Nadie lo hubiera podido pronosticar hace apenas unos años, cuando los ciclistas africanos estaban a años luz del ciclismo europeo. Él lo tenía muy cerca y hoy ha sido el día en que Daryl Impey (Orica-GreenEdge) ha escrito su nombre en los libros de historia al convertirse en el primer ciclista africano portador del maillot amarillo del Tour de Francia en la meta de Montpellier. Un triunfo para el ciclismo africano, un triunfo para la globalización del ciclismo.

Para Daryl Impey (Johannesburgo, 1983) no ha sido fácil llegar a vestir el amarillo hoy. Como muchos ciclistas sudafricanos empezó su carrera corriendo el calendario asiático y africano. Ya desde joven ganaba los campeonatos nacionales de su país en la disciplina sub-23 y absoluto con apenas 21 años. Barloworld fue su primer gran equipo, como también lo fue para otros compatriotas suyos como el tristemente fallecido Ryan Cox o John-Lee Augustyn.

Un equipo que le dio la oportunidad de poder correr las grandes carreras europeas y que le dio el escaparate necesario para que los grandes equipos del World Tour se fijaran en él. Muchos lo recordarán por su incidente en el Tour of Turkey del 2009, donde Theo Bos le tiró literalmente de la bicicleta en una acción más que sucia. Allí se llevó la clasificación general, un triunfo que le valió para que el Team Radioshack le fichara en la temporada 2010. No fue su mejor año y tras un ligero paso atrás, en 2011 firmó dos contratos con los equipos MTN – Qhubeka y Team NetApp. Pero en 2012 regresó a la élite del ciclismo de la mano del esperanzador proyecto australiano de Orica – GreenEDGE.

Sus primeros destellos de calidad no se hicieron esperar: se llevó al sprint la 2ª etapa de la Vuelta al País Vasco por delante de gente tan importante como Gianni Meersman, José Joaquín Rojas o Francesco Gavazzi. Pese a no poder terminarlo, su primera Gran Vuelta fue el Giro de Italia, donde se dejó ver en alguna etapa. Días más tarde y antes de participar en su primer Tour de Francia, se llevó una etapa del Tour de Eslovenia imponiendo su punta de velocidad contra Simone Ponzi y Diego Ulissi. Asomaba la cabeza el sudafricano en los sprints del Tour, su primer Tour y en el que estaba haciendo puestos muy meritorios dentro del top-10 y frente a los mejores sprinters del panorama mundial.

Este mismo año llegaba de nuevo al Tour de Francia en buena disposición. Había vuelto a ganar una etapa en la Vuelta al País Vasco y apenas mes y medio más tarde había repetido en la Bayern – Rundfahrt. Su maillot amarillo hoy en el Tour de Francia no es una casualidad ni algo injustificado, ni mucho menos. Su regularidad y velocidad en las llegadas, su capacidad para pasar bien la media montaña y el gran trabajo realizado por todo el equipo Orica – GreenEDGE en la crono por equipos, han hecho que ayer el ciclismo africano se pusiera de fiesta. De fiesta por Daryl, ya que el ciclista natal de Johannesburgo se ha convertido en el primer africano en vestir el maillot amarillo de todo un Tour de Francia.

Foto para la historia la de Daryl Impey, primer africano que viste el maillot amarillo del Tour de Francia. © Cordon Press

Foto para la historia la de Daryl Impey, primer africano que viste el maillot amarillo del Tour de Francia. © Cordon Press