Primera semana del Tour elevada a la máxima expresión. Camino de Montpellier con la amenaza del viento siempre presente se ha vivido una etapa infame desde el punto de vista del aficionado pero de extremada tensión desde el punto de vista del pelotón, que ha visto cómo la segunda parte de la etapa se rodaba con una media cercana a los 50km/h.
El primer protagonista del día era Luis Ángel Maté, que tras el banderazo de salida se escpaba en solitario evidenciando la poca combatividad que se está viendo durante estos primeros compases de la carrera. Su quijotesca aventura iba a durar poco y él mismo renunciaba tras una hora de lucha en solitario contra el pelotón. Esa fue toda la fuga que ha acabado viendo la etapa. A partir de ese momento peloton y tête de la course compartirían rol.
Nacer Bouhanni, descolgado a más de un centenar de kilómetros, sufría hasta acabar bajándose de la bici, misma decisión que tomaba Frederik Kessiakoff tras verse implicado en la caída de ayer. Los equipos se alternaban en cabeza de pelotón, pero el temor a lo que pudiese propiciar el viento se quedaba en un temor, sin nadie que tomase la iniciativa, y aunque las cámaras no lo reflejaban eran varios los hombres que besaban el asfalto, entre ellos Mark Cavendish, Joaquim Rodríguez o un Janez Brajkovič que tras caerse en una isleta a nueve kilómetros y dejarse más de diez minutos en meta ha visto esfumarse una vez más sus opciones de conseguir una buena clasificación general final.
Se acercaba irremediablemente el sprint y OmegaPharma – QuickStep tomaba el mando de la carrera a más de una decena de kilómetros, pero pasada la pancarta de los cinco a meta era Argos – Shimano el equipo que controlaba hasta que a falta de kilómetro y medio Roelandts, Sieberg y Henderson ponían la victoria en bandeja a André Greipel, quien se veía favorecido por la mala aproximación de Cavendish, que habiendo pasado por la flamme rouge alrededor de la vigésima posición quemaba a Gert Steegmans a 500m tras haberle dejado a rueda de Kittel, justo por detrás de Sagan y Greipel.
Cav empezaba el sprint en cuarta posición, ni tan mal teniendo en cuenta la situación en que se encontraba poco antes, pero se precitipaba lanzando la llegada a falta de 300m hasta el punto de que, a pesar de alcanzar a André Greipel, acababa desfondado en los últimos metros y se veía incluso superado por Sagan y Kittel, dos hombres que en ningún momento iban a poner en ningún aprieto a André Greipel para estrenar su mannschaft y conseguir ganar en el Tour por tercer año consecutivo.
En meta se picaban segundos sin importancia de cara a la general, pero la noticia postetapa no era esa sino el paso del maillot amarillo a manos de Daryl Impey, que se convierte en el primer ciclista africano en ponerse de líder en el Tour de Francia. En Montpellier, la misma ciudad donde en 2007 Robbie Hunter lograba la primera victoria sudafricana, que no africana, honor que correspondió a Marcel Molines en 1950. Otro pequeño triunfo para la globalización.
Insisto en ponerle ojo a Juanjo Lobato. Quizas Movistar podria ofrecerle un tren mas competitivo… Ya esprinta mas que Rojas!
está clarísimo que sprinta más que JJR…
ahora, Euskaltel no tiene que desaprovechar cuando al fin tiene un sprinter!!! es bueno en serio, hoy mucho mejor que ayer, estuvo siempre solo en los últimos kilómetros.
Sería mucho pedir que uno o dos compañeros le prepararan la llegada? Ayer intentaron algo de eso, de hecho desarmaron el treno de OPQS, aunque Cavendish es tan bueno que ganó igual…
EL FOGONAZO DEL ALEMÁN GREIPEL
Victoria del alemán André Greipel (30 años), oriundo de la población de Rostock, que posee dotes como velocista nato, lo cual le ha llevado a vencer en varias etapas en las carreras codificadas de largo kilometraje. Se registró a lo largo de la etapa una muy alta velocidad que supuso un promedio algo superior a los 44 kilómetros a la hora. Tras Greipel, inconfundible vencedor del día, se clasificaron el esloveno Peter Sagan (2º) y el también alemán Marcel Kittel (3º). El británico Cavendish (4º), víctima de una caída en la parte postrera de la etapa, a 20 kilómetros de la meta, se recuperó pero sin recursos suficientes para superar a sus contrarios en el embalaje final. Perseguía con férreo interés el adjudicarse su 25ª victoria en el Tour de Francia. Habrá que esperar a otra ocasión más propicia.