Siete. Siete han sido las etapas que han tenido que pasar para ver la primera etapa de verdad del Tour de Francia 2013. Ha sido camino de Albi, una jornada de media montaña camuflada en la que la ambición del equipo Cannondale en pro de la victoria de Peter Sagan ha roto el pelotón en la parte central de la etapa.
Antes de eso el protagonista de la jornada había sido otro, un clásico, Jens Voigt (RadioShack – Leopard), que al segundo intento lograba formar la fuga del día junto al nuevo líder de la montaña Blel Kadri (Ag2r – La Mondiale) a la vez que se conocía el abandono de Christian Vande Velde tras una caída en la que también se han visto involucrados hombres como Nairo Quintana, Edvald Boasson Hagen o Dani Moreno. Pero su aventura iba a durar poco, porque llegados el Col des 13 Vents (3ª) y el Col de la Croix de Mounis (2ª) entraba en escena Cannondale con un ritmo duro con un único objetivo, eliminar sprinters en favor de Peter Sagan.
Cavendish era el primero descolgarse y poco después lo hacían Greipel y Kittel formándose dos grupos. Finalizadas las ascensiones OmegaPharma – QuickStep conducía el grupo del británico y Lotto – Belisol y Argos – Shimano el de los alemanes, pero ante la imposibilidad de contactar con el pelotón tirado a bloque por Cannondale se producía la reintegración del grupo perseguidor de los tres sprinters con una desventaja situada alrededor de los tres minutos del pelotón.
Era entonces cuando durante una veintena de kilómetros se producía uno de los momentos más bellos de lo que llevamos de carrera con los hombres de verde tirando durísimo mientras por detrás tres equipazos se compenetraban para reducir una diferencia estabilizada en los dos minutos y medio. Se llegaba al sprint intermedio y allí Peter Sagan consolidaba su maillot vert, momento tras el que inexplicablemente Cannondale se apartaba de cabeza de pelotón en un impás que aprovechaban Jan Bakelants (RadioShack – Leopard), Juanjo Oroz (Euskaltel – Euskadi) y Ciryl Gautier (Europcar) para situarse en cabeza de carrera.
El momento ‘rompetechos’ duraba poco y coronada la Côte de la Quintaine (3ª) volvían al trabajo para controlar a los tres de cabeza que contaban con un minuto de ventaja. El grupo trasero desistía, y sin la presión de sus tres grandes rivales, Cannondale se tomaba un respiro hasta atrapar a los tres de cabeza a tres kilómetros de meta tras unos pasos muy complicados por una serie de rotondas. La tremenda actuación del antiguo portador del amarillo no iba a tener esta vez recompensa.
Como durante toda la etapa Cannondale conducía el pelotón con las fuerzas mermadas tras toda una etapa trabajando. Los rivales, John Degenkolb, Edvald Boasson Hagen, Alexander Kristoff o Daniele Bennati, y aunque Chavanel o Flecha asomaban la cabeza no iba a haber sorpresa. Los hombres de Sagan empezaban a descolgarse cuando aparecían dos maillots de Argos – Shimano conduciendo a John Degenkolb. Sagan quedaba cerrado, pero el gran trabajo de Fabio Sabatini le dejaba en disposición de pelear por la victoria cuando Davide Cimolai y John Degenkolb lanzaban la llegada. El movimiento del alemán era lejano y el eslovaco tomaba rápidamente su rueda para superarle sin problema por la valla y cruzar la línea de meta con tiempo de sobra para una celebración dedicada, como no podía ser de otra forma, a su squadra tras el tremendo trabajo realizado durante toda la jornada.
Cuatro eran los hombres rápidos que acudían al Tour, los cuatro han conseguido una victoria. La cuenta por ser el mejor velocista -que no por un maillot de los puntos ya prácticamente sentenciado- está a cero, o a uno, según se quiera, y así continuará hasta el martes, durante el fin de semana la montaña hará por fin acto de presencia en el Tour y se empezará a separar el grano de la paja. El primer maillot amarillo africano tiene las horas contadas.
SAGAN, AL FIN DA EN EL CLAVO
La caravana multicolor del Tour, poco a poco, ha ido acercándose a los Pirineos. Se avecinan un par de etapas que de seguro nos han de dar una orientación de tal como se encuentran las posibilidades de los diversos ciclistas que concurren en esta prueba cara al triunfo final. O por lo menos si hay indicios que clarifiquen la situación más real de la carrera que a fin de cuentas es lo que más les interesa a los aficionados. La séptima etapa, tal como era de esperar, no nos descubrió nada nuevo, salvo el resurgimiento del corredor eslovaco Peter Sagan, que aún no se había estrenado en la edición de este año.
No olvidamos, por ejemplo, que este rutilante velocista que es Sagan, se une a los otros hombres rápidos que en los días anteriores se hicieron con el triunfo de etapa. Veamos: los alemanes Marcel Kittel (1ª etapa) y André Greipel (6ª), el australiano Simon Gerrans (3ª) y el británico Mark Cavendish (5ª). Ahora los velocistas deberán dar paso a los escaladores, sea en los mismos Pirineos o en los Alpes. esto es así.