadioShack – Leopard) a los que demostraría, con un ataque definitivo a poco menos de un 1 km de meta, ser el hombre más fuerte del cuarteto lo que le permitió encarar en solitario la línea de llegada. Aventajaría en la etapa y en la clasificación general (sumando las bonificaciones 10-6-4) en 12 segundos a Zoidl, en 19 al norteamericano del Sky y en 34 a Dries Devenys (Omega Pharma – Quick Step) que superó a Busche en la parte final entrando en el mismo tiempo.

Seeldraeyers de amarillo con Dyachenko en la ascensión a Kitzbuheler Horn. Foto (c) Mario Stiehl

Seeldraeyers (de amarillo) con Dyachenko dominando la ascensión a Kitzbüheler Horn. Foto (c) Mario Stiehl

Al día siguiente doblaría triunfo el corredor del Astana pero en esta ocasión gracias a la exhibición realizada junto a sus compañeros de equipo. Esta vez serían tres los protagonistas del conjunto kazajo los que pondrían en jaque al resto del pelotón nada menos que en la tortusa ascensión al imponente Kitzbüheler Horn (7,7 kms al 12,1%), punto final de la segunda jornada. A pie de puerto los “celestes” dominaban la situación. Por delante viajaban infiltrados en una fuga de cuatro: Fabio Aru y Alexandr Dyachenko que aguardaban el ataque de Seeldraeyers, con ellos Nicolas Edet (Cofidis) y Matija Ksavina (Gourmetfein). El arreón del belga no se hizo esperar y saltaría del grupo de favoritos con habilidad en busca de sus compañeros en cabeza. Rápidamente conectó y seleccionaría el quinteto en tres unidades, los tres Astanas. Trabajarían la fuga y sería Aru, por contra, quien pagara el esfuerzo de todo el día escapado para aún así llegar tercero a meta, en donde la victoria de etapa no se discutiría. Seeldraeyers de nuevo alzaba los brazos y Astana lograría completar el triplete en la llegada y afianzar el liderato con el corredor belga. La segunda posición en la tabla la ocuparía su compañero Dyachenko a 43 segundos y en tercer lugar. a 59″, se situaba sin hacer ruido Zoidl.

Finalizando el primer bloque de las ocho etapas de la ronda austríaca, de dos jornadas montañosas y otra al sprint, llegaría la tercera del serial. Corta, de 119,7 kms, con salida en Heiligenblut y dos dificultades montañosas en la primera mitad del recorrido que apenas serían relevantes para el desenlace de la etapa en Matrei in Osttirol. Dos aventureros, Mikhail Ignatyev (Katusha) y Jakub Kratochvila (KTM), marcarían la escapada del día controlada en todo momento por el BMC, que empezaba a comprometerse en serio con la carrera, al menos de cara a la conquista de victorias parciales. Una vez absorbida la fuga, Daniel Oss y Thor Hushovd no darían tregua a sus rivales, el italiano tomó la iniciativa del sprint tirando en la punta del pelotón con el noruego adherido a su estela esperando el momento idóneo con el que cerraría el trabajo con un último golpe de pedal definitivo para sumar lo que sería su tercer triunfo del año. Segundo sería Oss y tercero un solitario Gianni Meersman (Omega Pharma – Quick Step). Con respecto a los hombres de la general, todo seguiría igual muy pendientes de la segunda parte de la carrera con dos días muy duros a librar antes de la crono definitiva del sábado.

En BMC continuaría la racha de triunfos gracias al suizo Matthias Frank, que se adjudicaría dos etapas consecutivas aprovechando que su distancia en la general (a 5’53” de Seeldraeyers) no era relevante para el dominio de los Astana que mantenían la carrera bajo control. Frank fue el precursor de la fuga en la etapa, entre Matrei in Osttirol y Alpendorf de 146 kms, tras una escapada desde el puerto de Hochtor (un HC de 17,4 kms al 8% a 68 kms de meta) muy lejos de meta pero con una compañía de calidad: Rafal Majka y C.A. Sorensen (Team Saxo – Tinkoff), Matija Kvsavina (Gourmeftein), Stefano Agostini (Cannondale), Ian Boswell (Sky Procycling) y Robert Kiserlovski (RadioShack – Leopard), a los que el suizo daría buena cuenta de ellos con un duro ataque final en la llegada. Segundo fue Sorensen a ocho segundos y tercero Ksavina entrando junto al danés. Seeldraeyers apenas se dejaría 35 segundos en meta y mantenía el amarillo, Dyachenko perdería una posición (3º) y se mantenía a un minuto de su compañero, y entre ambos se colaría Zoidl (a 59″) demostrando día a día que iba a más.

Mathias Frank celebrando su segunda victoria consecutiva. Foto (c) Stiehl.

Mathias Frank celebrando su segunda victoria en solitario consecutiva en Sonntagberg. Foto (c) Mario Stiehl.

Al día siguiente, con el muro de Sonntagberg como colofón final y tras recorrer 228,3 kms desde Alpendorf, de nuevo sería el corredor de BMC el que lograría el segundo bis y tercera victoria consecutiva para los “suizos”. En esta ocasión no se permitirían fugas lejanas y sería el muro final el que dictaría sentencia. En esas Majka, de nuevo un Saxo luchando por el triunfo sin premio, intentaría desbancar sin éxito a Frank quien tan solo tuvo que aguantar su rueda y esperar a los últimos 500 metros para lanzar de nuevo el ataque definitivo. Solo 5 segundos separaron al suizo del polaco, segundo finalmente. Tercero atravesaría la línea de meta un sorprendente Nicolas Edet (Cofidis) a 6″, confirmando aptitudes más que notables como escalador. El resto de favoritos entrarían de forma escalonada en meta con Seeldraeyers y Dyachenko a 16 segundos del vencedor. La general no sufriría cambios.

Gerald Ciolek se mostraba intratable en el sprint de Austria su potencial al sprint. Foto (c)

Gerald Ciolek se mostraba intratable en el sprint de Poysdorf. Foto (c) Mario Stiehl.

La sexta etapa cerraba el segundo bloque de la ÖR de nuevo en territorio para velocistas. 182 kms entre Maria Taferl y Poysdorf donde resultó vencedor el alemán del MTN – Qhubeka Gerald Ciolek, imponiéndose al sprint al italiano Simone Ponzi (Astana ProTeam) y al australiano Jonathan Cantwell (Team Saxo – Tinkoff). El teutón se reencontró de nuevo con el éxito certificando su posición como baluarte más importante para el equipo sudafricano de cara a mantener su estatus en la categoría profesional, sumando a sus brillantes actuaciones jugosos puntos y donde Austria formaba parte del botín. Triunfo logrado en una llegada muy peligrosa y revirada que fraccionaría en el último kilómetro al pelotón en 78 unidades, tras una caída en la que se vio involucrado el líder de la carrera sin trascendencia en la clasificación general.

Se llegaría a la contrarreloj llana de 24,1 kms en Podersdorf am Neusiedler See con todo aún por decidirse. El líder Seeldraeyers se exponía a perder el amarillo en una especialidad que no es la suya y con un colchón de tiempo aparentemente insuficiente. Segundo en la GC, se encontraba Riccardo Zoidl a unos 52 segundos, tampoco un dichado en la materia pero sin nada que perder contra los dos Astana; y a 1’04” clasificaba Dyachenko tercero, la verdadera amenaza. Por detrás y en orden se situaban Devenys (a 1’45”), Edet (a 1’47”), Buche (a 2’04”), y los Katusha: Ignatenko (a 2’13”) y Chernetskiy (a 2’20”).

La crono finalmente fue a parar a manos del máximo favorito Fabian Cancellara (RadioShack), que cuajó una soberbia actuación individual parando el cronómetro en 27’56”, aventajando en meta en 22 segundos al segundo clasificado el italiano Marco Pinotti (BMC) y en 46 a Kristof Vandewalle (Omega Pharma – Quick Step). Otro paso cualitativo más para el suizo en esta temporada que optimiza paulatinamente su preparación de cara a los Mundiales de Florencia a finales de septiembre y al intento de batir el récord de la hora. Pero lo sorprendente ocurriría después, entre los que se disputaban la general.

Zoidl saldría de la penúltima contienda vestido de amarillo contra todo pronóstico habiendo sido capaz no solo de batir al líder y endosarle 1’42” en la llegada, sino que a un consumado especialista como Dyachenko -del que en teoría debía defenderse para permanecer en la segunda posición- lograría distanciarle en 25 segundos extras a un kazajo venido a menos en su rendimiento. La clasificación general estaba prácticamente vista para sentencia a falta de la última etapa a disputar en el circuito de Burgtheater en la ciudad de Viena que iría finalmente al palmares de Omar Bertazzo (Androni – Venezuela) tras vencer al sprint. Zoidl se convertiría de esta manera en el nuevo vencedor de la prueba con 33 segundos de diferencia con Dyachenko (2º) y de 50″ sobre Seeldraeyers (3º).